miércoles, 22 de octubre de 2025

Castilla-La Mancha, entre las estadísticas y la retórica



El relato oficial siempre suele empezar de manera parecida, con un aire de solemnidad y promesa de tiempos mejores. Un consejero sonriente, un PowerPoint con gráficos ascendentes y una retahíla de adjetivos tan vigorosos como vacíos: “recuperación”, “fortaleza”, “compromiso”. Pero llega el informe AROPE 2025 y la realidad, sin manera de esconderla, le desbarata el decorado. 

Resulta que el 34,2 % de los castellanomanchegos vive en riesgo de pobreza o exclusión social, algo así como unos 719 000 individuos, para que la cifra no se pierda entre las buenas intenciones, lo cual no son precisamente cuatro gatos ni una minucia estadística. La región, tan dada a compararse con la media nacional, solo logra superar a Andalucía, y no precisamente en desarrollo.

La fotografía que ofrece el estudio no necesita que uno sea estadístico para entenderla: la pobreza relativa sube, la escasez de empleo se acentúa y la carencia material sigue igual de firme que las ruinas de uno de esos castillos calatravos de nuestra geografía. Entre los menores de edad, el 41 % está en riesgo de pobreza, y en el medio rural, donde aún se confía en que la siembra o la política algún día den fruto, el 36 % de las personas vive al borde de ella. Las mujeres para variar, por supuesto, salen peor paradas: 2,1 puntos más de vulnerabilidad, porque el progreso, cuando llega, suele venir siempre con un reparto desigual.

Todo esto sucede mientras la renta media, 12 357 €, nos mantiene a Castilla-La Mancha entre las últimas comunidades del país. El índice de Gini, ese termómetro de desigualdades del que nadie se acuerda en los mítines, revela que el 20 % más rico gana casi cinco veces más que el 20 % más pobre. Trabajar no garantiza nada, salvo llegar a casa cansado, y tener hijos o vivir en el medio rural sigue siendo, al menos estadísticamente, una mala idea si uno pretende llegar a fin de mes con dignidad. Y si eso aún es poco, el asunto de la vivienda añade una dosis de ironía más al mostrar como el 7,2 % de los hogares dedica más del 40 % de su renta a pagarla, y el 19,5 % ni siquiera puede calentarla en invierno. Nadie duda de la buena voluntad de las instituciones, pero la calefacción necesita combustible.

Y luego está ese salvavidas que representa el Estado con sus transferencias públicas (pensiones, subsidios, ayudas y ese Ingreso Mínimo Vital que suena a milagro social), que logran reducir la pobreza del 50,3 % al 27,4 %. Sin ellas, más de la mitad de la región viviría bajo el umbral de la pobreza. Y aun así, solo un 5,4 % percibe ayudas de garantía de renta, y un 4,5 %, prestaciones familiares. Lo que deja a Castilla-La Mancha en la parte baja del ranking nacional, segunda tras Andalucía, justo en ese punto donde coinciden, solidaridad con límites presupuestarios y paciencia ciudadana.

El gasto público social asciende al 60,9 % del presupuesto regional: un esfuerzo encomiable, digno de titular. Pero los resultados, son obstinados, empeñados en demostrar que algo falla entre el dinero que sale de las arcas y la mejora que debería llegar a los hogares. Tal vez porque los mecanismos redistributivos son como las carreteras secundarias de Albacete: largos, con baches y de dudosa eficacia.
Al final, el informe deja un mensaje que ni la Junta ni los titulares querrán subrayar: una cosa es el optimismo político y otra, la realidad social. En los despachos se habla de “los presupuestos más sociales de la historia”, pero en las casas sin calefacción, los discursos suenan igual que los radiadores fríos, que suelen estar llenos de aire.

Y aquí es donde la retórica se desarma sola. Resulta inevitable preguntarse cómo encaja esta radiografía con un gobierno que se define de izquierda, que se proclama progresista, comprometido, al menos en teoría, con la justicia social y la redistribución, y que, sin embargo, permite que el ascensor social siga averiado, corriendo el riesgo de parecer más un contable de las carencias que un arquitecto de las soluciones. Porque tal vez lo más duro no sea la desigualdad, sino la resignación institucional con que se la observa, entre memorias de gestión y ruedas de prensa.

La medicina de precisión si, una medicina de privilegiados, no.

La noticia sobre la mejora en el tratamiento del cáncer de vejiga mediante una biopsia líquida es una de esas señales alentadoras que, como médico de familia, invitan a reflexionar sobre lo mucho que está cambiando el modo en que entendemos y abordamos la enfermedad oncológica. Durante décadas, la práctica médica se ha sostenido en un equilibrio difícil entre la prudencia y la agresividad terapéutica. Tratar para no dejar escapar el cáncer, pero sin someter al paciente a tratamientos innecesarios o devastadores. Pero este avance me sugiere una reflexión.

Un estudio presentado en Berlín y publicado en The New England Journal of Medicine da un paso crucial en esa dirección: la prueba de ADN tumoral circulante permite identificar, tras una cirugía de cáncer de vejiga, a los pacientes que aún conservan la enfermedad residual ,aunque las pruebas radiológicas no lo muestren. En otras palabras, la ciencia comienza a oír lo que antes no podíamos ni ver.

Para los que trabajamos en atención primaria, esta línea de investigación tiene una repercusión ético indiscutible. Cada día acompañamos a pacientes que temen una recaída, que se enfrentan a tratamientos duros  de llevar y que, al mismo tiempo, necesitan saber qué resultado esperan de su cuerpo y de la medicina. Una prueba como esta ofrece la posibilidad de evitar tratamientos innecesarios a quienes no los necesitan y de intensificarlos allí donde el riesgo es real. Esto permite dar a cada persona el tratamiento que necesita, ni más ni menos.

Puede parecer que tales avances pertenecen a un mundo lejano y distante, a grandes congresos y revistas científicas que poco implican al médico rural que atendemos a un paciente con hematuria o a un anciano al que se le han realizado unos estudios de control. Pero no es así. Cada vez que una investigación como esta logra individualizar el tratamiento, cambia también nuestra manera de acompañamiento a estos pacientes. Porque personalizar el tratamiento no solo es una cuestión que afecté solo al laboratorio, sino también a la planificación del seguimiento, en la esperanza que puede ofrecerse al paciente con un dato sólido en la mano.

