martes, 17 de junio de 2025

La clave

Para diseñar una estrategia efectiva contra esa combinación multifactorial de la que se nutren derecha y ultraderecha, desde los progresistas es necesario también combinar políticas transformadoras con una narrativa que contrarreste ese discurso excluyente. 


Los partidos progresistas deben abordar las causas estructurales del malestar social y ofrecer alternativas concretas, y así lo demuestran y evidencian algunas experiencias recientes en Europa y algunos análisis académicos de ese fenómeno.
Esa estrategia para contrarrestar debería tener cómo bases una serie de cuestiones que solo reseño sin profundizar. 

Unas políticas económicas redistributivas y de justicia social, que solo son posibles si se plantean reformas fiscales progresivas que graven a las grandes fortunas y persigan la evasión fiscal, pero destinando todos esos recursos a servicios públicos universales (sanidad, educación, vivienda). Tampoco es posible sin que se promuevan empleos dignos con salarios acordes al costo de vida, combatiendo la precariedad laboral que alimenta el descontento. Y por último desarrollando programas de transición ecológica justa que vinculen sostenibilidad ambiental con creación de empleo industrial y rural.

Un segundo pilar debe ser la reconstrucción de un tejido social y comunitario que hoy se ha quedado en el olvido. Para ello se deben fortalecer redes de economía social (cooperativas, bancos de tiempo) cómo elementos de fomento de la solidaridad frente al individualismo actual. La crear centros y puesta en marcha de actividades culturales comunitarias que promuevan la diversidad como valor, para contrarrestar las narrativas excluyentes de ese discurso de la derecha, acompañarlas del impulso a programas de educación crítica. Si la desinformación y la polarización de la sociedad se nutre de los medios digitales, se deben utilizar esos mismos medios para combatirla  desinformación y los algoritmos polarizadores.

La democracia por encima de las ideologías. Para ello no se pueden hacer concesiones ideológicas, sino establecer pactos antifascistas con fuerzas democráticas de centro y derecha moderada, manteniendo absoluta firmeza en los principios éticos: rechazar cualquier normalización de discursos xenófobos o negacionistas, incluso en negociaciones parlamentarias, y denunciando  sistemáticamente los vínculos de la ultraderecha con grupos violentos y financiamientos opacos.

Necesitamos una narrativa emocional, pero con bases materiales, que permita combinar la defensa de derechos sociales (sanidad pública, pensiones) con una retórica que apele a la dignidad colectiva, no solo a los datos económicos. Debemos recuperar símbolos patrios desde una perspectiva inclusiva, destacando contribuciones migrantes a la construcción nacional, y haciendo visibles historias de cooperación interclasista e intercultural en barrios y centros de trabajo.

Y las instituciones deben también ser protagonistas de una estrategia institucional preventiva, que puede ir desde la creación de observatorios independientes que monitoricen discursos de odio y propongan medidas legales contra su normalización, pasando por reformar leyes electorales para limitar la financiación de los de partidos con vínculos antidemocráticos, y terminando por fortalecer los sistemas de protección a víctimas de todo tipo de violencia, pero también de la ultraderechista, sufrida especialmente en los colectivos más vulnerables.

Para que esta estrategia sea posible se requiere superar contradicciones históricas de la izquierda: combinar radicalidad programática con pragmatismo táctico, unir luchas identitarias con reivindicaciones de clase, y construir mayorías sociales sin diluir principios. Hace poco leía sobre el caso de Finlandia que nos muestra que es posible ganar terreno a la ultraderecha mediante políticas verdes redistributivas y una defensa intransigente de derechos humanos.

La clave es demostrar que la justicia social y la diversidad no son excluyentes, sino pilares de una verdadera democracia.

Me preocupa

Me preocupa la cuestión de “El apoyo popular a partidos de derecha y ultraderecha” que estamos observando en las encuestas, y especialmente en la gente joven. Algo se debe estar haciendo mal desde la izquierda, para que personas cuyo perfil profesional y social están muy distantes de los objetivos políticos de esas formaciones, acaben inclinándose y dando su voto a quienes posiblemente defiendan objetivos y se rijan por principios absolutamente antagónicos a su realidad económica, social y ambiental. Este es un fenómeno complejo que responde a múltiples factores sociales, económicos, culturales y políticos. 


Este post es un intento por explicar las que considero razones más relevantes para ese apoyo, basadas en la lectura de algún documento académico, en el análisis de la situación política reciente, y algo también en mi experiencia personal en cargos públicos de responsabilidad.

La inseguridad económica y miedo al cambio. Son muchas las personas que sienten que sus condiciones de vida están amenazadas por la globalización, la automatización o las crisis económicas. Los partidos de derecha y ultraderecha utilizan lo que conocemos cómo “populismo” y suelen ofrecer respuestas simples y soluciones contundentes ante la incertidumbre, prometiendo protección del empleo nacional, control migratorio y políticas económicas tradicionales.

Una reacción ante cambios culturales. El avance de valores progresistas en temas como género, diversidad sexual o multiculturalismo genera rechazo en sectores que perciben estos cambios como una amenaza a su identidad o tradiciones. Los partidos de derecha y ultraderecha capitalizan ese malestar defendiendo valores conservadores y apelando a la nostalgia por un pasado idealizado de manera falsa tratando de cambiar el relato real de la historia.

La existencia de una desconfianza progresiva hacia las élites y el sistema político.  El descrédito de las instituciones, los escándalos de corrupción y la percepción de que los partidos tradicionales no representan a la ciudadanía alimentan el voto de protesta. Las formaciones de derecha y más aún de derecha radical, se presentan como alternativas “anti” ese sistema establecido y cómo defensoras del “pueblo común”. Recordemos el “solo el pueblo salva al pueblo” utilizado en la DANA.

El fenómeno de la inmigración y sentimiento de competencia. En un contexto de aumento de la inmigración, parte de la población percibe que los recursos públicos, el empleo o los servicios sociales están en competencia con la población migrante. Los discursos de derecha y ultraderecha suelen explotar estos temores con mensajes de cierre de fronteras y prioridad nacional que, siendo falsas las premisas iniciales, si son eficaces a sus fines. Sin embargo, esas mismas personas que rechazan y dibujan al inmigrante cómo un problema, son las primeras que se sirven de la inmigración para enriquecerse, y en muchos casos, de manera ilegal y hasta rayando la explotación.

Los medios de comunicación y las redes sociales. La difusión de mensajes simplificados, noticias falsas o discursos polarizadores en redes sociales y ciertos medios contribuye a la consolidación de narrativas que favorecen a estos partidos, generando burbujas de opinión y reforzando prejuicios existentes. Esta manipulación de la información se realiza no solo por la extrema sino también por la derecha digamos centrista, intentando que no se le vaya un voto que tiene, sin ser consciente de que ese discurso acaba acercando al votante al original y alejándolo del sucedáneo moderado.

El aprovechamiento del sentimiento de pertenencia y movilización emocional. - Los partidos de derecha y ultraderecha apelan a emociones fuertes como el miedo, la ira o el orgullo nacional, y ofrecen una identidad colectiva clara y excluyente, lo que resulta atractivo para quienes buscan pertenencia y certidumbre. La bandera es un símbolo utilizado, extendiendo su uso a fines absurdos (collar del perro, prendas de vestir, abalorios, etc.)

En un análisis politológico reciente he leído que “La gente común y corriente no necesariamente vota por razones racionales o por interés económico directo, sino movida por emociones, percepciones de amenaza y la búsqueda de seguridad o identidad”. Pero en síntesis podríamos afirmar, que el apoyo popular a la derecha y ultraderecha no se debe a un solo motivo, sino a la combinación de factores económicos, culturales, identitarios y comunicativos. Debemos admitir que estos partidos logran conectar con preocupaciones reales o percibidas de amplios sectores sociales, apelando a emociones y valores tradicionales.

Las dos grandes contradicciones del PP

Que el PSOE está en un lío con lo acontecido esta semana no es discutible. Pero que  el Partido Popular se enfrenta a dos grandes contradicciones tampoco. 

La primera, que Feijoo se empeña en decir que su partido es de centro, mientras que en las CCAA donde gobiernan gracias a Vox, se pasan la vida haciéndole concesiones ideológicas a los representantes del “esforzado trabajador” para que estos les apoyen en aquellas cuestiones en las que para salir adelante precisan de pactos políticos con los abascalinos.

La segunda es la de la amante de la fruta, que día sí y el otro también, nos aclara que ella va por libre, y que la región que gobierna es el patio de su casa, que es particular. Su Madrid es de otra España, y eso a quien le viene bien es al gallego, pero no al PP ni a él para ser presidente, porque sabe que está obligado a pactar con las derechas nacionalistas vascas y catalanas, posibilidad de pacto absolutamente dinamitada por parte de la frutera. 

Está la frutería dinamitando todos los puentes con quien, en un momento dado, podrían ser posibled aliados. Por todo lo cual no habrá moción de censura ganable por ahora.

Feijóo ha llamado a FAES y les ha dicho “Houston tenemos un problema” y Aznar le ha respondido poéticamente “¿Y tú me lo aseguras? Problema eres tú?

