miércoles, 22 de octubre de 2025

EL MENDA DE GARAMENDI

La CEOE y sus apóstoles siguen machacando con la “cultura del esfuerzo”, un mantra cargado de cinismo y paternalismo. Para ellos, todo se reduce a trabajar más y sufrir más, un dogma capaz de excusar cualquier injusticia, mientras la meritocracia real sigue siendo una quimera reservada para los conectados y los privilegiados. Ejemplos como el de Alcaraz, utilizados grotescamente por Garamendi, dejan en evidencia su incomprensión del mundo moderno, donde ni los deportistas de élite trabajan como autómatas y, sobre todo, necesitan tiempo para vivir. La patronal demoniza el deseo de trabajar menos para vivir mejor, presentándolo como una ordinariez, cuando en realidad es un acto de dignidad frente a salarios irrisorios y vidas encorsetadas. Es insultante que pretendan “comprar” la identidad de los trabajadores con migajas: una sala de descanso, unas reuniones con bollos e hipócritas mensajes de equipo. Quieren hacernos creer que el sacrificio lo redime todo, cargando sobre los hombros del trabajador la culpa de su precariedad y el fracaso de sus sueños. La “cultura del esfuerzo” es solo el disfraz que usan para perpetuar su poder y negar los derechos más básicos. Frente a sus discursos huecos, cada vez más trabajadores abren los ojos: el esfuerzo sin justicia y oportunidades reales no es una virtud, es servilismo puro y duro.

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