Siempre nos surgen las mismas dudas. ¿Cuánto tardarán estas pruebas en estar disponibles en la sanidad pública? ¿Se aplicarán en centros pequeños o quedarán restringidos a los grandes hospitales oncológicos? Como médico de familia, me preocupa que la velocidad de la innovación no vaya acompañada de una distribución equitativa. La medicina de precisión, si no se cuida, corre el riesgo de convertirse en una medicina de privilegiados. Y la justicia sanitaria exige que estos avances, como la biopsia líquida, acaben llegando con la misma naturalidad con que pedimos hoy una analítica rutinaria.

Este ensayo sobre el uso de atezolizumab guiado por ADN tumoral me recuerda que la medicina avanza cuando la biología molecular, la tecnología y la clínica se entienden entre ellas. Pero también cuando esos avances se traducen en una mayor confianza para el paciente. Si logramos incorporar estas herramientas sin perder la dimensión humana de la medicina de familia, entonces sí que la medicina del futuro será verdaderamente personalizada, no solo por sus algoritmos sino por su utilización en todos los niveles.

Desde una consulta de medicina rural, donde la ciencia llega a veces más despacio pero siempre es bienvenida, esta noticia no solo nos habla de un tumor de vejiga, también de un nuevo modo de entender lo que significa curar, que no es otra cosa que entender mejor la vida de un paciente que intenta seguir adelante.



Cuando Albacete enseñó a España a defender a los consumidores

El trigésimo quinto aniversario del Consorcio Provincial de Consumo de Albacete, hoy denominado Servicio Provincial de Atención Ciudadana y Consumo de Albacete, debería invitar a reflexionar sobre el valor de una iniciativa que, en su día, fue pionera y hoy representa un modelo consolidado de servicio público al ciudadano. 

Lo que comenzó en 1990 como un pequeño proyecto provincial orientado a la defensa de los derechos del consumidor, se ha transformado en un sistema eficaz y cercano que atiende a 75 municipios, muchos de ellos rurales, salvando con su estructura desigualdades históricas en el acceso a la protección y la información.

Resulta fácil valorar los aciertos con el paso del tiempo, pero conviene recordar que en los primeros años de la década de 1990 hablar de políticas de consumo en el ámbito local era casi una osadía. La creación del Consorcio Provincial de Consumo de Albacete supuso apostar por una idea avanzada: que los derechos de los consumidores formaban parte esencial de la justicia social y de la igualdad entre territorios. Fue una iniciativa que entendió el consumo no como un simple acto económico, sino como un ejercicio de ciudadanía.

Tres décadas y media después, las políticas de consumo se han convertido en una pieza estructural del Estado del bienestar. Gracias a ellas, la mediación ha sustituido al conflicto, la transparencia ha ganado terreno a la opacidad comercial y la educación al consumidor se ha integrado en la cultura cívica. El Consorcio albacetense ha sido ejemplo de esta evolución, destacando por su profesionalización, su atención personalizada y su capacidad de innovación: el servicio de telepresencia, que permite la atención directa mediante videollamada, ha reducido la brecha digital en las zonas rurales y colocado a la provincia en la vanguardia de la administración cercana e inclusiva.

El tiempo ha confirmado lo que algunos intuimos hace 35 años: que la defensa del consumidor era, en realidad, una defensa de nuestra democracia. Cada reclamación atendida, cada conflicto resuelto o cada euro recuperado en favor de los ciudadanos (más de 1,5 millones solo en 2024), son el testimonio  del impacto real de esta política pública. Cuando los responsables de la Diputación provincial en aquellos momentos apostamos por su creación intentábamos ver más allá de la simple coyuntura administrativa y creo que se supo anticipar una necesidad social que hoy resulta incuestionable.

El reconocimiento nacional que este año ha recibido el Consorcio, el Premio José María Roncero al Mejor Proyecto de Protección del Consumidor, además de su inclusión entre las Mejores Prácticas en materia de Consumo de 2022 por el Gobierno regional, es algo más que una distinción institucional: es una validación colectiva, una forma de decir que la constancia, la innovación y la sensibilidad social dan frutos. La entidad, hoy integrada en el Consorcio de Atención Ciudadana, demuestra que una gestión basada en la proximidad y la equidad territorial puede ser también sinónimo de modernidad y de eficacia.

En definitiva, este aniversario no celebra solo una fecha, sino una convicción: la de que los derechos de los consumidores son una parte esencial del progreso social. Y que, en Albacete, hace 35 años, hubo quienes comprendieron que protegerlos era construir una provincia más justa, más consciente y humana.



Los datos clínicos no pertenecen a ningún gobierno, son de todos.

Negativa de las CCAA del PP a facilitar al Ministerio los datos de los cribados de Cancer. Los datos clínicos no pertenecen a ningún gobierno, son de todos. Todo les vale para hacer oposición, hasta tu salud.

El Gobierno central ha solicitado información sobre cribados de cáncer de mama, cérvix y colorrectal a todas las CCAA. Las regiones gobernadas por el PP han respondido con un rechazo coordinado, utilizando argumentos idénticos y frases literalmente repetidas en sus cartas de respuesta.

Madrid, marcó el patrón de respuesta que replicaron Valencia y Galicia. Todas las comunidades del PP justifican su negativa alegando que tienen "programas consolidados, basados en la evidencia científica y con resultados equiparables o superiores a los estándares europeos". No es una coincidencia, puesto que fuentes del PP reconocen que los consejeros han coordinado sus respuestas, aunque niegan directrices desde la dirección nacional.

Las comunidades autonómicas esgrimen que los cribados son competencia exclusiva suya y critican que el Ministerio no haya desarrollado el sistema informático necesario para recopilar los datos solicitados. Aprovechan también para reprochar al Gobierno la falta de médicos, financiación insuficiente y la ausencia de un Estatuto Marco para sanitarios. Dicho en lenguaje de la calle, mezclan churras con merinas para no responder lo que le solicitan.

