lunes, 9 de junio de 2025

Las inquietudes de Page, ¿reflejo del desgaste nacional o de un fallo propio?


“Las declaraciones de ayer parecen hechas por alguien que se quiere sumar al acoso brutal, político, judicial y mediático que sufre especialmente el presidente del gobierno y secretario general de su partido, el PSOE”

El presidente de Castilla-La Mancha, uno de los pocos líderes autonómicos del PSOE que conserva una mayoría absoluta tras 2023, ha expresado públicamente sus profundas inquietudes sobre el impacto de la crisis política del PSOE a nivel estatal.

Sus declaraciones en una entrevista en RNE, sugieren que está “meditando algún planteamiento” relacionado con un posible adelanto electoral a nivel nacional. No señaló en la entrevista estar molesto, ni por el comportamiento de Mazón, ni por las barbaridades que dice contra los socialistas la señora del ático con delincuente confeso, ni que su amigo Feijoo califique al gobierno de coalición de “mafia” y “organización criminal”. Lo que realmente preocupa a Page ahora, es correr el riesgo de perder su sillón por culpa del gobierno de su partido en el Estado.

El motivo principal de la reflexión de Page es, cómo evitar que la situación política del PSOE en el ámbito estatal “arrastre” en su caída a los gobiernos socialistas, autonómicos y locales, que aún mantienen el poder. Afirma que ha escuchado a compañeros, alcaldes y responsables territoriales, decir que están asustadísimos de que el escenario nacional vuelva a cebarse con los ayuntamientos, con las diputaciones y con las autonomías. Para Page, estos gobiernos “no merecen que se les utilice de trinchera en la batalla nacional” por el potencial “desgaste derivado de las controversias nacionales”. Ello sumado a la dificultad de encontrar el momento adecuado para convocar elecciones dado el “estado de efervescencia”, y a que tendrían que soportar dos meses de campaña con “un vídeo cada día”, solo pueden interpretarse como una perspectiva crítica de Page a sus compañeros de la Ejecutiva de Sánchez y al propio Sánchez. 

Claro que sus declaraciones, también pueden tener otra lectura. Por ejemplo, que Page estuviera verbalizando su temor a “perder las próximas elecciones en Castilla-La Mancha”, poniéndose ya la venda, y atribuyendo ese “fracaso previsible y anunciado” a “causas externas a Castilla La Mancha”, como son los pactos del gobierno de España con ERC o Junts.

Sin embargo, para cualquier analista, que un dirigente político afirme que esa sea la única razón de una potencial derrota electoral, es algo que raya la mediocridad, porque él sabe, o debería saber, que eso es una falacia, además de olvidarse que el gobierno de coalición ha beneficiado a Castilla-La Mancha incrementando el presupuesto para 2025 para reforzar el estado del bienestar, combatir la despoblación, acelerar la transformación digital y avanzar en la transición ecológica. Ahí están inversiones específicas del Estado cómo 86,5 millones de euros para la provincia de Albacete, en proyectos como el hospital general universitario, carreteras, albergues o centros de salud.

Califico de falacia culpar de esta 'auto anunciada' derrota electoral regional a la acción del gobierno de Sánchez, porque el socialismo de Castilla-La Mancha haría mejor en plantearse otras muchas posibles razones como causas de ese hipotético desgaste electoral. Muchas de ellas son ajenas a la política nacional.

Podría preguntarse si la ciudadanía no está “cansada de oír los mismos discursos”, o de acabar siempre viendo a “las mismas personas del PSOE desde hace décadas”, o si los castellanomanchegos no están “cansados de oír discursos vacíos y contradictorios con el ideario socialista”, o de ver a los dirigentes del mismo partido socialista actuar “siempre a la contra del Comité Federal”, o si es cierto que “muchos de los dirigentes socialistas han abandonado la calle y la cercanía con los ciudadanos”. Igual encontraban respuestas para movilizarse y no culpar de toda la desafección a Ferraz o a la Moncloa que, no niego, también tendrán su cuota de responsabilidad en ese desgaste.