No es lo mismo llamar que salir a abrir

Los que exigen que el gobierno no presione las decisiones del Poder Judicial ahora presionan contra las decisiones del Gobierno
Jueces y fiscales elevan su ofensiva. Las cinco asociaciones del centroderecha judicial han convocado tres días consecutivos de huelga para los días 1, 2 y 3 de julio y una concentración el 28 de junio frente a la sede del Tribunal Supremo contra las reformas del ministro Félix Bolaños que pretenden modificar el acceso a la carrera. Los principales motivos de desacuerdo son la inclusión de una prueba escrita en la oposición que da acceso a la carrera, hasta ahora únicamente oral y memorística; y por el plan para regularizar a los jueces sustitutos —la mayoría mujeres— que cubren bajas y sacan adelante juzgados en situaciones precarias

Somos un país disparatado.

Si el PP dice que ha podido haber financiación ilegal en el PSOE ¡Cuidado! Que ellos saben de qué hablan porque son maestros en ese asunto. Si todo el choriceo de la democracia se produce en las adjudicaciones de obras, pongan una camara encima de cada contratación y que lo graben todo. No hay que extrañarse de lo que ahora hace el PP, antes lo vimos con Zapatero y antes con Felipe, lo único que ha cambiado es que antes derecha y ultraderecha eran el PP y ahora son PP y Vox. Los corruptores son las víctimas de los corruptos por eso el PP los deja en la sombra, y a los corruptos los usa como si fuesen  pasta dental, de uso a diario, varias veces al día, y para darle a los rivales en la boca. Desde el PP se ataca a vascos y catalanes para que no les apoyen, y MAR dice auténticas barbaridades que convierten en prietas las filas de la izquierda, estas son sus dos mejores maneras para evitar tener que presentar una moción de censura. Ahora vestidos de salvadores nos dicen que quieren echar a los mercaderes del templo, pero lo que no nos dicen es que es para poder instalar en el templo su propio centro comercial. 


Lo contrario sería resignarse al cinismo o, peor aún, a la rendición democrática.

Lo decía Antonio Machado «en España, de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten».
Hoy he leído un post de una buena amiga profesora en la Universidad complutense de Madrid, donde señalaba algunas ideas que me parecen muy importante subrayar en los momentos que vive nuestro país.
La primera es que la corrupción política intensifica la desconfianza ciudadana y provoca que muchas personas se sientan “huérfanas” de representación política, tanto en democracias avanzadas como en países con menor calidad democrática, como España. La segunda idea es la importancia del esfuerzo, la vocación y la ética, lo que contrasta con figuras opacas y prácticas poco transparentes cómo las que encontramos (especialmente que no solo en ellos), los partidos que han ejercido poder. Cómo tercera idea el desapego social hacia las instituciones y la importancia de la ética, la integridad y la vocación de servicio público como elementos esenciales para regenerar la confianza y combatir la corrupción. Cuarta idea es la importancia de abrir debates sobre la regeneración democrática y comprender el significado de ser ciudadano, y la necesidad de educar en valores cívicos.
Y por último señala cómo la mala praxis política produce hartazgo y desmovilización, que hace que los ciudadanos no se sienten representados, lo que facilita la aparición de liderazgos autoritarios y discursos vacíos que se apoyan más en el miedo que en argumentos. La conclusión de todo esto es que necesitamos una política que se base en la honestidad, la escucha y las propuestas valientes, cómo única manera de reconstruir la confianza social en la democracia.
Mi calificativo a ese texto es de “brillante”, porque quienes hemos militado años en cualquier partido político, sabemos que refleja una realidad, que no siempre llegan quienes más se esfuerzan ni los más brillantes, y que suelen alcanzar los puestos de responsabilidad aquellos más hábiles en medrar, los que están en el momento oportuno en el lugar oportuno, acariciando el dedo que designa oportunamente. Demuestran habilidad política, pero esa inteligencia casi “comercial” no es garantía de que generen empatía con el votante en lugar de desapego, que ellos mismos acaben creyendo tener un poder que nadie les ha otorgado, y que aportan poco a reconstruir la confianza en el partido y en las instituciones donde ejercen.
Aspectos positivos
Pero no debemos flagelarnos, porque no todo en el sistema político español es negativo, porque junto a una serie de debilidades crónicas que erosionan la confianza ciudadana, también nos muestra fortalezas estructurales. Entre estos últimos debemos destacar tres hechos fundamentales. El primero es que nuestro sistema garantiza libertades civiles, separación de poderes y participación ciudadana a través de elecciones libres y mecanismos como la iniciativa legislativa popular, y este sistema ha proporcionado estabilidad política y económica durante décadas, con seis presidentes desde 1978. El segundo es que tenemos procesos electorales limpios, libertad de voto y respeto a la libertad religiosa y de asociación, lo que tiene incluso reconocimiento internacional. Y cómo tercer aspecto positivo destacable están las mejoras en igualdad de género, en protección de las minorías, en bienestar social, sin que se puedan obviar retrocesos ligados a las crisis económicas vividas.
Aspectos negativos
Entre los aspectos negativos cabe señalar que el sistema tiene fallos en la representatividad, al ser un sistema electoral desequilibrado, con una metodología cómo la Ley d’Hondt, que favorece a los grandes partidos y que sub representa a formaciones minoritarias estatales, lo que genera Parlamentos no proporcionales. Y cómo no, y lo llevamos viviendo años, el sistema sufre de clientelismo y corrupción, y lo hemos visto en la existencia de redes de influencia en partidos como PP y PSOE, que han desviado recursos públicos y que han minado la meritocracia. Un segundo aspecto negativo es cómo se está produciendo una degradación institucional galopante, evidente en la politización de órganos clave cómo el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional que están sometidos a cuotas partidistas, que se quiera o no, acaban afectando su independencia.
A esto se le debe sumar una fragmentación y una polarización provocadas por la dinámica de bloqueo existente entre PP y PSOE, dependiendo quien ejerce el gobierno, lo que provoca la paralización de reformas estructurales, reduciendo el debate político a debates de barra de bar. Y todo lo negativo ya señalado, provoca una desafección ciudadana reflejada por un estudio del Instituto IDEA, donde señala que el 74% de los españoles desconfía de la clase política, y que según datos e 2025, solo el 6.4% de los jóvenes confía en los partidos.
Propuestas
La pregunta es ¿qué hacer para mejorarlo? Cualquier texto sobre las medidas a acometer señala cómo imprescindible abordar tres aspectos: regeneración institucional, reforma electoral y mayor participación ciudadana. Son reformas necesarias para su mejora y para recuperar la confianza ciudadana. Ya sé que todas ellas deben ser propuestas para el debate y ninguna de ellas debe entenderse cómo una línea roja.
La regeneración institucional pasa por garantizar la independencia judicial, y cómo medidas deberían valorarse dos decisiones: la ampliación de los mandatos de magistrados del Constitucional a quince años y exigir un mínimo de veinticinco años de experiencia; y la eliminación de las cuotas partidistas en el CGPJ, y que la designación de sus miembros se realice mediante elección por mayoría cualificada garantizando la presencia de todas las asociaciones de jueces y fiscales, sin un sesgo por la representatividad, sino por méritos profesionales. La trasparencia es la mejor medida contra la corrupción y esa transparencia debería garantizarse mediante la creación de una Agencia Estatal Anticorrupción que sea autónoma en su funcionamiento, y en cuya composición sea reflejo de la composición del Parlamento. Y algo indiscutible es la imperiosa necesidad de penalizar el enriquecimiento injustificado de cargos públicos y ampliar plazos de prescripción para delitos económicos.
Nuestro país necesita afrontar una reforma electoral, y esa reforma debe pasar por adoptar un sistema mixto (circunscripciones uninominales + lista nacional proporcional), por implementar listas abiertas con preferencia ciudadana, y efectuar un ajuste de los escaños por población real, manteniendo un mínimo para zonas despobladas. Pero eso no puede realizarse sin mejorar la participación ciudadana en la vida pública, y eso pasa por la democratización de los partidos, por realización de primarias obligatorias con participación de no afiliados, con sometimiento de los partidos a auditorías externas de financiación y la absoluta prohibición de donaciones anónimas a los partidos.
Pero la participación ciudadana también pasa por establecer mecanismos de control directo de participación cómo puedan ser la existencia de referéndums revocatorios para cargos electos con umbrales de apoyo ciudadano, en la era digital, no parece desacertado la puesta en funcionamiento de plataformas digitales para iniciativas legislativas ciudadanos vinculantes.
Conclusión
En conclusión, nuestro sistema político requiere una nueva transición que priorice la ética pública sobre el interés partidista. Como señala el informe del Instituto IDEA, la combinación de reformas técnicas y pedagogía cívica podría reducir la brecha entre instituciones y ciudadanía. Sin embargo, su éxito dependerá de que los líderes actuales entiendan que urge convertir esa energía en diálogo constructivo. La publicación de mi amiga terminaba señalando "Éste es el momento de la política propositiva. Lo contrario sería resignarse al cinismo o, peor aún, a la rendición democrática." He intentado hacerle caso