Andalucía ha consultado a sus servicios jurídicos antes de responder y se niega a entregar tanto los datos de cribados como los informes sobre la crisis de cribados erróneos. Las víctimas han acusado al Gobierno andaluz de manipular historiales médicos para cambiar la palabra "sospechoso" por "probablemente benigno".

La ministra Mónica García interpreta la negativa del PP como una admisión implícita de que "los datos son malos" y critica la falta de transparencia. El Gobierno acudirá a los tribunales si las comunidades no responden en el plazo de veinte días.

El Gobierno de España dispone de mecanismos legales y administrativos para actuar ante esta negativa. Estos mecanismos se basan en tres normas principales: la Ley 40/2015 del Régimen Jurídico del Sector Público, la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud y la Ley 14/1986 General de Sanidad.

La Ley 40/2015, artículos 140 a 144, impone un deber de colaboración y auxilio entre administraciones públicas. Esto incluye la obligación de facilitar “información, datos, documentos o medios probatorios” que una administración necesite para ejercer sus competencias. Si la negativa persiste estamos ante un conflicto de competencias que debe dirimir el Tribunal Constitucional.

La Ley 14/1986 General de Sanidad y la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud atribuyen al Estado la coordinación general del sistema sanitario, garantizando la igualdad y calidad básica de los servicios en todo el territorio.  El artículo 53 de la Ley 16/2003 obliga a las comunidades a suministrar información sanitaria al sistema de información estatal, gestionado por el Ministerio de Sanidad, para asegurar la coordinación y evaluación del Sistema Nacional de Salud.

Si una comunidad autónoma persiste en no remitir los datos, el Gobierno puede formular un requerimiento de cumplimiento con base en el artículo 44 de la Ley 29/1998, previo a un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo. Si se estima una violación del orden constitucional competencial, puede interponer un conflicto positivo de competencias ante el Tribunal Constitucional. En último término, y si el incumplimiento compromete el funcionamiento básico del sistema sanitario, podría llegar a aplicarse la disposición del artículo 155 de la Constitución, que permite adoptar medidas para obligar al cumplimiento de las obligaciones constitucionales o legales.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) es el instrumento legal previsto para coordinar las actuaciones sanitarias del Estado y las comunidades. Si las autonomías se niegan a colaborar, el Ministerio debería convocar un pleno extraordinario del CISNS para exigir formalmente los datos o promover acuerdos vinculantes.

Por lo tanto, el Gobierno puede exigir por ley la información solicitada, requerir formalmente su entrega, acudir a los tribunales incluso al Constitucional si las comunidades persisten en su negativa, y usar los órganos de cooperación interterritorial como vía previa o complementaria de presión institucional.

Entre los pacientes afectados lo que hay es una reacción casi unánime de indignación y crítica hacia el PPP por su negativa a entregar los datos de los cribados oncológicos.  La mayoría ven en esta actitud una ocultación de información, manipulación de datos, una actuación con negligencia sanitaria puesto que se anteponen intereses partidistas a la salud pública.

El  Ministerio de Sanidad tiene la obligación de defender la sanidad pública. No puede aplicar el art 155 al carecer de mayoría en el Senado, y por lo tanto la vía es Supremo y Constitucional. Políticamente esta situación genera alarma y desconfianza entre usuarios que deben temer por la transparencia, la calidad de los diagnósticos y los derechos de los pacientes.

En mi opinión esta es claramente una practica mafiosa puesto que consiste en usar la intimidación, el silencio, la corrupción o las relaciones de poder para obtener ventajas o mantener el control sobre un entorno político, económico o institucional


Promesa con bata blanca

Promesa con bata blanca

Por momentos, Castilla-La Mancha se parece a esos personajes secundarios, que

en las novelas de aventuras pasan inadvertidos, hasta que de repente una

circunstancia, los saca del anonimato. La creación de una Unidad de Investigación

de Atención Primaria (UIAP) es, quizá, ese instante en que lo que para muchos

solo es un decorado de provincias, de repente se transforma en un verdadero

escenario. De pronto, los médicos de atención primaria, los de esos centros de

salud donde a veces nos ves con la bata gastada y la mirada cansada, podemos

convertirnos en protagonistas de nuestro propio relato científico.

La idea no carece de sustancia, porque unir el día a día del paciente en la consulta

rural con los laboratorios donde se decide el futuro de la medicina personalizada,

la tiene. Entre el fonendoscopio y la historia clínica, entre el comentario de pasillo

y la frialdad del dato, se abre un camino que promete convertir la observación

cotidiana del sanitario en conocimiento sólido. Si sale bien, Castilla-La Mancha

dejará de ser únicamente tierra de molinos y será también tierra de hipótesis

médicas verificables.

El proyecto nace en el marco de las Jornadas Cohorte IMPaCT, nombre que suena

a ópera posmoderna o aplicación para el móvil, y persigue dotar de músculo

científico al nivel asistencial más castigado por la burocracia y la ausencia de

recursos cómo es la atención primaria. Su propósito me recuerda a esas

iniciativas y programas europeos donde la innovación se pronuncia con cierta

esperanza, como si el mero hecho de invocarla bastara para que la idea

apareciera.

Es, sin duda, una buena noticia. Después de años de discursos con más rutina

que respuestas, sobre la falta de médicos y los contratos precarios, que alguien

hable de investigación suena a aire fresco en un espacio cerrado. Sin embargo,

porque en Castilla-La Mancha el “sin embargo” siempre acecha, hay que

preguntarse si esta iniciativa será autentica semilla o simple decorado, un

verdadero laboratorio de investigación o una foto institucional.

Quienes no nacimos ayer, sabemos que conviene mirar este anuncio con una

mezcla razonable de entusiasmo y otra de prudencia. Entusiasmo, porque dotar

a la Atención Primaria de herramientas científicas es apostar por un sistema más

justo, más inteligente y nuestro. Prudencia, porque ya se conocen demasiadas

inauguraciones que terminaron disueltas en esa sopa fría que es el olvido

administrativo.

