La reunión entre Sumar y el PSOE no ha producido avances significativos. Sumar considera que el PSOE no es consciente de la gravedad del caso Cerdán ni de la urgencia de tomar medidas. Desde Sumar insisten en que la legislatura solo será útil si el PSOE toma medidas audaces y valientes, advirtiendo del riesgo de “inmovilismo o maquillaje”.
Sumar ha presentado una hoja de ruta con medidas concretas para “resetear” la legislatura, centrada en dos ejes: 1º Regeneración democrática y lucha contra la corrupción que incluye una ley integral anticorrupción, prohibición de contratar con empresas condenadas, endurecimiento de penas, creación de una agencia independiente, prohibición de indultos a corruptos, y más recursos para la Fiscalía Anticorrupción, entre otras; 2º Relanzamiento de la agenda social: Freno a cualquier incremento del gasto militar, medidas urgentes para evitar subidas de alquiler, regulación de los alquileres de temporada, prohibición de compra de viviendas en zonas tensionadas para inversión, aumento de la inversión en dependencia, ampliación de permisos parentales, y extensión de la prestación universal por crianza. Se detallan los costes de las medidas sociales y se argumenta la urgencia de su aplicación para mantener el apoyo social y político a la coalición. El PSOE afirma que seguirá trabajando para terminar la legislatura, estudiando algunas de las propuestas de Sumar. Sánchez tiene que anunciar medidas en el Comité Federal y en su comparecencia sí o sí.
Vivimos una fuerte polarización entre quienes critican al PSOE por corrupción sistémica y falta de credibilidad, y quienes acusan a Sumar y Podemos de debilitar a la izquierda y facilitar el avance del PP y Vox. Los comentarios de ambos miembros del gobierno hacen dudar de la capacidad o voluntad real del PSOE para aplicar reformas profundas, se recuerdan incumplimientos pasados y pesa mucho la persistencia de la corrupción. Las medidas anticorrupción y sociales propuestas por Sumar, no son ni poco realistas ni electoralistas. De no acometerse nos esperan la fatiga, la desilusión y la sensación de que nada cambiará sustancialmente. Se percibe un ambiente de desencanto y preocupación por el futuro de la izquierda y por la posible llegada de la derecha al poder.
La segunda es el nombramiento de Tellado cómo secretario general del PP y cómo portavoz de Ester Muñoz La nueva cúpula del Partido Popular, representa un endurecimiento del discurso y una deriva hacia la extrema derecha, acercándose cada vez más a VOX. Continúan con la falta de propuestas y de una hoja de ruta clara por parte del PP, el partido solo piensa en la confrontación, el insulto y la descalificación en vez de en hacer una política constructiva.
Es irónico hablar de la “moderación” de Feijóo, viéndolo rodearse de perfiles agresivos y polémicos, porque solo se guían por una estrategia para competir con VOX en el terreno de la ultraderecha. Todo parece augurar un aumento de la crispación y la bronca parlamentaria, y una legislatura aún más polarizada y destructiva. Ambos, pero sobre todo Tellado, son expertos en los insultos y descalificaciones personales, y desmemoriados respecto a las conexiones e su partido con la corrupción y con la falta de ética. Que esté en horas bajas el PSOE, no capacita al PP para gobernar y la carencia de figuras preparadas y educadas en ese partido es palpable.
Preocupa el efecto de esta estrategia del PP sobre la calidad democrática y cómo se olvida de la convivencia, porque la radicalización del PP puede fortalecer a los partidos populistas y deteriorar la democracia. Ni ellos dudan de que, si el PP y VOX llegan al poder, se producirá un retroceso en derechos y libertades. Esto no es una renovación del PP, porque los nuevos nombramientos no aportan nada nuevo y solo refuerzan los peores vicios del partido.
Ambas noticias alimentan el desencanto, más los desencuentros en la izquierda que lo del PP. La actitud de la derecha suma desencanto, ironía y rechazo por la dirección que está tomando el PP bajo Feijóo. La falta de autocrítica, de propuestas y de moderación, solo nos lleva a una mayor polarización política en España porque el PP está más preocupado por la confrontación y el insulto que por ofrecer alternativas reales de gobierno. La fragmentación y el enfrentamiento entre Sumar, Podemos y el PSOE puede llevar a la derrota electoral de la izquierda. La unidad y el pragmatismo solo serán posibles con un giro real a la izquierda por parte del PSOE.
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