Hay en las redes mucho defensor a ultranza de la actitud de Page respecto a su partido, y como argumento principal utilizan su concepción del socialismo clásico, que aunque anterior a Surennes, lo identifican con Felipe González. Expongo unos comentarios al respecto. Igual me equivoco, pero la forma de actuar de Page, está disfrazada de “crítica interna”, pero en la práctica se distancia bastante de los valores de colectividad, disciplina, autocrítica y solidaridad propios del socialismo clásico, aunque lo que dice criticar es la nueva visión del socialismo que hoy es la más respaldada en su partido.
En sus declaraciones, hay seis elementos que distan mucho la ortodoxia socialista que se observan en la actitud de Page respecto a su secretario general y a su partido en los últimos meses:
1. Page ha pedido abiertamente que el secretario general se someta a una cuestión de confianza o convoque elecciones, desafiando la autoridad y cohesión interna, elementos fundamentales en la tradición socialista de partido fuerte y disciplinado.
2. Su insistencia en ejercer el “derecho a la discrepancia” y en no alinearse con la mayoría, incluso en momentos críticos, rompe con la lógica socialista de unidad frente a adversidades y decisiones colectivas.
3. Page ha sido muy crítico con los pactos del PSOE con partidos independentistas, rechazando medidas como la amnistía y los indultos, y defendiendo una visión centralista y de igualdad territorial, más cercana a posiciones conservadoras que a la flexibilidad negociadora del socialismo contemporáneo.
4. Ha denunciado la ausencia de autocrítica y el exceso de autocomplacencia en la dirección nacional, sugiriendo que el partido está más preocupado por aparentar fortaleza que por abordar problemas reales, lo que se aleja del principio socialista de autocrítica y mejora continua.
5. Ha criticado abiertamente la tendencia a convertir el partido en una “fotocopia de su líder” o en una organización con “puto amo”, rechazando el liderazgo fuerte y carismático que, aunque criticado, ha sido una constante en la historia de la izquierda europea.
6. Page ha buscado respaldo y legitimidad en la opinión pública y en su propio entorno regional, en vez de dentro de los órganos del partido, lo que rompe con el principio socialista de construcción de legitimidad y debate dentro de los cauces internos.
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