Que la Unidad nazca, crezca y se sostenga dependerá menos del titular y más

del compromiso callado de aquellos que, en los pueblos y las ciudades, seguirán

viendo pacientes mientras sueñan con resultados, protocolos y publicaciones. A

ellos, y a su fe férrea en que también desde un centro de salud se puede cambiar

el mundo, habría que dedicar este impulso.

Porque sí, hay motivos para el optimismo: que se investigue desde abajo, desde

la consulta, es revolucionario. Pero también hay razones para el escepticismo:

toda revolución empieza con palabras hermosas, y las palabras, ya se sabe, son

tan escurridizas que a veces se evaporan antes de encontrar el papel del decreto

o los números que la concretan en el presupuesto.

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid, ha intensificado su discurso contra el derecho al aborto, alineándose con las posiciones más conservadoras del ámbito político y religioso. En artículos y entrevistas recientes, el cardiólogo niega que el aborto sea un derecho, lo considera una “aberración jurídica” y defiende la existencia de un supuesto “síndrome postaborto”, pese a su falta de base científica.  

También rechaza el registro de objetores de conciencia, al que califica de “listas negras”, alegando que vulnera derechos fundamentales, aunque fuentes jurídicas sostienen que sus argumentos carecen de validez legal y reflejan únicamente su ideología. El propio colegio de médicos ha adoptado oficialmente su postura, publicando un comunicado que denuncia el registro como una “amenaza directa” para los médicos.  

Este señor ha participado durante años en foros ultracatólicos y actos provida, defendiendo que la medicina debe proteger “la vida desde la concepción hasta la muerte” y que constitucionalizar el aborto sería un “sinsentido”. Su posición, ampliamente criticada por juristas y profesionales sanitarios, refuerza la deriva ideológica de una institución que, bajo su presidencia, ha pasado de la neutralidad profesional a una clara militancia antiabortista.  Y, por si quedara alguna duda, parece que en el colegio de médicos, la ciencia sólo importa… cuando coincide con el catecismo.

El presidente del colegio confunde el juramento hipocrático con el credo del catecismo. Mientras el mundo médico debate sobre evidencia científica, él prefiere citar milagros y nostalgias teológicas. No habla de salud pública, sino de moral privada; no representa a los médicos, sino a una cruzada.

Claro que lo de Madrid ya roza lo bíblico: entre políticos que ven al demonio en cada aula, obispos que opinan sobre vientres ajenos, y médicos que confunden consultas con púlpitos, da la impresión de que la capital ha cambiado su lema turístico por uno más acorde con los tiempos: *Bienvenidos al revival nacionalcatólico*, donde la ciencia se arrodilla y los derechos se confiesan.


ESTO ES ESPAÑA, ¿Qué se había creído usted?

ESTO ES ESPAÑA, ¿Qué se había creido usted?

El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido que el juicio contra el fiscal general del Estado, que comenzará el 3 de noviembre, no será retransmitido en directo ni por internet. La decisión ha sido tomada sin consulta previa a las partes implicadas.  

El Supremo argumenta que la publicidad del proceso queda garantizada mediante la presencia de 150 periodistas que podrán grabar y difundir las imágenes y el sonido a través de sus medios. Sin embargo, esta medida contrasta con otros juicios de gran relevancia  (el del *procés* o los de la Audiencia Nacional relacionados con terrorismo o corrupción) que sí fueron emitidos en streaming.  

Fuentes del Alto Tribunal justifican la decisión en la necesidad de evitar una exposición mediática excesiva y de proteger la intimidad del acusado. No obstante, la falta de consulta previa genera críticas entre juristas, que recuerdan que el anteproyecto de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal exigiría oír a todas las partes antes de decidir sobre la retransmisión de un juicio.  

Expertos y magistrados eméritos han cuestionado la postura del Supremo, tanto por no escuchar al acusado ni a las acusaciones, como por la escasez de pruebas tras meses de instrucción. El caso tiene un fuerte contenido institucional, al implicar al máximo responsable del Ministerio Público, y reabre el debate sobre la transparencia y la publicidad de los juicios cuando afectan a altos cargos del Estado.  

En cualquier caso, el tribunal asegura que el proceso será público: se permitirá captar la señal institucional de vídeo y audio, y se reserva espacio para 20 periodistas dentro de la sala, mientras otros 150 seguirán las sesiones desde dependencias habilitadas en el propio Supremo.

Parece que la transparencia judicial también tiene su propio modo “privado”: visible solo para periodistas acreditados y, por supuesto, para quien sepa leer entre líneas.

La Asociación Española contra el Cáncer

La Asociación Española contra el Cáncer trabaja desde hace 70 años para impulsar la detección precoz del cáncer, conscientes de que los programas de cribado son una pieza fundamental de la prevención porque salvan vidas y mejoran la supervivencia.
Invertimos en investigación para la detección precoz, impulsamos la garantía de la cobertura en todo el territorio nacional y campañas de sensibilización para que la participación alcance a toda la población y defendemos la transparencia de los datos de los programas de cribado para poder analizar su eficacia y calidad.
Hoy, en el día mundial del cáncer de mama acompañamos, como todos los días, a las mujeres y hombres que lo padecen y a sus familiares y nos tomamos a pecho que se mejoren los programas de cribado para mejorar la supervivencia.
Por eso pedimos:
Un sistema transparente de datos de los programas de cribados que garanticen la calidad y el alcance a toda la población.
La evaluación de todos los programas de cribados por parte de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la OMS (IARC por sus siglas en inglés) que promueve la Asociación Española contra el Cáncer.
Desde la Asociación Española contra el Cáncer solicitamos a los representantes públicos, a los responsables políticos y a la sociedad en su conjunto responsabilidad ante las personas con cáncer y sus familias y un verdadero compromiso y consenso en torno a la prevención del cáncer y la detección precoz. Tú también puedes contribuir a esta petición, haciendo difusión de estos materiales en tus redes sociales y/o en tu estado de Wassaps