EL CUENTO EN QUE VIVIMOS


Había una vez en el país de Iberia un político llamado Alberto, que soñaba con ser el líder del gran castillo de la Moncloa. Alberto veía que el actual rey, Pedro, tenía problemas y muchos habitantes estaban enfadados por los escándalos y las peleas en el reino. En vez de contar sus propias ideas para mejorar Iberia, Alberto decidió que la mejor forma de llegar al trono era repetir a todos que el reino estaba en ruinas y que todo iba mal, aunque no tuviera un plan claro para arreglarlo.
Cada vez que podía, Alberto organizaba grandes reuniones en las plazas, donde animaba a los ciudadanos a gritar contra el rey y sus caballeros. Decía que el castillo estaba lleno de peligros y que había que rebelarse, aunque nunca explicaba cómo haría él para que las cosas fueran mejor. Sus ayudantes le aconsejaban que, si la gente se sentía más preocupada y enfadada, sería más fácil que quisieran un cambio, aunque él no dijera qué haría distinto.
Algunos habitantes empezaron a notar que, cuando se le preguntaba a Alberto por sus ideas, solo respondía con más críticas y advertencias sobre el desastre que, según él, se avecinaba. Otros se dieron cuenta de que Alberto se unía a quienes gritaban más fuerte, aunque no compartiera sus valores, solo para sumar más voces a su causa. Mientras tanto, los problemas reales del reino seguían sin resolverse y los ciudadanos se sentían cada vez más cansados de tanto ruido y tan pocas soluciones.
Un día, un niño del reino preguntó en voz alta: “¿Por qué Alberto solo habla de lo mal que van las cosas y no nos cuenta cómo las arreglaría? ¿No sería mejor que, en vez de desear que todo empeore, nos ayudara a mejorar nuestro hogar?”
Moraleja:
Quien solo busca el poder señalando lo mal que va todo, sin ofrecer soluciones ni preocuparse de verdad por la gente, puede que consiga que muchos se enfaden, pero nunca logrará que el reino prospere. Porque para ser un buen líder, no basta con desear el trono: hay que tener un proyecto y pensar en el bienestar de todos, no solo en uno mismo.

REFLEXIÓN PARA UN DOMINGO POST CERDÁN


Viendo los medios y las redes, se puede afirmar que la fragilidad de memoria no es  algo que solo afecta a los que peinan canas. Hoy, los mismos que le piden al fontanero que les cobre sin factura ni IVA, que cuando pueden escaquearse en su trabajo lo hacen, o que, si pueden evitar en el IRPF algún ingreso, se han vuelto los más puros, los guardianes del dogma, los españoles perfectos, los que más aman a su patria, los que con visceralidad irracional solo ven cómo solución a sus problemas personales la caída del actual. 

Al parecer por sus afirmaciones, encontrarán vivienda a precio asequible al día siguiente de llegar otro gobierno, que les subirá su pensión, hará que le llamen de inmediato para la intervención quirúrgica pendiente, todos los jueces esos que le dan la razón a mi vecino y no a mí se volverán justos y me darán la razón, el colegio de sus hijos se convertirá en un dechado de virtudes formativas y educativas, los másteres que deben pagarles a sus hijos en universidades privadas para cualquier trabajo de mileurista se abaratarán por arte de magia, y hasta ese novio que le revisa el móvil o el marido que la maltrata se volverán de la noche a la mañana auténticos y perfectos compañeros de vida. 

Porque de todo eso que a ellos les ocurre es responsable el actual gobierno, y con su caída milagrosamente se terminará. Al menos eso parece leyendo algunos comentarios en redes, que además de los fanatismos, rozan la idiocia. Y luego sus afirmaciones en los muros suelen además ir acompañados de amigos desmemoriados, que ya no recuerdan que Mariano Rajoy, que no dimitió pese a las informaciones sobre sobresueldos y su apoyo a Luis Bárcenas, optó por hacer solo cambios superficiales y aferrarse al cargo. O cómo el emérito se las llevó calentitas sin que ni sus más próximos colaboradores se oliesen el manejo que llevaba, claro que cómo era impune pues no pasa nada, pero ahora esos mismos exigen a los que conocían a Cerdán o a Ábalos, que deberían saber todo hasta las veces que se levantaban de noche al wáter por su próstata agrandada. Todos esos conocidos de los chorizos, deben ser desterrados a Gaza a ver si con suerte, Netanyahu les hace el trabajo de hacerlos desaparecer de la faz de la tierra, mientras ven con orgullo cómo Rajoy trabaja como registrador de la propiedad, tiene una buena situación económica y aparece ocasionalmente en actos del Partido Popular como figura de prestigio.

Claro que las miserias del franquismo, las cunetas desconocidas, el 23 F, los Gal, la guerra de Irak, el Prestige, el Yak 42, el metro de Valencia, la Güertel, la Punica , las residencias madrileñas, y demás enmierdes en las que ha estado la derecha son cosas del pasado, entre otras cosas porque hoy no gobiernan, y donde lo hacen les han salido los Mazón, los novios de España, los contratos fraccionados de Andalucía, o las concesiones a la ultraderecha, todo con tal de poder tocar poder. Llevan ustedes razón que el foco se ha trasladado al presente, cuestionando cuánto tiempo podrá el actual Gobierno soportar la situación política y mediática. Claro que se plantea incertidumbre sobre las consecuencias de la publicación de nuevos mensajes derivados de investigaciones o grabaciones realizadas por Koldo García. Claro que hay que barrer, quitar el polvo, fregar, lavar y pintar las paredes y sacar la basura a diario, pero en todas las casas.

Al parecer no quieren darse cuenta de que la derecha mediática  en España utiliza sistemáticamente titulares poco contrastados, campañas de desinformación y estrategias de polarización para debilitar al Gobierno, apoyada en incentivos económicos y una agenda política alineada con los partidos conservadores. Los daños, aunque muchas veces no tengan base judicial, son profundos y contribuyen a la erosión de la confianza en las instituciones y la calidad democrática. Esa prensa ha intensificado en los últimos años su campaña de acoso mediático contra el actual gobierno, utilizando estrategias de desinformación, titulares poco contrastados y una agenda política alineada con los partidos conservadores. Y hay muchos ejemplos de los que pongo en este post solo algunos para ilustrar que esta tendencia es real. 

Un caso paradigmático es la denuncia presentada por el pseudosindicato ultra Manos Limpias contra la esposa del presidente Sánchez, basaba en titulares de cinco medios, todos ellos subvencionados por gobiernos autonómicos del PP. Estos titulares, según los propios denunciantes, no estaban contrastados y se reconoció posteriormente que la base de la denuncia podía ser información falsa.

Y no es un fenómeno aislado, ahí están los casos de otros políticos de izquierdas como Mónica Oltra, Pablo Iglesias, Irene Montero o Ada Colau que han sido objeto de campañas similares, con causas judiciales finalmente archivadas, pero con un daño mediático ya causado. O cómo medios como esDiario acusan abiertamente al gobierno de querer “controlar a la prensa crítica” y de “deriva autoritaria”, utilizando un lenguaje hiperbólico y descalificativo (“el zorro vigilando el gallinero”, “tendencia totalitaria”), sin aportar pruebas objetivas sobre supuestos planes de censura o control de la información, mientras al mismo tiempo, se omite el hecho de que los gobiernos autonómicos de PP o de PP-Vox llevan años financiando a medios afines que esparcen bulos y manipulan sin apenas control ni transparencia sobre el gasto público en publicidad institucional.

Esos medios, la mayoría digitales, reciben financiación pública de gobiernos autonómicos conservadores, lo que, según expertos, incentiva la derechización y la polarización de sus contenidos. El sociólogo Iago Moreno señalaba en un artículo, como estos medios actúan como “ariete de embestida contra el Gobierno”, priorizando el escándalo y la viralidad sobre la veracidad informativa. Y por si aún no les convence esto a quienes me lean, revisen un estudio de Political Watch sobre los 30 principales medios de comunicación escrita en España en el que concluye que los situados en el extremo derecho presentan un alto porcentaje de artículos de baja fiabilidad, debido al uso de informaciones engañosas y poco contrastadas, contribuyendo así a la polarización y la desinformación.

Porque esa es la estrategia, la de lograr la polarización a través de la llamada “máquina del fango”. Está documentada una estrategia coordinada entre partidos de derechas, medios afines y actores ultras para amplificar bulos y campañas de desprestigio contra el gobierno. Esta “máquina del fango”, término popularizado por Umberto Eco, describe la retroalimentación entre políticos y medios para legitimar discursos y sembrar dudas, incluso cuando las informaciones resultan ser falsas. Pocos han advertido que la nueva ultraderecha y sus medios han entendido cómo explotar la inmediatez y simplicidad de las redes sociales para viralizar mensajes tendenciosos, a menudo apoyados por bots, trolls e influencers, convirtiendo a sus seguidores y oyentes en sus víctimas.

La causa de esta situación hay que buscarla en un dato curioso: el 74% de los profesores españoles considera que su alumnado está desinformado y un 67% advierte de la falta de inversión en alfabetización mediática, lo que facilita la penetración de bulos y noticias tendenciosas, especialmente entre los jóvenes que consumen información casi exclusivamente a través de redes sociales.

Aunque muchas de las causas judiciales impulsadas por estas campañas mediáticas acaban archivadas, el daño reputacional es irreparable y la corrección posterior de la información apenas tiene impacto, ya que el ciclo mediático se ha desplazado a otro escándalo. Y que nadie se confunda, si hay chorizos en la izquierda que se les juzgue y se les apliquen las penas que correspondan sin ningún tipo de paños calientes, porque parece que afirmar lo que he afirmado antes es tratar de disculpar lo imperdonable, y lo conocido estos días avergüenza a la izquierda para disfrute de los medios de la derecha, a cuyos redactores les hemos visto defendiendo sin ruborizarse lo indefendible de miembros del PP o Vox, y a esos mismos los vemos pidiendo su crucifixión cuando la mierda, real o inventada, afecta a cualquier miembro de la izquierda.

