Para que se entienda
La privatización de la sanidad pública: una enfermedad contagiosa
¿Cómo se hace crecer la sanidad privada?
El crecimiento de la sanidad privada se produce por el deterioro de la sanidad pública, para lo que se provoca que esta no funcione y se genere malestar ciudadano y la sensación de desigualdad del ciudadano por no sentirse atendido.
¿Cuál es el proceso?
Mediante conciertos económicos se derivan pacientes del sistema público al privado, incluidos los hospitales de gestión privada. Primero las CCAA van con cuidado, poco a poco, y los primeros pasos los tenemos como externalizaciones menores, a las que luego les siguen procesos privatizadores más profundos.
¿Cómo se hace posible lo anterior?
Para que esto se vea cómo algo necesario, lo primero es conseguir deteriorar el sistema público (nada mejor para hacerlo que recortándole recursos); luego, cómo no los gastamos en lo público, se produce el trasvase de esos recursos recortados al sector privado; a esto le añadimos (para hacernos verlo necesario), el aumento de las listas de espera; luego le ponemos unas gotas de pérdida de calidad asistencial en lo público por esa falta de recursos; y al final conseguimos el objetivo: la sensación ciudadana de una desigualdad sanitaria entre público y privado (en el publico la silla y en el privado el sofá).
¿Le llamamos privatización?
No. Para que nadie se mosquee por llamar a esto por su nombre “privatización”, al proceso se le llama “colaboración público-privada”, y por si aún con eso no se nos convence, se nos permite la “libre elección” de hospital, con lo que el hospital al que vas gana más, y el que te corresponde no pierde, porque sigue cobrando lo mismo.
¿Esto es una cuestión de formas de mejor gestión?
No. Esto es simplemente la aplicación de una ideológica neoliberal, que solo es posible si se permite la connivencia entre poder político y empresas privadas, y si es necesario (cómo en algunos casos) de la corrupción, da igual en A o en B.
¿Por qué ocurre esto?
Pues porque se vota a partidos que promueven ese modelo de privatización, ante la pasividad ciudadana y la no defensa de la sanidad pública por parte de gobiernos (da igual el signo) que no se atreven ni a cuestionar la situación.
¿Cuál es la consecuencia?
El final del proceso es un sistema sanitario inviable donde no existe la equidad, donde la sanidad pública queda relegada a los sectores más pobres y donde se incrementa la mortalidad, cómo ha quedado demostrado con lo que ha sucedido en el Reino Unido donde esto se hizo exactamente cómo ahora aquí.
¿Cómo solucionarlo?
La única solución es no tener gobiernos privatizadores ( y eso lo decides con tu voto), y movilizándote a diario para impedirlo y exigiendo una sanidad pública de calidad, con financiación suficiente y blindada frente a intentos privatización.
La privatización de la sanidad pública es una enfermedad contagiosa que solo la puedes frenar tú con tu voto. Si prefieres el modelo en el que antes que paciente eres un cliente, también lo puedes permitir con tu voto.
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