FEIJOO SIGUE DANDO VOLANTAZOS

FEIJOO SIGUE DANDO VOLANTAZOS
Feijoo propone un endurecimiento de la política migratoria con medidas punitivas, lenguaje identitario y propuestas que buscan captar votantes de la extrema derecha, pero sin concretar cómo se aplicarían muchas de ellas.
Feijoo expone diez medidas que estigmatizan a los migrantes, presentando el acceso a la nacionalidad como una cuestión de mérito y condicionando la residencia al empleo y la aportación cultural. Su discurso equipara la migración con desorden y abuso de ayudas sociales, y plantea la expulsión automática por delitos graves, utilizando eslóganes falangistas y un enfoque emocional y divisivo. Prioriza la inmigración latinoamericana mediante visados por puntos, ligando el permiso de residencia al trabajo efectivo o la búsqueda activa de empleo; también restringe el acceso al Ingreso Mínimo Vital y a otras ayudas para extranjeros, aunque la mayoría de perceptores de estas ayudas son españoles y ya existen controles legales estrictos.
La postura de Feijoo carece de fundamento estadístico al vincular migración con criminalidad y desorden social, recorta derechos y apela innecesariamente al miedo, acercándose peligrosamente a los planteamientos de Vox sin innovar en la aplicación de políticas ya presentes en la legislación actual. Su propuesta prioriza el control y la restricción sobre la integración real, contribuyendo a la polarización y generando rechazo social más que soluciones concretas y eficaces

DATOS, NO RELATOS

España ha experimentado una mejora sustancial durante los últimos siete años. Basándonos en datos oficiales de organismos internacionales como la OCDE, el Banco Mundial y la Comisión Europea, destacan avances en empleo, afiliación a la Seguridad Social, reducción del paro y fortalecimiento del papel de la mujer en el trabajo, así como un impulso a la inversión internacional, las energías renovables y la digitalización. Es de subrayar el aumento en la renta media, en las pensiones y del salario mínimo, además de la consolidación fiscal con reducción del déficit y la deuda.  

A eso se unen los logros sociales como la disminución del abandono escolar, la baja histórica en pobreza y desigualdad, la expansión del parque público de vivienda y el crecimiento del turismo. 

Ya se sabe que hay quien no quiere ver esos datos, que les es más fácil solo ver los deficits que aun tenemos y no reconocer los avances, pero la verdad no tiene remedio, y el reconocer los resultados económicos y sociales debería ser motivo de orgullo ara todos.

España vive una transición verde, digital y más equitativa, con la aspiración de seguir mejorando la calidad de vida ciudadana. Pero lo importante es tener a quien culpar de los desastres y olvidarnos que son también los responsables de todos los avances.

La España que se escandaliza por el fallo en los cribados de cáncer de mama

La España que se escandaliza por el fallo en los cribados de cáncer de mama en Andalucía ha visto como la Fiscalía y el Defensor del Pueblo han abierto una investigación.

El presidente andaluz, Juanma Moreno el Bueno, ya se protege y empieza a soltar lastre no vaya a ser que acaben haciéndole a él la mamografía política y le detecten cosas. Ahora nos dice que se enteró “muy tarde” de estos errores, el sí puede enterarse tarde pero no Sánchez que tiene obligación de saber hasta las aficiones del último asesor en Moncloa. Aunque lo cierto y verdad es que su retraso en enterarse deja en vilo a más de 2.000 mujeres andaluzas.

Ahora anuncia que “depurará responsabilidades”, como si el recorte deliberado del sistema público de Salud andaluz se le hubiera ocurrido a una consejera. 

Y la consejera no se siente responsable de nada, porque ella solo una pobre chica que pasaba por allí.

el legado de un médico de pueblo

González Cabrera, el legado de un médico de pueblo

Redacción 5 octubre, 2025 0 394 

El médico se jubila con una calle en el pueblo donde ha ejercido

El médico Antonio González Cabrera fue un galeno atípico desde el momento en el que fue celador y enfermero antes de colgarse el fonendo o cuando, pudiendo instalarse en la capital, optó por quedarse en el pueblo albaceteño, San Pedro, en el que ejerce desde el año 1980. Ahora se jubila dejando una calle con su nombre y un vacío en la consulta difícil de llenar.

En 2020, Antonio González Cabrera recibía un premio que también se salía de lo normal, el de la Fundación Estudios Rurales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). Se reconocía así su defensa de la sanidad pública en los pueblos. Además, el 21 de enero de 2023 tenía lugar en San Pedro, el pueblo donde ha ejercido 45 años, la inauguración de la calle Antonio González Cabrera.

Cuenta con el Premio Política, Economía y Ciencias Sociales

El Dr González Cabrera suma a la calle en el pueblo donde ha ejercido más de cuatro décadas el Premio Política, Economía y Ciencias Sociales 2020. Y es que si bien se trata de un reconocimiento a su defensa de la sanidad pública en los pueblos, de los que no se ha movido a lo largo de sus cuatro décadas de carrera, además de galeno ha sido presidente de la Red Española de Desarrollo Rural, así como concejal, diputado provincial y alcalde de San Pedro.

Es alumno de la primera promoción de la Facultad de Medicina de Córdoba y natural del pueblo cordobés de El Carpio, pero el destino lo llevó en 1980 al pueblo albaceteño de San Pedro, a cuyos pacientes se ha dedicado desde entonces. Fue celador y enfermero mientras estudiaba Medicina y hace 45 años un joven Antonio González Cabrera, de 24 años, cumplía su sueño de ser médico rural.

Hoy Medicina de Familia y Comunitaria es el patito feo en la elección MIR. Pocos cambiarían una especialidad en un gran hospital por un consultorio de un pequeño pueblo. Sin embargo, Antonio González Cabrera tenía claro que no le gustaba la distancia que veía en los hospitales entre los médicos y los pacientes. Así, nunca ha sido una aspiración dejar la tranquilidad de su pueblo para instalarse en la ciudad.

