lunes, 7 de julio de 2025

Y luego está Page

El juez Leopoldo Puente ha decretado prisión provisional sin fianza para Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, tras su declaración en el Tribunal Supremo, por su presunta implicación en una trama de cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones irregulares de obras públicas. El juez le imputa delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, y considera que existe riesgo de destrucción de pruebas, motivo principal para su ingreso en prisión.

Un auto de 20 paginas redactado en una hora. La razón fundamental del juez es que Cerdán es el que recogía el dinero y el que lo distribuía y el conoce a la gente que le pagaba, y por tanto existe el riesgo de que al dejarle en libertad pueda destruir pruebas. Según la investigación, hay indicios sólidos de que Cerdán reclamaba y gestionaba las mordidas, que luego hacía llegar al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García, manteniendo una relación de liderazgo dentro de la supuesta organización criminal. Además, se señala su vinculación con la empresa Servinabar, utilizada presuntamente para canalizar parte de las comisiones.

Durante su comparecencia, Cerdán negó cualquier implicación, cuestionó la validez de los audios presentados como prueba y afirmó ser víctima de una "cacería política" debido a su papel como negociador en la formación del Gobierno progresista. La Fiscalía Anticorrupción calificó sus explicaciones de "pobres" y "victimistas" y apoyó la medida de prisión provisional.

Dicho lo anterior, esta decisión no evita la desconfianza en la imparcialidad de la justicia, choca la rapidez y dureza de las medidas cautelares en función de que partido político está implicado. Pocos cuestionan hoy la solidez de las pruebas ni  la magnitud del escándalo, aunque es cierto que las cantidades supuestamente robadas son pequeñas en comparación con otros casos. Tampoco está demostrado enriquecimiento personal y el propio Cerdán pone en duda la validez de los audios.

Todo esto lleva al hartazgo y desencanto con la política en general, y a que el ciudadano de a pie es el principal perjudicado. Falta más control y transparencia en la contratación pública y es lamentable el daño a la convivencia y la credibilidad de las instituciones. Eso sí, los corruptores siguen por ahora yéndose de rositas. Es imposible que no esté generalizado el desencanto con la política y la corrupción. La presunción de inocencia esta de veraneo ya, e incluso parece que es el investigado el que debe presentar un informe de que los audios no han sido manipulados, y no la fiscalía. 

El que la haya hecho que la pague, pero no deja de ser sorprendente si se compara lo acontecido con Koldo y Ábalos. En cualquier medio de comunicación hoy ya ha sido condenado, sentenciado, y ahora ya tocan a arrebato para ir ya a por el presidente del gobierno. La cacería, no la de Koldo sino la del gobierno, continúa. Cualquier intento de delimitar el alcance por parte del  PSOE hoy no sirve, porque hasta el fiscal se siente ofendido porque se duda de que la justicia no trate a todos por igual. Posiblemente el gran error de Cerdán hoy haya sido apelar al victimismo político. Pero todo aún es indiciario, no probado, y no es una condena.

Y luego está Page.

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