miércoles, 21 de mayo de 2025

Eurovisión 2025: El televoto israelí bajo sospecha y el respaldo de la derecha española

El Festival de Eurovisión 2025, celebrado recientemente, se ha convertido en un catalizador de las tensiones geopolíticas en torno al conflicto en Oriente Medio. La participación de Israel y su sorprendente resultado en el televoto han desatado la polémica, en un contexto marcado por la postura firme del presidente del Gobierno español en defensa de Gaza y la solución de los dos Estados.

Israel quedó en segunda posición en el festival, superada únicamente por Austria. Sin embargo, su representante, arrasó en el televoto, logrando la máxima puntuación de  puntos en trece países, incluido España. En total, Israel recibió 297 puntos del televoto, superando a Estonia (258) y Suecia (195), y muy por encima de la ganadora del festival, Austria (178). Solo tres países no le otorgaron puntos: Armenia, Croacia y Polonia.

Esta victoria en el voto popular se produce en medio de acusaciones de manipulación y una campaña organizada para movilizar el voto. Las fuentes sugieren que el nuevo sistema de televoto de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que permite votar  concentrando apoyos, benefició a Israel. Se apunta a un gasto significativo por parte del gobierno israelí para fomentar el voto, aprovechando la diáspora para movilizar apoyos en distintos países. Un dato comparativo que respalda esta hipótesis es que en la semifinal Israel solo recibió un 12, mientras que en la final obtuvo trece máximas puntuaciones. Esta movilización se habría dado incluso en países con clara mayoría pro-Palestina, lo que "apunta a ese gasto en el televoto para volver a politizar el festival intentando ganarlo y convertirlo en un arma de propaganda". La elección de la artista, superviviente de un ataque de Hamás, y la canción, con alusiones al conflicto, también resultaron controvertidas pero fueron aprobadas por la UER. Cabe destacar que el jurado israelí colocó a España en última posición, tras una protesta contra el mensaje informativo de RTVE.

Mientras tanto, en España, la polémica de Eurovisión ha llevado a la derecha a una intensa campaña de apoyo a Israel. Distintos cargos del PP y Vox han manifestado públicamente su respaldo. La presidenta de la Comunidad de Madrid criticó a RTVE por un mensaje emitido antes de la final y defendió a Israel, comparando la postura de la cadena pública con "terrorismo, o la ejecución o encarcelación a homosexuales en países musulmanes". Ayuso, una "fervorosa defensora del Gobierno de Netanyahu", ha tenido la bandera de Israel en sus redes durante años. Otros nombres del PP también se pronunciaron, como Ester Muñoz, vicesecretaria nacional de Educación y Sanidad, que mostró su apoyo público a la representante israelí. 

La cuenta de Nuevas Generaciones del PP publicó el resultado del televoto español, interpretando los 12 puntos a Israel como una "respuesta de los españoles" al Gobierno de Sánchez, acusándolo de "hacer política de todo". Fuentes del PP en Génova 13 califican la postura de Sánchez como una "pantomima". Desde la ultraderecha, el líder de Vox, Santiago Abascal, arremetió contra Sánchez por pedir la exclusión de Israel del concurso, considerándolo "cruel" y "miserable", y exigió el cese del presidente de RTVE por supuesta falta de neutralidad.

Reflexión: resulta paradójico que, mientras la derecha pide "no politizar Eurovisión", muchos de sus simpatizantes reconocieron en redes haber votado a Israel sin siquiera haber escuchado la canción, utilizando sus opciones de voto como una declaración política. Pues mientras Israel actuaba, sus bombardeos seguían asesinando mujeres y niños en los campamentos de refugiados. Ante esto, España ha redoblado sus esfuerzos diplomáticos para defender la solución de los dos Estados y a Palestina "frente al genocidio de Israel", y ha pedido explícitamente la exclusión de Israel de Eurovisión, como ocurrió con Rusia en relación con la guerra de Ucrania y apelando a no aplicar "dobles estándares" en la cultura. 

España, junto a Palestina, impulsa una resolución en la Asamblea General de la ONU que exige el fin del bloqueo humanitario a Gaza y participa en una propuesta para que la Corte Internacional de Justicia se pronuncie sobre el no cumplimiento israelí de sus obligaciones en materia de acceso a ayuda humanitaria. En este contexto político, la televisión pública española  emitió antes de la final un mensaje en pantalla: "Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina". Tras conocerse el resultado del televoto español (12 puntos para Israel), RTVE solicitó una auditoría a la UER sobre el mismo y propuso abrir un debate sobre la influencia de los conflictos bélicos en el festival.

La controversia en torno al televoto de Israel y el posicionamiento político de la derecha española evidencian cómo Eurovisión, un evento musical, se ha convertido en un escenario de disputa política y propaganda en el contexto del conflicto en Oriente Medio. Los eurofans y espectadores ajenos a estas dinámicas han puesto el foco en las deficiencias del propio sistema de televoto, señalando casos como el de Suiza, que quedó segunda para el jurado pero obtuvo 0 puntos del público. Poderoso caballero es don dinero.


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