Vocacional

Político de los de vocación, de los que tienen un trabajo al que volver, el Dr González Cabrera ha defendido la sanidad pública en las zonas rurales desde las dos ópticas, la del administrador y la del administrado.

Hace dos años, la prolongación de la Calle del Río de San Pedro pasó a llamarse calle Antonio González Cabrera, todo un logro para un galeno que, antes de irse, se ha dirigido a sus pacientes.

▶️ Currículum de Antonio González Cabrera


Democracia o Prosperidad

No les bastaba con la dicotomía absurda del ayusismo “comunismo o libertad”. Ahora el albertismo, que es igual que el feijooismo, ha encontrado otra más absurda aún “democracia o prosperidad”.

Quiero ayudarles para que no se vayan a hacer daño pensando, y un día lleguen al gobierno con las neuronas patinandoles. Aquí les apunto varias dicotomías aún más absurdas, como podrían ser “existencia o realidad” porque los de izquierda podemos pensar que no existe la una sin la otra, pero ustedes pueden plantearla, que resulta ingeniosa.

Otras posibles dicotomías que pueden gustarle

“Ser o identidad” porque como el ser siempre presupone una forma de identidad, igual les mola que son contrarios.

Está mola mucho “Pensamiento o conciencia” porque como el uno no puede manifestarse sin el otro, igual ustedes lo ven diferente.

Y está otra es guay del Paraguay “Verdad o sentido” porque igual piensan que negar uno de los polos no vacía de significado al otro.  

Estas dicotomías muestran cómo, llevadas al extremo, las oposiciones terminan desvaneciéndose en el absurdo lógico. Pero les sugiero esta que me ha inspirado el hecho de estar desayunando. Una izquierda que se debate en su duda: "El café que es una bebida o un salvavidas líquido."

Y terminó con una que me provoca oírlos: “inteligencia o pp”

Buen domingo.

Segunda huelga de médicos


Estamos ante una complicada reforma del Estatuto Marco del personal sanitario en España, impulsada por el Ministerio de Sanidad, que, tras más de veinte años sin cambios, se enfrenta a un fuerte rechazo por parte de médicos, colectivos sanitarios y comunidades autónomas, especialmente las gobernadas por el PP, cómo era de esperar.
La reforma, concebida para mejorar condiciones laborales, no cuenta con el apoyo del sector, que denuncia que se mantienen la precariedad y se han eliminado avances importantes, lo cual ha motivado nuevas huelgas y protestas. La oposición de los sindicatos es múltiple pero fragmentada: mientras unos reclaman un estatuto propio para médicos, otros priorizan la jubilación anticipada, la mejora de jornada y otras demandas generales.
El Ministerio, aunque ha cedido en algunas cuestiones, rechaza ciertos puntos por afectar a competencias de otros departamentos y ha descartado cambios estructurales clave. La reforma incluye mejoras puntuales en jornadas y derechos para determinados colectivos, pero rebaja expectativas iniciales como la mejora de retribuciones.
El malestar del colectivo sanitario es profundo, motivado no solo por el contenido de la reforma sino también por el clima general de cansancio profesional. Por si los impulsores de las protestas no se han dado cuenta, las dificultades del ministerio no terminarían con un hipotético acuerdo, porque aún faltaría lograr el respaldo suficiente en el Congreso y que las comunidades autónomas no diluyan la eficacia real de los cambios que aprobase.
Es innegable que existe un debate intenso sobre la reforma laboral sanitaria y las recientes protestas del sector. Se puede criticar critican que el Ministerio priorice medidas restrictivas (como las prohibiciones de fumar) en lugar de dialogar y negociar con sanitarios sobre sus condiciones laborales, reclamando más atención a sus demandas. Es innegable la dureza de nuestra formación como médicos y la fuga de talento que sufrimos por falta de incentivos, además de la necesidad del reconocimiento profesional y salarial de médicos y enfermeras. Pero tampoco se pueden esconder debajo de la alfombra Otros mensajes la dualidad de intereses público-privado, la competencia autonómica y las diferencias salariales y de funciones entre las categorías.
Lo que no sé es, si la parte del colectivo que sale a reivindicar todo esto hoy, piensa que los ciudadanos no ven que solo lo hacen según el color del gobierno que tenemos, mientras callan cuando gobiernan otras tendencias ideológicas. También deberían tener en cuenta el hartazgo por la situación general de la sanidad pública, la influencia que tienen los gobiernos autonómicos en el deterioro de condiciones de la sanidad y la necesidad de invertir, mejorar la contratación y defender una sanidad universal y pública.
Es innegable que son justas las mejoras reclamadas para los sanitarios, pero deberían poner por delante también eso que se llama coherencia y solidaridad sectorial que no parece existir.
Las protestas deben traducirse en defensa real del sistema ante cualquier administración estatal, autonómica y local, porque chirrían mucho, hechos cómo el silencio de las organizaciones que hoy impulsan la protesta ante cuestiones cómo los protocolos de las residencias de Madrid, o ahora ante la gran cagada de las mamografías en Andalucía. Tampoco exagerar las cifras de respaldo a la huelga ayudará a ver un colectivo que defiende datos reales.
Al final, el ciudadano de a pie, puede acabar pensando que todo el colectivo tienes solo un interés político determinado, que unos verán bien y otros no; o que todos pensamos igual cuando solo es una parte, importante si, pero solo una parte del colectivo sanitario los que lo ven así. Eso solo puede traer el rechazo a todo el colectivo, cuando no todos pensamos que la solución sea huelga tras huelga.

Lo del PP y el aborto.


