De verdadero terror, esta fauna asusta y aterroriza, pero se postulan para gobernarnos a partir de 2027. Pánico de ver a miles de ciudadanos llamar mafiosos y corruptos a un Gobierno donde, ni uno solo de sus 22 ministros está manchado por asunto judicial alguno.
Al frente de la turba, los de siempre: Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, acompañados por el florido pasado de José María Aznar (el de Irak y el 11-M, ¡con sus vicepresidentes en el recuerdo!) y Mariano Rajoy (¡Gürtel, Bárcenas, policía patriótica, la Santísima Trinidad de la limpieza!). No falta en el aquelarre ese ser del inframundo llamado Carlos Mazón, que ha pactado la desmemoria histórica, ni la icónica Esperanza Aguirre, capaz de afirmar sin despeinarse, que la dictadura de Franco fue mejor que la II República. ¡Claro que sí, señora! ¿Un millón de muertos, fusilados en cunetas, torturas, hambre atroz? ¡Menudas nimiedades comparadas con lo bien que se vivía en la dictadura que esos salvajes con uniforme impusieron! Luego la reina del charco de ranas se va al aquelarre del loco argentino que blande motosierras y llama “mierdas” a todos los socialistas. ¡Es lo que tienen los fascistas de mierda, que son unos bocachanclas y lengualarga! Da arcadas escuchar a la ministra de Cultura que tuvimos.
Pero si hay alguien que espanta, es Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, esa a la que maneja Miguel Ángel Rodríguez aleteando como Campanilla en torno a la cabeza hueca de su títere. La misma que en una Conferencia de Presidentes monta un número de circo risible y patético para despreciar a catalanes y vascos. Y mientras, Núñez, sumiso, se apresura a felicitar a la ínclita indocumentada. Ayuso es deslenguada e ignorante, sí, pero ¡es nuestra deslenguada y nuestra ignorante!. Su pasado, ¡qué joya!, empezó llevando el blog de la perrita de Aguirre. ¡Para qué hablar de su novio confuso y las muertes en residencias!
¿Y qué me dicen del murciano López Miras, echando inmigrantes menores a la calle porque así se lo exigen las huestes de Abascal? O ese tipo de Vox que rompió fotos de víctimas del franquismo, Gabriel Le Senne. ¡Conviene ver sus "papelillos" para entender de qué estamos hablando! Los despreciamos y no vemos la bazuca. Y eso, los educados, que en Ferraz hay quien quema efigies de Sánchez y apuesta por su desaparición física.
El objetivo central de los insultos más gruesos es, cómo no, Pedro Sánchez. ¡Le han llamado de todo! Tiene la piel como el cocodrilo ya. El autor tiene comprobado en su archivo que le han gritado psicópata (¡con o sin narcisista!), sátrapa, déspota, golfo, vampiro, autócrata, ególatra, presidente ilegítimo, capo mafioso (¡de la Ndragheta calabresa, nada menos!), muerto viviente, chulo, lerdo de expresión, Nerón, gánster, vil, cobarde, amoral químicamente puro, traidor por vicio, chanchullero amoral, loco de atar, deformidad física y moral. ¡Hasta Tirano le dijo la reinona del vermú! Y, por supuesto, hijo de puta, como todos oímos.
A ver, ¿que los pelos se ponen como escarpias con lo de Ábalos, Koldo o Leire? ¡Pues sí, claro! Y da arcadas oír la trama hidrocarburos. ¡Y sí, el Gobierno y el PSOE deben limpiar las cochiqueras si ha crecido la mugre!¡Y con energía hercúlea, que la blandenguería es mortal! ¡Que dejen de joder con la pelotita y remen para evitar esta pesadilla! Pero que no se nos olvide que la miseria de la oposición se amontona como el pico Aneto, y que en el vertedero de estiércol que han montado el PP, sus jueces y sus decenas y decenas de periodistas soeces y mentirosos se mueven como orcas asesinas.
Y hablando de jueces... ¡Aquí sí que da pánico! Resulta que un magistrado del Supremo, dechado de imparcialidad (¡ríete tú de la imparcialidad, que esto causará furor en Estrasburgo!), quiere rematar la cacería contra el fiscal general con una imputación, ¡atención!, absurda y delirante, basada en meros indicios. Este mismo adalid de la justicia que archivó el caso Couso, que no quería que Rajoy declarase en Gürtel, que llamó “tipeja” a la presidenta de las víctimas del 11-M, y que le parece de perlas que los jueces colaboren con los partidos si hay “sintonía” de pensamiento. ¡Con estos mimbres, qué bien pinta el futuro!
En fin, que entre la fauna que aspira a gobernarnos, las arcadas que dan, el terror que provocan sus ideas (¡prohibir idiomas, cargarse la sanidad pública, poner colegios de curas y locos libertarios!) y la cacería judicial, la situación es un pavoroso ruedo ibérico que quita el sueño. Y no, no exageramos, no hacemos un mohín. Esto, amigos, es el verdadero terror.
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