Y claro que hay cuestiones donde Page lleva razón en sus críticas, como la hay en algunas críticas a él y a su gestión. La lleva en sus comentarios sobre la actuación interna del PSOE ante ciertos escándalos, especialmente en el caso que involucra a Leire Díez. La lleva cuando afirma que su partido “está tardando en tomar medidas más tajantes”. También la lleva cuando exige “tomar medidas internas” e incluso “acciones legales”. Pero no la tiene cuando parece asumir, porque no lo rechaza, que tiene claro que Diez “habla en nombre de cargos del partido, aunque desde el Gobierno se niegue”.

En ese partido, nunca se han dado martillazos a los ordenadores, y lo que debe es exigir transparencia para evitar dudas y sus posibles consecuencias entre la militancia si cualquier duda no se aclara. Lógico que le preocupe que “por primera vez en democracia se pueda hablar del Partido Socialista en términos de organización o con cloacas”. Pero dígalo dentro de su partido, no al oído de los gamarras, tellados o abascales aunque estos le aplaudan, porque quienes a estos les votan, a usted señor Page no le votaran nunca. 

Claro que esto no debería tener que decirlo Page, deberían de saberlo en Ferraz, porque cada minuto que pasa sin tomar medidas contundentes están dando a entender a la opinión pública que se protege o ampara a esta señora. No basta con simple y llanamente desmarcarse, cuando alguien dice hablar en nombre del parido o del gobierno para proponer acuerdos que son delitos.

Pero hombre, también cómo militante y curtido, podría estimar que Díez ha podido actuar por cuenta propia, o que está siendo utilizada por intereses ajenos, o que incluso pudiera estar al servicio del PP para perjudicar al Partido Socialista, un nuevo 'tamayazo' en Madrid que a nadie debería extrañarle. Pero no, parece dar más pábulo a lo que afirma el PP, que a la versión de su partido. Exija investigar a fondo, tanto las acciones como las filtraciones, su origen, los intereses ocultos, reclame contundencia y rapidez porque tibieza o lentitud en la respuesta daña gravemente la imagen del partido y alimenta la sospecha de encubrimiento o falta de control interno. Pero no deje que se ponga en duda que la militante no representa al partido, ni que actúa en nombre de la dirección.

Si la lentitud del PSOE en este asunto es “gravísima” y la tibieza lentitud dañan gravemente la imagen del partido, su cuestionamiento de que la situación no es un invento más para desgastar al gobierno, es igual o más grave porque arroja gasolina a la hoguera de los chicos de Feijoo. Es inevitable que todo lo anterior invite a pensar, después de años viendo cómo la postura habitual de Page las críticas a Sánchez, aun admitiendo el desgaste de su partido, aún teniendo razón en sus exigencias internas, nos huela más a 'deslealtad' que a militancia. 

Las declaraciones de ayer parecen hechas por alguien que se quiere sumar al acoso brutal, político, judicial y mediático que sufre especialmente el presidente del gobierno y secretario general de su partido, el PSOE. Por eso no es extraño que en las redes sociales muchos socialistas afirmen que Page “haría bien en dejar de confundir a los votantes del PSOE y hacerse ya con el carné del PP”.

Puede que el problema real sea “ser del PSOE y hacer políticas de derechas”, porque eso le puede llevar a la gente a preferir “el original, Núñez”. Todos los presidentes autonómicos tienen problemas concretos en su gestión, que van desde las listas de espera interminables en sanidad a otros muchos problemas en las demás áreas, pero en esta región hay un añadido, la “desafección de la izquierda regional por la palabrería anti-Sánchez de Page”, que muchos ven cómo una forma de “ocultar su propio fracaso”. Al final parece que también en la Mancha, siempre el culpable es el otro, aunque los problemas electorales o de gestión sean propios. Dicen que para salir guapo en la foto, mejor con la boca cerrada, y más si está mellado.



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