Primero nos enteramos de que el Partido Popular (PP) había respaldado recientemente propuestas de Vox para que en Madrid se informe obligatoriamente a las mujeres, por parte de personal sanitario y social, sobre el llamado “síndrome post aborto”, un supuesto trastorno carente de evidencia científica que asocian con consecuencias como alcoholismo, agresividad o depresión tras una interrupción voluntaria del embarazo. Esta postura coincide con varias ocasiones previas en las que el PP se ha sumado a iniciativas antiaborto impulsadas por la extrema derecha, contribuyendo a la difusión de un discurso propio de sectores ultracatólicos, en España y fuera de ella, destinado a dificultar el derecho al aborto. La medida implica que trabajadores de centros de salud municipales informen verbalmente y por escrito sobre este supuesto síndrome, a pesar de la falta de respaldo científico.
Y luego nos enteramos que ayer el PP ha vuelto a intentar frenar que el derecho al aborto figure en nuestra Constitución. Históricamente, el Partido Popular (PP) y su antecesora, Alianza Popular, se han opuesto sistemáticamente a los avances en la despenalización y reconocimiento del aborto como derecho en España, desde los 80 hasta la actualidad. Aunque tras la legalización parcial de 1985 la derecha acató la ley a regañadientes, cuando gobernó, favoreció restricciones como la objeción de conciencia de los médicos y limitaciones en la sanidad pública que dificultaban el acceso al aborto. Con la reforma de 2010, el PP intensificó su oposición, agitó la movilización social y presentó recursos judiciales, reafirmando su visión de que “el aborto no es ni puede ser nunca un derecho”.
Durante el mandato de Rajoy, el intento de Gallardón de restringir aún más la ley fracasó ante la fuerte contestación social, resultando en su dimisión. El partido osciló entre posiciones conservadoras y liberales, pero también mostró falta de cohesión y ausencia de una postura oficial clara en el tema. En 2023, el Tribunal Constitucional ratificó la constitucionalidad de la ley de plazos y el líder del PP, Feijóo, reconoció el aborto como un derecho legal, aunque en el partido persisten voces opuestas y contradicciones públicas. En la práctica, en regiones gobernadas por el PP se siguen colocando obstáculos al acceso, y se han impulsado medidas como la información de falsos síndromes y la exigencia de escuchar el latido fetal, iniciativas vistas como coacción por los movimientos feministas.
Finalmente, ante la propuesta de blindar el derecho al aborto en la Constitución, el PP ha mostrado rechazo, reafirmando su dificultad histórica para asumir como propio un derecho respaldado mayoritariamente en la sociedad española.
La postura del PP ahora es claramente criticable, porque está alimentada por la hipocresía y el cinismo oponiéndose al aborto desde lo público, mientras tolera o facilita su acceso en clínicas privadas, lo que claramente beneficia intereses económicos privados que es el único eje transversal de toda su ideología.
Claro que no debería llamar la atención que so lo haga un partido retrógrado, corrupto, incompetente y defensor de postulados antiguos vinculados al franquismo o al nacionalcatolicismo, y una gestión insensible a desastres pasados. Viven en un a incoherencia interna como partido y cada vez es mayor su supeditación a poderes religiosos y dogmáticos que le impiden avanzar en derechos sociales como el aborto, la muerte digna o la igualdad. No aprenden y siguen con su resistencia a cualquier cambio social.

Las infecciones de transmisión sexual: un problema olvidado que no deja de crecer


“Como profesional sanitario, resulta alarmante observar la desconexión que persiste entre la percepción social sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la realidad epidemiológica que vivimos en España, particularmente en territorios como Castilla-La Mancha”.

Como profesional sanitario, resulta alarmante observar la desconexión que persiste entre la percepción social sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la realidad epidemiológica que vivimos en España, particularmente en territorios como Castilla-La Mancha.

El último informe epidemiológico nacional deja datos contundentes: entre 2021 y 2023, las infecciones como la gonorrea crecieron un 42,6% y la sífilis un 24,1%. Sin embargo, un 20% de la población española nunca se ha preocupado por su salud sexual, y el 60% admite no practicar siempre sexo seguro. Incluso, un 6% todavía no usa preservativo jamás y casi la mitad de la población nunca se ha realizado pruebas de ITS. El Ministerio de Sanidad ha tenido que lanzar una campaña específica dirigida a jóvenes ante el auge de casos, y alertar de que el riesgo no ha desaparecido, aunque muchos lo crean así.

Esta falta de percepción del riesgo y la relajación en las medidas de prevención reflejan una grave carencia en educación sexual. Los datos muestran que el 73% de las personas interrogadas nunca ha tenido problemas relacionados con su salud sexual, pero esa “tranquilidad” es engañosa: el repunte de ITS afecta sobre todo a la juventud entre 20 y 34 años, aunque ya empieza a observarse también entre mayores de 60 y colectivos especialmente vulnerables como gais, bisexuales y personas trans.

Fijándonos en Castilla-La Mancha, aunque la incidencia de ITS sigue siendo de las más bajas de España, las tendencias son igualmente preocupantes: la gonorrea se ha triplicado en la región en tres años y la clamidia está en máximo histórico, aunque la sífilis ha descendido en el último año. Los datos regionales muestran que los jóvenes, especialmente varones, mantienen los mayores índices de prácticas de riesgo, probablemente por el bajo uso de métodos barrera y el inicio temprano de relaciones sexuales sin prevención adecuada.

La gonorrea se ha triplicado en la región en tres años y la clamidia está en máximo histórico, aunque la sífilis ha descendido en el último año. Los datos regionales muestran que los jóvenes, especialmente varones, mantienen los mayores índices de prácticas de riesgo

Las políticas de vacunación, como la del virus del papiloma humano (VPH), ayudan, pero no bastan. Es urgente reforzar la educación sexual en institutos y promover campañas de salud afectiva que conecten con la realidad de los adolescentes y jóvenes, reconociendo también la diversidad sexual y las necesidades de otros colectivos vulnerables. Sin una estrategia sólida y transversal, el repunte de las ITS seguirá creciendo y perpetuando desigualdades.

Hace falta romper el tabú: hablar de sexo es hablar de salud pública. Apostar por la prevención y la información es el primer paso para dejar de vivir de espaldas a una realidad que, si no se asume colectivamente, seguirá traduciéndose en más casos, más gastos sanitarios y, sobre todo, en más sufrimiento evitable.