A vez si de una vez nos queremos enterar que la polarización y la desinformación no afecta solo a los partidos, sino a nuestra calidad democrática, y no lo digo yo, ya  lo advierte el informe de Freedom House y diversos expertos en comunicación política. Pero mientras sigamos pensando que nuestros corruptos son perdonables, y los del rival político demonios con rabo, esta democracia nuestra seguirá dejando mucho que desear.

Buen domingo

7 Curiosidades del caso donde solo es culpable el enemigo


1 Un informe de la UCO revela que altos cargos políticos (Ábalos, Cerdán) habrían favorecido a Acciona en contratos públicos a cambio de comisiones.

2 eso pone en evidencia graves fallos en la transparencia y control de la contratación pública en España.

3 el sistema de registro y control de empresas contratistas es limitado y poco transparente, y dificulta el seguimiento del dinero público y la identificación de empresas inhabilitadas por corrupción. Miren cómo se está adjudicando la reconstrucción en Valencia cómo ejemplo de ese poco control, aunque las leyes prohíben contratar con empresas condenadas por delitos graves. 

4 la empresa Acciona niega conocer irregularidades, expresa preocupación y dice esta que despidió al directivo implicado, sin decir porque le despidió, anuncia una investigación interna y asegura que sus controles y auditorías, no detectaron el fraude, y se pone a disposición de las autoridades.

5 El juez solicita a Acciona documentación sobre cinco adjudicaciones públicas relacionadas con los implicados, porque la UCO ha detectado vínculos entre directivos de Acciona y Koldo García desde 2015, y ha identificado pagos de hasta 620.000 euros en comisiones. La presunta trama habría contado con la colaboración de responsables de Adif y la Dirección General de Carreteras para manipular adjudicaciones a favor de Acciona.

6 Acciona está controlada por la familia Entrecanales, y es una de las mayores constructoras de España, y una empresa global, con presencia en 65 países. El apellido Entrecanales es habitual en las listas de las personas más ricas de España , y se le calcula que la fortuna familiar asciende a 5.035 millones de euros

7. Tres patas tiene la corrupción: los políticos que toman; los empresarios que dan; y los funcionarios prevaricadores que se allanan a las órdenes de esos  políticos. Al parecer los que pagan (corruptores) no merecen el interés del PP, los funcionarios corruptos tampoco, solo los que cobran, olvidando que para que haya corrupción se necesitan las tres partes, y todas son corruptas. 

La explicación debe ser que Acciona no es cercana a la izquierda. Para el PP solo son corruptos los demás, los amigos ricos y los funcionarios corruptos, nunca.

MALOS TIEMPOS PARA LA LIRICA


Cada vez vamos sabiendo más detalles. Koldo García no es solo el personaje que nos describieron en un principio cuando surgió el caso de su nombre. Le caricaturizaron como portero de discoteca, un matón al uso, un guardaespaldas, un confidente de la policía en tiempos de ETA. En ese entorno debió adquirir la costumbre de grabar todo y guardar pruebas durante años. Por cierto menudos confidentes se busca la policía.

Koldo era consciente de que le estaban vigilando, precisamente la Guardia Civil de sus amores, y lo sabía tanto por que alguien cercano se lo debió de avisar, como por que él mismo había detectado que le seguían, hasta tal punto esto último, que hay información de que Koldo le ofreció las llaves de su casa a un mando policial para que la registraran y así evitar una entrada violenta de las fuerzas de la GC en su domicilio.

Debió creer que guardar los audios era una forma de protegerse, que cómo los mismos implicaban a figuras importantes del PSOE, Cerdán y Ábalos probablemente creyó que le protegerían. Una vez que saltó el escándalo y sabiendo que su casa sería registrada, no escondió algunas de esas pruebas, porque hoy se sabe que Koldo grabó mucho más material y que parte de las pruebas sí las puso a salvo antes del registro, lo que hace pensar que existen más audios que podrían afectar a otras personas.

El caso representa hoy es un punto de inflexión, y sobre todo un golpe grave a la credibilidad del PSOE, del Gobierno y del propio Pedro Sánchez. Todo lo que hasta ahora sabemos está generando gran decepción y una sensación de traición entre sus votantes y entre los ciudadanos no fanáticos de la derecha, a los que parece no importarles sus corruptos porque son suyos. Bastaría con comparar la reacción inicial de Sánchez (disculpas y expulsión inmediata de Cerdán) con la de Rajoy en el caso Gürtel, donde parecía un mal defensa central de un mal equipo despejando balones fuera. 

Todo lo anterior no resuelve la gran incógnita, si estamos ante un caso de corrupción protagonizado por unos presuntos chorizos (los audios cada vez hacen menos presunto todo) que solo buscaban su lucro personal, o estamos ante un caso de financiación ilegal del PSOE. Por mucho que versiones interesadas en medios próximos al PP y Vox quieran ya esta mañana plantearlo cómo esta segunda versión, lo cierto y verdad es que hasta ahor la investigación oficial no acusa al partido de financiación ilegal. El el llamado “impuesto del partido” ha existido toda la vida, se llamaba el “impuesto revolucionario” entre los cargos y es una aportación interna que se hace, pero no un mecanismo ilegal de financiación. Pero mientras no concluya esa investigación, la sospecha va a persistir porque todo apunta a que los implicados cobraban comisiones, aunque no está claro si era para beneficio personal o del partido.

Curiosamente dentro del PSOE, la imputación de Ábalos no sorprendió tanto como la de ahora a Cerdán, en quien había prácticamente una confianza absoluta por parte de todos los miembros de su partido que han comentado el caso. Puede  que eso sea una consecuencia de tanta filtración, de tantos rumores interesados, en la mayoría de los casos infundados. Eso ha  generado una desconfianza a cualquier información que le afectase y provocado un cierre de filas en todo el partido, al que desde que Sánchez alcanzó la presidencia le han asediado no solo con campañas mediáticas sino también judiciales. La oposición, en general, y especialmente el PP, han equiparado este caso con otros escándalos, con los que nada tiene que ver, consiguiendo lo que ha sido su objetivo desde el principio, una intensificando de la polarización política, creando un ambiente en el que nadie piensa que existan políticos decentes, dejando en el olvido a la inmensa mayoría de servidores públicos que realizan una tarea impagable sin ningún atisbo de que no lo hagan con honradez.

Lo que ya nadie puede dudar es que este caso ha dejado tocada la legislatura y la credibilidad del Gobierno, y la resolución, y que ninguna auditoría va a aclaran las dudas sobre una posible financiación ilegal, que solo puede descartarse por una exhaustiva investigación judicial. Y tampoco se puede negar el ambiente de desconfianza, de cómo se vive entre los ciudadanos una polarización, y que estamos ante una crisis política de consecuencias imprevisibles hoy tanto para el PSOE y el Ejecutivo. 

Se entiende el shock de los militantes socialistas, se entiende menos su silencio. Se entiende la alegría de la derecha, se entiende menos que no se miren al espejo antes de hablar. Se entiende que Feijoo busque la polarización para arrimar el ascua a su sardina, pero no se entiende que no valore que la intensidad de esa polarización ha subido a los niveles actuales desde que el llego de Galicia, y que ni siquiera en los tiempos del “váyase, señor González”, ni el de los insultos y acusaciones a Zapatero, ni cuando la Gürtel y la sentenciada financiación ilegal del PP, se llegó al nivel de crispación que vivimos hoy. El único protagonista nuevo en esta película que llevamos años viviendo es Feijoo, el moderado que venía a regenerar la política española tapando el asunto de Ayuso y Casado, los demás ya estaban en el escenario.

Buen sábado.

El espectáculo de la corrupción: cuando el lodo salpica, la derecha acusa con cínico entusiasmo y la democracia exige regeneración.


Ayer fue, sin duda, un día difícil para todas y todos. La revelación de un nuevo caso de corrupción en nuestro país ha desatado, como era de esperar, un torbellino de indignación. Sumar, por ejemplo, no tardó en compartir el "gran enfado e indignación" que sienten las personas progresistas, calificando la corrupción no como un mal menor, sino como una "traición a la ciudadanía". En consecuencia, exigieron la "dimisión inmediata de Santos Cerdán y mayor transparencia" a su socio de gobierno. Pero más allá de la legítima condena y el lamento generalizado, este episodio nos obliga a mirar con lupa las reacciones y, sobre todo, a reflexionar sobre la urgente necesidad de una verdadera regeneración democrática.

Es sorprendente, por no decir cínico, observar la facilidad con la que algunos, especialmente desde la derecha, se erigen en jueces implacables, dictando sentencia y condenando con una vehemencia que no les conocíamos. Resulta casi cómico ver al Partido Popular (PP) y a su líder, el señor Feijóo, atreverse a condenar la corrupción "teniendo sobre sus espaldas una interminable lista de casos y personas condenadas", muchas de las cuales ocuparon puestos de responsabilidad en sus propios gobiernos sin que se recuerde que fuesen cesados o dimitieran por voluntad propia, sino siempre "por imperativo legal". 

