Al final se cumplió lo previsto y la dirección de UP no estuvo en el acto de presentación de la candidatura de Yolanda Díaz con Sumar. Queda tiempo para corregir lo que a todas luces hace que a la derecha y a la derechona le rían las carnes.
Si hay disputa y no acuerdo, ese electorado volverá a quedarse en casa. Si se debate y se acuerda, se insuflará ilusión a ese espacio ciudadano y acudirá a las urnas. No hay margen para el error
Hoy el informativo de Tele 5 de mediodía ha dedicado menos de un minuto a la guerra de Ucrania y tiempo similar a cada noticia nacional o internacional, salvo al tema Ana Obregón al que ha dedicado más de cinco minutos. Ya no se sabe si los informativos hablan de lo que a la gente le interesa o sobre lo que a sus dueños les interesa que la gente hable. Pese a haber vulnerado bastante legislación, al final conseguirán convencernos de que es una madre ejemplar. Al tiempo.
En estos días, hemos vuelto al eterno dilema de ricos y pobres. El debate no es sobre si se tiene derecho o no a la paternidad o la maternidad, sino de si ese derecho se puede comprar porque tu te lo puedes permitir.
En nuestro país los vientres de alquiler son una ilegalidad, porque en nuestra Constitución los seres humanos no pueden venderse ni comprarse, no son un producto sujeto a la oferta y la demanda. Las personas ni se compran, ni se venden ni se regalan. Ni tampoco se pueden alquilar ni completos ni por partes, y un útero es una parte y por lo tanto no alquilable ¿A dónde se quedan todas las luchas de las mujeres por sus derechos y contra su explotación?
Algunos parecen empeñados en que todo se regule por las leyes del mercado, las del más tengo más puedo, y no todo es comerciable. No todo en la vida puede depender de la capacidad de nuestro bolsillo.
Si nos aprovechamos de que al paciente lo único que le preocupa es ser atendido, de paso, podemos cuidar a los amiguetes y ni se nota.
La Xunta admite que pacientes oncológicos de la sanidad privada son tratados con máquinas de la pública
El director xeral de Asistencia Sanitaria justifica que aparatos donados al Sergas se instalasen en el Centro Oncolóxico de A Coruña por la “falta de espacios” en el hospital público de la ciudad
Esto es lo que dice la norma sobre la presencia de ministros en actos institucionales que Ayuso se ha saltado
El equipo de protocolo de la Comunidad de Madrid ha impedido este martes el acceso del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, a la tribuna principal del desfile-cívico militar de las celebraciones institucionales del Dos de Mayo. Ha pasado por delante de él el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, así como la titular de Defensa, Margarita Robles, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el JEMAD, Teodoro López; la presidenta de la Asamblea, María Eugenia Carballedo, y el vicepresidente regional, Enrique Ossorio.
Durante el discurso de la presidenta en la Real Casa de Correos, el ministro sí ha ocupado un puesto en primera fila. Sin embargo, cuando se ha procedido al desfile, el representante del Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado subir a la tribuna, junto al resto de dirigentes, pero los miembros de protocolo de la Puerta del Sol le han cerrado el paso.
“Bajo ningún concepto, aquí tenemos una organización perfectamente establecida”, le ha dicho la responsable de protocolo a una persona junto a Bolaños, justo después de que pasase por delante de ellos Feijóo en dirección a la tribuna. “El ministro tiene que subir”, le contestan, a lo que ella reitera que “la representación institucional está perfectamente establecida con una ministra de España”.
Tras conocerse que Isabel Díaz Ayuso no iba a dejar al ministro subir a la tribuna, fuentes de Moncloa han respondido que la Comunidad de Madrid “incumple el Real Decreto 2099/1983 no dejando a un ministro del Gobierno de España subir a la tribuna de la parada militar que conmemora la Fiesta del 2 de Mayo”.
Esa norma es la que recoge el orden de las autoridades en los actos oficiales organizados por las comunidades autónomas. Según este texto, la colocación se determinará de acuerdo con lo dispuesto en ese ordenamiento, por su normativa propia y, en su caso, por la “tradición o costumbre” del lugar.
Los actos serán presididos por la autoridad que los organice. En caso de que dicha autoridad no ostentase la presidencia, ocupará lugar inmediato a la misma. A partir de ahí, los ministros tienen preferencia por delante de la figura del “jefe de la oposición” que recoge el real decreto. Entre ambos miembros del Gobierno, se determinará atendiendo al orden de Ministerios: en este caso, Defensa por delante del Ministerio de Presidencia.
“En ningún supuesto podrá alterarse el orden establecido para las Instituciones, Autoridades y Corporaciones del Estado señaladas en el presente Ordenamiento”, señala el texto.
Pero seguro que hay quien está encantado con este incumplimiento de la legalidad. ¿Qué dirían esos mismos si los protagonistas fuesen al revés?
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