El CEO del grupo Ribera, Pablo Gallart, indicó a mandos del Hospital público de Torrejón que elevaran las listas de espera y rechazaran pacientes o procedimientos menos rentables para mejorar el beneficio empresarial en “cuatro o cinco millones”, según audios de una reunión del 25 de septiembre. En la reunión, Gallart sugiere que la “elasticidad” entre listas de espera y resultados es directa; pide identificar actividades “no contributivas” y ajustar la actividad para contener gastos y elevar beneficio.
El caso reaviva el debate sobre el modelo de concesión tipo “Alzira” y llega tras una inyección regional de 32,7 millones para reestructurar deuda del hospital, que Ribera considera aún insuficiente. Listas de espera mayores reducirían actividad y con ello los costes de personal y medios a utilizar, afectando a procesos menos rentables que se derivarían a la pública. Esto es priorizar beneficio sobre salud y deontología.
Claro que lo importante son las cervecitas en libertad.
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