Parece que su labor no es hacer oposición constructiva, presentando alternativas que mejoren la vida de los ciudadanos, sino "revolver en el lodo buscando argumentos" para usurpar el puesto del contrario, incluso si son "nimios" y pueden ser "amplificados por los poderosos medios afines". La actitud del señor Feijóo, dispuesto a "utilizar cuantas armas sean precisas para derrocar al presidente del gobierno" sin pensar en el país, sino solo en su propia ambición, es despreciable. Y lo más irónico es que esto sucede mientras, el PP mantiene en su puesto y brinda su apoyo incondicional a quienes son presuntos responsables de delitos de una inmensa gravedad que incluso llegaron a costar la vida a numerosos ciudadanos de nuestro país. En definitiva, parece que hay quien suspira por la infracción ajena, esperando que cuanto peor, mejor, siempre y cuando beneficie su ascenso al poder.

Sin embargo, el problema de la corrupción trasciende las batallas partidistas y las hipocresías coyunturales. Como bien señala Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho, la indignación y el desencanto son palpables, especialmente cuando el caso afecta a figuras con un indiscutible protagonismo político como Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. La respuesta oficial del partido se ha limitado a peticiones de perdón, promesas de auditoría y reajuste de cargos, pero eso solo puede llevar a ha sido cerrar en falso una grave herida. Está en juego es la credibilidad del partido, del gobierno y, lo que es aún más grave, de la propia ciudadanía, porque hay un descrédito para la democracia, que transmite la idea de que "todos los políticos son corruptos", lo que representa el caldo de cultivo ideal para que prospere "la extrema derecha".

Lo verdaderamente inquietante, más allá de la existencia de políticos corruptos (que siempre los ha habido y siempre habrá quien traicione lo público, es que la sociedad en su conjunto ni exija, ni se indigne, ni distinga entre unos y otros, y con ello su voto se convierta en escudo protector, no en instrumento de mejora de la calidad de vida. España arrastra décadas de escándalos que han salpicado a todos los grandes partidos, pero la respuesta ciudadana ha sido a menudo justificar según le convenga. Es el viejo y nocivo "y tú más", que no soluciona nada y lo pudre todo. La regeneración democrática no es una tarea que deban realizar los de arriba, sino que solo será posible cuando un votante, sea de derechas o de izquierdas, denuncie con la misma vehemencia a un corrupto de su partido. La democracia solo funciona cuando los ciudadanos anteponen al fanatismo la verdad y el interés general. Si seguimos defendiendo a los nuestros por el mero hecho de ser "nuestros", la corrupción dejará de ser un problema del gobierno para convertirse en un gran fracaso colectivo de nuestra democracia.

Ante esta ruptura de confianza, la solución no es entregar el gobierno al partido de la Gürtel y a la extrema derecha, sino acometer una auténtica democratización del Estado. No es suficiente con pedir perdón, necesitamos hechos, medidas concretas, entre otras la revisión de la Ley de contratos del sector público, o la prohibición de la participación en la oferta pública a los corruptores, o el cambio de los sistemas de control y o que de una vez dejemos las papeletas de un partido y vayamos a listas abiertas. Necesitamos una barrera contra toda la corrupción y cualquier aportación que la haga eficaz debería ser bienvenida.  

Es hora de que la ciudadanía de nuestro país exija mucho más que palabras. La corrupción es una herida abierta en el corazón de nuestra democracia que exige una respuesta inquebrantable. Ya no es suficiente la indignación ni el perdón; se impone una regeneración profunda y transversal, liderada por una ciudadanía vigilante y sin sectarismos, que anteponga la ética a la ideología. Es el momento de transformar las palabras en hechos, las promesas en reformas estructurales, y la indignación en un impulso colectivo para blindar nuestras instituciones y asegurar que la política sirva, sin excepciones, al bienestar de todos. Solo así se construirá un muro infranqueable contra la corrupción y se devolverá la credibilidad a un sistema que la sociedad clama por recuperar. Merecemos que el gobierno adopte políticas urgentes que garanticen lo público, empezando por el mayor problema hoy, la vivienda.

viernes, 13 de junio de 2025

Algunos estarían más guapos y guapas callados porque estaban allí.


Ahora resulta que se acusa en redes y medios por algunos socialistas, de un pucherazo en las primarias del Psoe en 2014 donde fue elegido secretario general Sánchez. Como conozco esa época deberían saber que esas primarias las organizó una gestora, y que cada candidato tenía sus interventores. Igual están llamando indecentes o tontos a sus compañeros interventores y a los de esa gestora, porque les ciega su odio a Sánchez.
Algunos estarían más guapos y guapas callados porque estaban allí.

HA DIMITIDO CERDÁN


El PSOE está en estado de shock tras conocerse el informe de la UCO que implica a Cerdán, su número tres. El asunto, no es banal, una supuesta adjudicación irregular de obras públicas a cambio de comisiones, algo imperdonable para un dirigente de izquierda. Cerdán ha negado haber cobrado comisiones y ha anunciado que declarará voluntariamente ante el Supremo el 25 de junio, pero no ha aclarado si antes de hacerlo dimitirá. Está muy claro que la presunción de inocencia del secretario de Organización del PSOE ya ha saltado por los aires.

 La UCO, ha hecho su trabajo, lo que nunca puede ser óbice para no poder afirmar que tiene algún que otro delincuente y filtradores  dentro. Pero lo realmente triste es que estos presuntos delincuentes en la izquierda le abran las puertas a que los dirigentes del PP intenten darnos clases de honradez y ética. 

El partido y el Gobierno están bajo gran tensión y se esperaban decisiones inminentes. La dirección socialista y La Moncloa han mantenido silencio mientras crecía la presión interna y externa para que se tomen medidas rápidas. La primera acaba de producirse, la dimisión de Cerdán tanto de la secretaría de Organización cómo de su cargo como diputado.

Pedro Sánchez, me parece una persona honrada, lo que no quiere decir que dentro del PSOE no haya “trepas” que aprovechan sus cargos para robar y lucrarse con dinero público, y pueden hacerlo gracias a empresas con tan pocos o menos escrúpulos que  esos cargos. 

Pero eso es insuficiente la dimisión, Sánchez tiene que dar explicaciones y si existen sospechas sobre otros personajes, realizar ceses. Tiene que salir a dar la cara, porque el asunto es muy serio y los ciudadanos debemos pedir que se esclarezca todo y se den todo tipo de explicaciones. Y cuanto antes, porque la situación es de una gravedad manifiesta. Callado no va a solucionar nada. 

El Gobierno es una coalición de partidos y el PSOE es uno de ellos, el mayor, pero solo uno más, y tiene la obligación de cuidar a todo el gobierno, y eso lo hace siendo contundente. El Gobierno no tiene porqué disolverse, porque los ciudadanos de este país no se merecen un gobierno de una derecha que es la auténtica maestra en asuntos de corrupción. El presidente del Gobierno tiene que dar todas las explicaciones y, como presidente del PSOE limpiar cualquier atisbo de corrupción que pueda acreditarse no limitándose solo a aceptar la dimisión. El que la haga en la izquierda tiene que pagarla, sea quien sea y tenga el cargo que tenga.

Es una dimisión necesaria, pero no suficiente. Dimitiendo Cerdán ya ha hecho más que cualquier cargo del PP, y al no quedar  aforado, será imputado si procede y juzgado por la justicia ordinaria, como cualquier hijo de vecino, y ojalá por salud democrática el PP actuase con la misma contundencia. 

Pero aún así, Sánchez debe resetear todo, posiblemente incluso someterse a una Cuestión de Confianza en el Congreso (artículo 112 de la Constitución) para con ello demostrar que cuenta con el apoyo de los socios de investidura. Si no cuenta con ella, ir a convocatoria de elecciones para todos asumir el riesgo que supone para la democracia ver de presidente a Feijóo y de ministro del Interior a Abascal.

El país de las filtraciones.


Menudo país nos está quedando. Todo sale por filtración y siempre con el mismo sesgo. Curiosamente nadie investiga de donde surgen esas filtraciones.

Ni idea del contenido de las que esta noche han salido y  que dicen afectan a Santos Cerdán. Pero si cualquiera de los mencionados tiene culpa o no, ya es lo mismo, porque ya tenemos el juicio mediático en marcha y ya están liquidados, no cabe ninguna duda. Pero no puede ser casualidad, que esta mañana en el Congreso el PP ha llegado a preguntar varias veces por Santos Cerdán. 

Parecen demasiados informes de la UCO derivados de la investigación de móviles, con lo que hoy se puede hacer con la IA, sirvan de ejemplo los informes falsos para construir las acusaciones falsas contra Podemos. Cuando el mundo oscuro va a por alguien, tiene todas las armas para conseguir eliminarlo. No van a parar, no van a dejar a medias el golpe.

Todo es un calco del caso contra Podemos, un calco de las acusaciones contra el nacionalismo catalán, un calco del caso contra Egunkaria. Todo vale para acabar con todo el que les resulta molesto para sus fines. 

Pero lo realmente curioso es que eso pueda salirles bien, porque esos mismos servicios de seguridad y jueces miren para otro lado cuando las informaciones de corrupción afectan al entorno de Ayuso, al entorno de Mazón, al de Moreno Bonilla, o al del propio Feijoó.

Mientras la justicia no intervenga contra este mecanismo de filtradores, y se pueda publicar lo que se quiera sin ningún tipo de confirmación de la noticia, sin importar si eso daña a personas sin pruebas, y no actuando con la misma vara de medir con toda la corrupción venga de donde venga, es imposible que los ciudadanos creamos que la justicia en este país es justicia. 