Con gratitud y afecto

Amigas y amigos,
Ayer puse punto final a mi etapa profesional como médico de familia, y hoy quiero mostraros mi más sincero agradecimiento.
Gracias a quienes me acompañaron en ese día tan especial, con su presencia, sus palabras y sus gestos de cariño. Gracias también a quienes no pudieron estar, pero me hicieron llegar su afecto de mil maneras porque sé que les hubiese gustado compartir ese momento conmigo. Y gracias, incluso, a quienes eligieron no asistir por las razones que fueran, porque, si algo enseñan los años, es que la vida está hecha de distintos caminos, y todos forman parte de lo que una persona es y ha vivido. Disculpas a mi primer enfermero Luis al que con los nervios del directo no cite en mis palabras.
Me siento profundamente afortunado de haber ejercido esta profesión, de haber aprendido de cada paciente y de cada compañero, y de haber compartido tantos años de entusiasmo, esfuerzo y humanidad con muchas personas. Me jubilo con el corazón repleto de gratitud, llevando conmigo el recuerdo de todas y todos los que formásteis parte de este largo viaje.
Con gratitud y afecto, Antonio

Desde que llegué, me han querido jubilar

Desde que llegué, me han querido jubilar tantas veces, que ahora que toca dejar de ser vuestro médico, ya casi ni me lo creo.

Pero es cierto, los años no perdonan, y me ha llegado el día de la despedida. Comparto aquí una carta que os he escrito a todos mis pacientes, y como algunos son mayores y no andan por esto de las redes, quien lo desee dispone de una copia en papel que puede recoger en el consultorio. Tiene fecha de mañana, pero  no es un adiós, es un ¡Hasta siempre! 

Carta a mis pacientes y vecinos

Queridos amigos,  

Han pasado casi cuarenta y seis años desde aquel mediodía de enero de 1980 en que llegué a este pueblo con mi macuto verde a la espalda y cargado de vocación. 

Era joven, con la torpeza de quien quiere demostrarlo todo y la humildad de quien sospechaba que aprendería mucho más de lo que podría enseñar. La mesa de mi primera consulta tenía un cajón que chirriaba, susurros de madera como música de fondo de cada día. Mientras, en la calle notaba vuestras miradas vigilantes, unas por curiosidad y otras con intriga. Llegué cuando ser médico era cuestión de vocación, de un impulso inexplicable que te arrastraba a ponerte al servicio de los demás, y eso podía con todo. 

Desde entonces, mis días se han confundido con los vuestros, y en cada uno de vosotros me encontré a mí mismo, porque un médico sin sus pacientes es como una lampara que no alumbra. La vida me ha ido enseñando casi todos sus rituales en los años que he ejercido entre vosotros. He atendido a vuestros hijos, a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, y me sobrecoge pensar que hasta he tenido el privilegio insólito de acompañar a seis generaciones de una misma familia. 

Durante estos años lo mismo he intentado curar catarros que he podido acompañar duelos. He sido pediatra de los pequeños y geriatra de los mayores; internista, psicólogo, psiquiatra, dermatólogo, o improvisado enfermero, según me lo han exigido las circunstancias, porque en la medicina rural el oficio de médico es una suma de todos esos oficios. Y siempre lo hice con la certeza interior de que, en medicina, la prioridad innegociable es solo una: primero es el paciente.  

No me trasladé nunca de esta plaza ni busqué mejores horizontes en la ciudad, porque aquí encontré todo lo que un médico necesita para sentirse médico de familia, la confianza y el cariño de su gente.  De algunos de vuestros mayores aprendí, que a veces un médico cura mejor si primero escucha. Me quedarán en la memoria vuestros obsequios sencillos, huevos frescos, algo de la huerta, o las setas de cardo. Pero, sobre todo, no olvidaré el agradecimiento silencioso de quien sabiendo que a veces no hay cura, sí estaba seguro de que había compañía. 

Os doy las gracias por haberme permitido entrar en vuestras casas y compartir conmigo secretos y miedos. Gracias por confiar en mí incluso conociendo mis limitaciones profesionales, y por haber entendido que la medicina, más que una ciencia exacta, es un arte imperfecto que se basa en la confianza mutua.  

Hoy, sé que la medicina ha cambiado, que las puertas de la facultad dependen más de notas y promedios, y que a veces la vocación queda relegada. Pero también sé que, a pesar de todos los exámenes, los números y las estadísticas, este oficio sigue teniendo su raíz en el cariño, en la escucha, en el gesto sencillo de tocar la frente de un enfermo,  o en poner la mano sobre el hombro de una anciana con la mirada húmeda, porque los resultados de una exploración no son lo buenos que esperaba. Sabes que, en ese instante, le estás prestando un pedazo de esperanza, y sientes que el arte de ser médico aún sigue vivo.

Me marcho con la tranquilidad y la certeza de que he sido más afortunado que muchos, porque he vivido rodeado de vidas de verdad, mejores o menos buenas, pero vidas auténticas. Y si alguna vez, en este camino, no supe estar a la altura de las expectativas de alguno de vosotros, os pido el perdón que nace del afecto que os tengo.  

En unos días me jubilaré, pero no digo adiós. Digo hasta siempre, porque un médico, cuando ha sido de verdad médico, nunca deja del todo a sus pacientes, nunca se separa del todo de quienes confiaron en él. 

No siento que me vaya, porque cuando uno ha compartido tanto, se queda, aunque sea, invisiblemente ligado a la historia de este lugar. Aunque físicamente ya no esté aquí, seguiré  en el eco de los pasillos del consultorio, caminando por cualquier camino del pueblo, y sé que estaré en los recuerdos de quienes fueron niños nerviosos cuando les decía que abriesen la boca para mostrar la garganta, y en los de aquellos ancianos que agradecieron una palabra en los momentos de  fatiga en las horas duras.  

Tenéis todo mi respeto, sabedor de que la medicina y la vida, nunca son un punto final, sino apenas una pausa antes de reencontrarnos en la memoria.

 Me despido de vosotros con gratitud eterna por haber sido vuestro médico.

San Pedro, 30 de septiembre 2025


Castilla-La Mancha, entre las estadísticas y la retórica

El relato oficial siempre suele empezar de manera parecida, con un aire de solemnidad y promesa de tiempos mejores. Un consejero sonriente, ...