En las redes y en algunos medios, ya hay condenados, y aún no se sabe de que se les acusa, ni hay fecha aún para el juicio. Alguno ya les ve ante el pelotón de fusilamiento.


El espectáculo de la corrupción: cuando el lodo salpica, la derecha acusa con cínico Entusiasmo y la democracia exige regeneración


Ayer fue, sin duda, un día difícil para todas y todos. La revelación de un nuevo caso de corrupción en nuestro país ha desatado, como era de esperar, un torbellino de indignación. Sumar, por ejemplo, no tardó en compartir el "gran enfado e indignación" que sienten las personas progresistas, calificando la corrupción no como un mal menor, sino como una "traición a la ciudadanía". En consecuencia, exigieron la "dimisión inmediata de Santos Cerdán y mayor transparencia" a su socio de gobierno. Pero más allá de la legítima condena y el lamento generalizado, este episodio nos obliga a mirar con lupa las reacciones y, sobre todo, a reflexionar sobre la urgente necesidad de una verdadera regeneración democrática.

Es sorprendente, por no decir cínico, observar la facilidad con la que algunos, especialmente desde la derecha, se erigen en jueces implacables, dictando sentencia y condenando con una vehemencia que no les conocíamos. Resulta casi cómico ver al Partido Popular (PP) y a su líder, el señor Feijóo, atreverse a condenar la corrupción "teniendo sobre sus espaldas una interminable lista de casos y personas condenadas", muchas de las cuales ocuparon puestos de responsabilidad en sus propios gobiernos sin que se recuerde que fuesen cesados o dimitieran por voluntad propia, sino siempre "por imperativo legal". 

Parece que su labor no es hacer oposición constructiva, presentando alternativas que mejoren la vida de los ciudadanos, sino "revolver en el lodo buscando argumentos" para usurpar el puesto del contrario, incluso si son "nimios" y pueden ser "amplificados por los poderosos medios afines". La actitud del señor Feijóo, dispuesto a "utilizar cuantas armas sean precisas para derrocar al presidente del gobierno" sin pensar en el país, sino solo en su propia ambición, es despreciable. Y lo más irónico es que esto sucede mientras, el PP mantiene en su puesto y brinda su apoyo incondicional a quienes son presuntos responsables de delitos de una inmensa gravedad que incluso llegaron a costar la vida a numerosos ciudadanos de nuestro país. En definitiva, parece que hay quien suspira por la infracción ajena, esperando que cuanto peor, mejor, siempre y cuando beneficie su ascenso al poder.

Sin embargo, el problema de la corrupción trasciende las batallas partidistas y las hipocresías coyunturales. Como bien señala Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho, la indignación y el desencanto son palpables, especialmente cuando el caso afecta a figuras con un indiscutible protagonismo político como Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán. La respuesta oficial del partido se ha limitado a peticiones de perdón, promesas de auditoría y reajuste de cargos, pero eso solo puede llevar a ha sido cerrar en falso una grave herida. Está en juego es la credibilidad del partido, del gobierno y, lo que es aún más grave, de la propia ciudadanía, porque hay un descrédito para la democracia, que transmite la idea de que "todos los políticos son corruptos", lo que representa el caldo de cultivo ideal para que prospere "la extrema derecha".

Lo verdaderamente inquietante, más allá de la existencia de políticos corruptos (que siempre los ha habido y siempre habrá quien traicione lo público, es que la sociedad en su conjunto ni exija, ni se indigne, ni distinga entre unos y otros, y con ello su voto se convierta en escudo protector, no en instrumento de mejora de la calidad de vida. España arrastra décadas de escándalos que han salpicado a todos los grandes partidos, pero la respuesta ciudadana ha sido a menudo justificar según le convenga. Es el viejo y nocivo "y tú más", que no soluciona nada y lo pudre todo. La regeneración democrática no es una tarea que deban realizar los de arriba, sino que solo será posible cuando un votante, sea de derechas o de izquierdas, denuncie con la misma vehemencia a un corrupto de su partido. La democracia solo funciona cuando los ciudadanos anteponen al fanatismo la verdad y el interés general. Si seguimos defendiendo a los nuestros por el mero hecho de ser "nuestros", la corrupción dejará de ser un problema del gobierno para convertirse en un gran fracaso colectivo de nuestra democracia.

Ante esta ruptura de confianza, la solución no es entregar el gobierno al partido de la Gürtel y a la extrema derecha, sino acometer una auténtica democratización del Estado. No es suficiente con pedir perdón, necesitamos hechos, medidas concretas, entre otras la revisión de la Ley de contratos del sector público, o la prohibición de la participación en la oferta pública a los corruptores, o el cambio de los sistemas de control y o que de una vez dejemos las papeletas de un partido y vayamos a listas abiertas. Necesitamos una barrera contra toda la corrupción y cualquier aportación que la haga eficaz debería ser bienvenida.  

Es hora de que la ciudadanía de nuestro país exija mucho más que palabras. La corrupción es una herida abierta en el corazón de nuestra democracia que exige una respuesta inquebrantable. Ya no es suficiente la indignación ni el perdón; se impone una regeneración profunda y transversal, liderada por una ciudadanía vigilante y sin sectarismos, que anteponga la ética a la ideología. Es el momento de transformar las palabras en hechos, las promesas en reformas estructurales, y la indignación en un impulso colectivo para blindar nuestras instituciones y asegurar que la política sirva, sin excepciones, al bienestar de todos. Solo así se construirá un muro infranqueable contra la corrupción y se devolverá la credibilidad a un sistema que la sociedad clama por recuperar. Merecemos que el gobierno adopte políticas urgentes que garanticen lo público, empezando por el mayor problema hoy, la vivienda.


miércoles, 11 de junio de 2025

Castilla-La Mancha consigue cubrir todas sus plazas MIR en un proceso nacional pese a los desafíos pendientes


“Las dificultades en zonas rurales se agravan por los médicos que se recorren para trabajar, el uso del vehículo sin compensación, que persisten las carencias estructurales desde hace tiempo. El medico rural tiene más estabilidad, pero mayores carencias logísticas”

El pasado 28 de mayo de 2025, culminó el proceso de adjudicación nacional para elegir plaza de Formación Sanitaria Especializada (MIR), logrando en Castilla-La Mancha la cobertura total del 100% de las 507 plazas ofertadas. Este número representa la mayor oferta de plazas en la historia de la región, un incremento notable respecto a las 194 plazas que se ofrecían en 2015. Esta diferencia de 313 plazas en 10 años demuestra un compromiso con el futuro de la sanidad.

Para nuestra comunidad, haber cubierto la totalidad de las plazas de Medicina de Familia por cuarto año consecutivo, es un logro relevante. Se adjudicaron 107 plazas este año, superando las 99 del año anterior, lo que convierte a nuestra región en una de las seis comunidades que han conseguido cubrir el cien por cien de estas plazas durante cuatro años seguidos. Este apunta a que las condiciones de formación son valoradas positivamente por los aspirantes, e incluso qué áreas sanitarias pequeñas también han ofrecido formación especializada logrando cubrir todas sus plazas ofertadas. También es una gran noticia, puesto que somos muchos los sanitarios en edad de jubilación y nuestras plazas deben ser cubiertas. Si las últimas tendencias se siguen cumpliendo, ocho cada diez profesionales formados en nuestra región se quedarán a trabajar en nuestra Comunidad. El Ministerio de Sanidad es el encargado de la realización, selección y adjudicación de estas plazas, y la última plaza en Castilla-La Mancha fue adjudicada al número 12.499 en concreto al área de Manzanares.

A nivel nacional, el proceso de elección de plazas FSE ha vuelto a mostrar tendencias recurrentes, consolidándose de nuevo especialidades como Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología, y Cirugía Plástica, como las más demandadas y han sido adjudicadas en tiempo récord por los aspirantes con mejores calificaciones en el examen MIR. Detrás de esa priorización a la hora de elegir, no solo está el aspecto vocacional, sino que influyen mucho otros factores como la calidad de vida, las condiciones laborales, el acceso a la actividad privada, el prestigio social o las posibilidades de conciliación personal y profesional, aspectos que ofrecen estas especialidades con menor desgaste emocional y físico, respecto a otras. Frente a estas elecciones prioritarias tenemos a la Medicina Familiar y Comunitaria que un año más, ha sido una de las especialidades menos solicitadas, a pesar de ser la especialidad con el mayor número de plazas ofertadas a nivel nacional, con un total de 2.508, cifra que cuatriplica a Pediatría y quintuplica a otras especialidades como Anestesiología o Medicina Interna.

El año pasado se cubrieron casi la mitad de las que habían quedado desiertas en Medicina de Familia en repesca, pero aún así 246 se quedaran sin elegir, especialmente en lugares de difícil cobertura, generalmente zonas muy rurales y aisladas. Este año, incluso esas han quedado cubiertas sin necesidad de repesca, las últimas en la provincia de Lugo. Fue el turno 13.430 el que escogió la última, en Burela. Una muestra de la discriminación rural que sufre la profesión.

Las condiciones laborales de los médicos rurales son percibidas por los aspirantes como una 'penalización', que tras años de formación exigente, desalientan a los nuevos facultativos, puesto que esos destinos implican casi siempre aislamiento, plantillas en mínimos, una falta de relevo generacional, aislamiento profesional, y unas guardias con características muy concretas y no siempre gratificantes.

Impulsar la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria requiere de un compromiso de todas las instituciones y organizaciones implicadas, y necesita de campañas de sensibilización para destacar su importancia, una mejora de los recursos y una formación específica con prácticas clínicas en Atención Primaria, la mejora de las condiciones profesionales. Solo un dato para respaldar esas necesidades: más del 40% de los médicos de familia en Atención Primaria tenemos 60 años o más. La Organización Médica Colegial (OMC) presentó recientemente el estudio “El Médico de Familia en España”, que pone en evidencia que la Atención Primaria está en crisis, que la mayoría de los médicos de familia acumulan más de 26 años de ejercicio, que uno de cada cinco médicos de familia no está satisfecho con sus condiciones laborales, que solo uno de cada cuatro logra conciliar vida laboral y familiar en el ámbito rural, y que tres de cada cuatro no se sienten respaldados por la administración sanitaria.

Las dificultades en zonas rurales se agravan por los kilometros que los médicos recorren para trabajar, el uso del vehículo sin compensación, que persisten las carencias estructurales desde hace tiempo. El médico rural tiene más estabilidad, pero mayores carencias logísticas. La población envejecida requiere más tiempo. La insuficiencia de plantillas genera sobrecarga. Es una realidad la precariedad en Atención Primaria.

Que, pese a todo en nuestra región todas las plazas de Medicina Familiar y Comunitaria lleven cuatro años consecutivos cubriéndose al cien por cien de las ofertadas, debemos entenderla cómo satisfactoria, pero también cómo un reto para la administración sanitaria que debería ver en ello, cómo con una mejora en los aspectos citados cómo deficitarios o problemáticos, se estimularía a que el problema real de carencia de médicos de familia, en nuestra comunidad podría paliarse antes que en otras.


martes, 10 de junio de 2025

Inspirado en un artículo de JM Izquierdo


De verdadero terror, esta fauna asusta y aterroriza, pero se postulan para gobernarnos a partir de 2027. Pánico de ver a miles de ciudadanos llamar mafiosos y corruptos a un Gobierno donde, ni uno solo de sus 22 ministros está manchado por asunto judicial alguno.
Al frente de la turba, los de siempre: Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, acompañados por el florido pasado de José María Aznar (el de Irak y el 11-M, ¡con sus vicepresidentes en el recuerdo!) y Mariano Rajoy (¡Gürtel, Bárcenas, policía patriótica, la Santísima Trinidad de la limpieza!). No falta en el aquelarre ese ser del inframundo llamado Carlos Mazón, que ha pactado la desmemoria histórica, ni la icónica Esperanza Aguirre, capaz de afirmar sin despeinarse, que la dictadura de Franco fue mejor que la II República. ¡Claro que sí, señora! ¿Un millón de muertos, fusilados en cunetas, torturas, hambre atroz? ¡Menudas nimiedades comparadas con lo bien que se vivía en la dictadura que esos salvajes con uniforme impusieron! Luego la reina del charco de ranas se va al aquelarre del loco argentino que blande motosierras y llama “mierdas” a todos los socialistas. ¡Es lo que tienen los fascistas de mierda, que son unos bocachanclas y lengualarga! Da arcadas escuchar a la ministra de Cultura que tuvimos.
Pero si hay alguien que espanta, es Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, esa a la que maneja Miguel Ángel Rodríguez aleteando como Campanilla en torno a la cabeza hueca de su títere. La misma que en una Conferencia de Presidentes monta un número de circo risible y patético para despreciar a catalanes y vascos. Y mientras, Núñez, sumiso, se apresura a felicitar a la ínclita indocumentada. Ayuso es deslenguada e ignorante, sí, pero ¡es nuestra deslenguada y nuestra ignorante!. Su pasado, ¡qué joya!, empezó llevando el blog de la perrita de Aguirre. ¡Para qué hablar de su novio confuso y las muertes en residencias!
¿Y qué me dicen del murciano López Miras, echando inmigrantes menores a la calle porque así se lo exigen las huestes de Abascal? O ese tipo de Vox que rompió fotos de víctimas del franquismo, Gabriel Le Senne. ¡Conviene ver sus "papelillos" para entender de qué estamos hablando! Los despreciamos y no vemos la bazuca. Y eso, los educados, que en Ferraz hay quien quema efigies de Sánchez y apuesta por su desaparición física.
El objetivo central de los insultos más gruesos es, cómo no, Pedro Sánchez. ¡Le han llamado de todo! Tiene la piel como el cocodrilo ya. El autor tiene comprobado en su archivo que le han gritado psicópata (¡con o sin narcisista!), sátrapa, déspota, golfo, vampiro, autócrata, ególatra, presidente ilegítimo, capo mafioso (¡de la Ndragheta calabresa, nada menos!), muerto viviente, chulo, lerdo de expresión, Nerón, gánster, vil, cobarde, amoral químicamente puro, traidor por vicio, chanchullero amoral, loco de atar, deformidad física y moral. ¡Hasta Tirano le dijo la reinona del vermú! Y, por supuesto, hijo de puta, como todos oímos.
A ver, ¿que los pelos se ponen como escarpias con lo de Ábalos, Koldo o Leire? ¡Pues sí, claro! Y da arcadas oír la trama hidrocarburos. ¡Y sí, el Gobierno y el PSOE deben limpiar las cochiqueras si ha crecido la mugre!¡Y con energía hercúlea, que la blandenguería es mortal! ¡Que dejen de joder con la pelotita y remen para evitar esta pesadilla! Pero que no se nos olvide que la miseria de la oposición se amontona como el pico Aneto, y que en el vertedero de estiércol que han montado el PP, sus jueces y sus decenas y decenas de periodistas soeces y mentirosos se mueven como orcas asesinas.
Y hablando de jueces... ¡Aquí sí que da pánico! Resulta que un magistrado del Supremo, dechado de imparcialidad (¡ríete tú de la imparcialidad, que esto causará furor en Estrasburgo!), quiere rematar la cacería contra el fiscal general con una imputación, ¡atención!, absurda y delirante, basada en meros indicios. Este mismo adalid de la justicia que archivó el caso Couso, que no quería que Rajoy declarase en Gürtel, que llamó “tipeja” a la presidenta de las víctimas del 11-M, y que le parece de perlas que los jueces colaboren con los partidos si hay “sintonía” de pensamiento. ¡Con estos mimbres, qué bien pinta el futuro!
En fin, que entre la fauna que aspira a gobernarnos, las arcadas que dan, el terror que provocan sus ideas (¡prohibir idiomas, cargarse la sanidad pública, poner colegios de curas y locos libertarios!) y la cacería judicial, la situación es un pavoroso ruedo ibérico que quita el sueño. Y no, no exageramos, no hacemos un mohín. Esto, amigos, es el verdadero terror.

LA GRAN CORRIDA EN LAS VENTAS


Seis manis, seis (van ya) de la prestigiosa ganadería de don Alberto Feijoo, criado en tierras orensanas, para los diestros Almeida, Ayuso y Aznar (triple A) y con Alberto de sobresaliente(como cuarta A).

No van a parar. El PP no puede dejar de intentar cargarse al gobierno e intensificar su exigencia de un adelanto electoral por lo civil o por lo judicial. No es algo casual. Su único propósito, que las elecciones generales se celebren antes de que les toque la lotería en la serie de juicios en los que el partido está inmerso. No es que les hayan citado como testigos o como investigados, sino que todo son macrocausas en las que les toca sentarse en el banquillo de los acusados. Todas por corrupción y todas afectan a miembros destacados del PP. 

Las hay para todos los gustos, desde las de financiación irregular, a otras por contratos fraudulentos y por otras prácticas delictivas de lo más diverso. Veamos un pequeño resumen del POBLEMA. 

Destacan la Gurtel, que no se acaba de cerrar; la Púnica que empezó en abril y donde están pringados casi cuarenta alcaldes y empresarios; Lezo por corrupción en donde desviaban fondos públicos para financiar ilegalmente campañas y enriquecer a sus dirigentes políticos y sus entornos y que está ya vista para sentencia que se espera en los próximos meses.

Y luego está el caso estrella, la Kitchen, donde quienes acusan al gobierno de mafioso, montaron un operativo policial ilegal ( eso sí que es propio de una mafia) para proteger al partido popular de todas las consecuencias judiciales que pudiera causarles su corrupción. Para ello actuaron espiando y robando pruebas, como auténticos defensores de la democracia. En ella figuran como acusados: primero el exministro Fernández Díaz; luego ese servidor público ejemplar, el que hace unos días fue detenido por un tema de venta de datos y luego puesto en libertad, el exsecretario de Estado señor Martínez; y como iban a faltar varios mandos policiales de absoluta confianza y amor a la patria; nuestra ejemplar y con testigos como un tal M. Rajoy que seguimos sin saber quién será, con fecha prevista para el juicio en mayo y junio de 2026.

Feijoo solo ve como solución a la que se le viene encima el conseguir un adelanto electoral porque en 2026 quien quedará claro que es una mafia y que le importa lo suyo antes que la democracia es su partido. 

Y claro, con este panorama a la vista, Alberto el moderado está desesperado.

Resumen de un artículo de E Palomera


Pedro Sánchez debe ser un dictador de pacotilla. De no ser así, Ayuso no podría mentir, injuriar, insultar y acusar al presidente sin que hubiese ordenado su detención. 

Un verdadero dictador no permitiría que sus opositores le llamasen “hijo de puta”, se manifestaran en las calles de la capital para tacharle de “capo de la mafia” y animaran a los españoles a “asaltar La Moncloa”.

En las dictaduras se reprime, se siembra el terror en la población para disuadir y desmovilizar. No se puede uno manifestar ni protestar, los ciudadanos viven aterrorizados y no pueden montar un mitin contra él como hizo el PP este domingo en la plaza de España. En una dictadura sería imposible gritar en alto “hay que echar a Sánchez”. Franco lo hacía y sus herederos ahora acusan de hacerlo al actual gobierno.

Cuando el PP habla de mafia o dictadura se confunde con el gobierno. Son algunos sectores del poder judicial, que es la única estructura del Estado que no ha hecho transición del franquismo a la democracia y en la que perviven togados que hacen y deshacen a su antojo sin que nadie les controle o juzgue por su trabajo, como ocurre con el juez Peinado o con el juez Hurtado por poner dos ejemplos.

Esto es la oposición que miente tanto como grita. Hasta en esto

El AUTO del juez Hurtado

Léanse el auto por el que Hurtado decide llevar al banquillo al fiscal general. Si alguien tras su lectura encuentra indicios clarísimos de que fue el fiscal general quién filtró os datos que diga en que página lo dice y nos lo explica. 

 Supongo que también el fiscal tendrá derecho a la presunción de inocencia (aunque no sea militante del PP a quienes ese derecho se les supone).

En esta resolución del Tribunal Supremo hay elementos cuestionables jurídicamente porque no se detallan los indicios de delito por los que se decide el procesamiento. Cuando en el auto el juez dice que “el fiscal se activó"  "por indicaciones de la Presidencia del Gobierno para acabar cometiendo un delito” me parece una afirmación gravísima si no tiene pruebas de ello. Solo llega a esa conclusión cómo una presunción sin decir en base a qué lo afirma. En todo el auto no lo explica.

No hay  datos en el auto de los que se pueda deducir que, porque tenía el fiscal esa información, ni si la filtró a un periodista, ni cómo la filtró.

No tengo ni idea de los pasos que se pueden dar, ni si se puede acusar de prevaricación al señor juez, ni si se le puede denunciar, pero lo que parece estar más que claro es que estamos ante un acoso y derribo del  gobierno legítimo. Ya sabemos que haga lo que haga el gobierno, el PP y sus medios lo van a machacar, y si denuncia al juez por prevaricación nos dirán  que va en contra los Jueces. De acuerdo el coste político que esa denuncia puede tener, pero aunque fuese solo  por dignidad, este auto se merece  una querella por injurias.

Quieren dinamitar al gobierno, y no se están dando cuenta de que lo que están dinamitando es  nuestra democracia, aunque igual es eso lo que pretenden.

lunes, 9 de junio de 2025

Palante¡ y el juez procesa al fiscal general del Estado por la filtración del correo del novio de Ayuso

Al final ha ocurrido lo que antes incluso de la instrucción ya nos avisó MAR que iba a suceder. ¡Palante¡ y el juez procesa al fiscal general del Estado por la filtración del correo del novio de Ayuso. Lo hace tanto al fiscal general del Estado, como a la fiscal jefe provincial de Madrid. Motivo, un presunto delito de revelación de secretos relacionado con la filtración de un correo electrónico del abogado de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Este correo contenía información sensible sobre la negociación de un posible pacto con la Fiscalía y el reconocimiento de dos delitos de fraude fiscal por parte del novio e España. 

Aunque no existen pruebas directas que señalen al fiscal general, el juez instructor considera que hay indicios suficientes para situarlo detrás de la filtración. El juez sostiene que, supuestamente, el fiscal actuó siguiendo "indicaciones recibidas" de la Presidencia del Gobierno y que la filtración se produjo para contrarrestar informaciones publicadas en prensa sobre la investigación. Lo cierto y verdad es que al parecer, ya con que el juez lo pueda suponer, es suficiente para ir al banquillo. Es curiosa la doble vara de medir, aquí te sientan por suponer, pero no se puede suponer que significa M. Rajoy. Que el correo filtrado formaba parte de una conversación privada entre abogado y fiscal, protegida por la confidencialidad profesional, nadie lo discute, cómo tampoco es discutible que los periodistas han acreditado tener el correo en su poder antes de que se enviase al fiscal.

La defensa del novio basa su acusación en un informe de la UCO que señala la "participación preeminente" del fiscal general en la filtración y en la declaración de la fiscal superior de Madrid, quien relató una conversación con García Ortiz sobre la filtración. También destaca el borrado de los móviles y correos electrónicos de García Ortiz como un intento de ocultar información relevante para la investigación.

La fiscal jefe de Madrid, ha solicitado el archivo de la causa, argumentando que el secreto de las comunicaciones se rompió cuando el propio entorno de Ayuso divulgó el contenido del correo. Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, ha admitido que difundió uno de los correos a los medios, aunque asegura desconocer el origen de este. Y el novio de España ha declarado que tanto el correo de confesión como la filtración se hicieron sin su consentimiento.

Ahora el juez ha dado un plazo de diez días a las partes para que presenten escrito de acusación, soliciten el sobreseimiento o, de forma excepcional, pidan la práctica de diligencias adicionales. La investigación sigue abierta y las partes pueden solicitar nuevas actuaciones antes de decidir si se abre juicio oral.

Se respira una indignación generalizada ante la actuación del juez Hurtado. Puede que presuntamente sea prevaricación, parcialidad y una actuación como brazo judicial de la derecha y la extrema derecha (PP y Vox). La falta de pruebas en la imputación del Fiscal General del Estado huele a “golpe de Estado judicial” o “golpe blando”, porque todo apunta a que la justicia está siendo instrumentalizada para atacar al gobierno por tierra mar y aire. 

No es de extrañar que muchos comentarios en redes hablen hoy de una justicia que está dominada por una “mafia” de ideología reaccionaria, y de que la democracia está en peligro.

CONFERENCIA DE PRESIDENTES


Los presidentes del PP se quejan unánimemente con el calificativo de “fracaso” del resultado de la Conferencia de Presidentes. La autocritica entre ellos brilla por su ausencia, solo hay un culpable, el titular del Gobierno, que según afirman "esta en contra de todas las propuestas" de las CCAA.
No ha habido acuerdos, cómo todo el mundo esperaba desde el momento en el que se impone un orden del día cómo condición para acudir a la Conferencia, pero la culpa es del gobierno, debe ser por incluir todos los puntos que los presidentes del PP exigían. Cómo los han incluido, ahora es un signo de la debilidad del gobierno.
Considero que lo que demuestra la actitud en esa Conferencia es una manera de entender la política, la de hacer oposición contra todo lo que plantee el gobierno, no importa si esa propuesta pudiera beneficiar a los ciudadanos, solo les preocupa dificultar e impedir cualquier acuerdo y alimentar el clima de la confrontación. Ni ayuda a las instituciones, ni a la democracia, ni a la ciudadanía, pero eso no importa, importa alcanzar el poder a cualquier precio. Puede que lo rentabilicen a corto plazo cómo en el PP piensan, pero lo que creen que hoy les beneficia, a la larga nos hace perder a todos. ¿Habrán pensado que con esa actitud de alguna manera empujan fuera de la institucionalidad a Catalunya y a Euskadi? Esto es arrojar por la borda las relaciones bilaterales.
Ninguno pone en valor que la Conferencia de Presidentes se haya celebrado en Catalunya, que eso supone un nuevo paso adelante hacia la normalidad, de consolidación institucional, que el anfitrión sea el President de la Generalitat. Tampoco Page señala que a Illa no le ha perjudicado apoyar al gobierno para que gane las elecciones en Cataluña.
Luego están las posturas de cada uno de los presidentes. Isabel Díaz Ayuso, ha buscado su protagonismo cómo de costumbre y se ha levantado cuando se ha hablado en euskera o en catalán. Muy bien para que vascos y catalanes comprueben el respeto a sus lenguas que están reconocidas en la Constitución, esa que tanto defiende. Es una falta de respeto al euskera y al catalán, que demuestra que su mente está en años pasados y que tiene una visión retrógrada que recuerda momentos oscuros de nuestra historia. Al menos hoy no ha llevado pinganillos.
El presidente de Aragón esta cómo siempre enfadado con el mundo; el de Murcia cada vez más cerca de Vox; el de Andalucía en su línea de modosito, tirando la piedra y escondiendo la mano, tratando de acusar primero de corrupción al presidente para luego terminar su frase con “presuntamente”; Mazón y su cinismo, que exige elecciones generales y no mira la que tiene liada en su Comunidad. Y Page en su línea, ideólogo de un socialismo propio de cuando el PSOE llegó por primera vez al gobierno, pero que, en el escenario de hoy, está más próximo ese pensamiento al populismo del PO-Vox. Page dice que no se ha votado nada, cuando resulta que en ninguna Conferencia de Presidentes se vota, sino que es un órgano que sirve para canalizar los asuntos que luego se concretan en otros foros, pero él quería votar.
Pedir adelanto electoral es un derecho de cualquier ciudadano, convocar elecciones generales una potestad del presidente del gobierno. Pidieron elecciones desde la toma de posesión del gobierno, lo han hecho en seis ocasiones ya, pero parece que siguen sin admitir que este es un sistema parlamentario y que si quieren cambio de gobierno deben ganar una moción de censura.

La clave

Para diseñar una estrategia efectiva contra esa combinación multifactorial de la que se nutren derecha y ultraderecha, desde los progresista...