lunes, 3 de noviembre de 2025

CASO FISCAL GENERAL: El Estado de Derecho debe resistir a que la política usurpe los tribunales.

CASO FISCAL GENERAL: El Estado de Derecho debe resistir a que la política usurpe los tribunales.

Hay líneas rojas en democracia que deberían ser infranqueables incluso para quienes hacen del ruido y la sospecha su forma de hacer política. El proceso contra el fiscal general, lejos de asentarse sobre hechos, se edifica sobre arenas movedizas: no hay pruebas, apenas hay indicios, y lo poco que emerge en el juicio desmorona las tesis acusatorias. 

La reciente declaración del fiscal Salto, reconociendo que él mismo pudo informar a sus superiores mucho antes de que el asunto llegara oficialmente al fiscal general, dinamita cualquier relato de filtraciones maliciosas desde la cúspide del Ministerio Público.

Este esperpento, que llega a juicio sin que los periodistas involucrados refrenden bajo juramento su supuesta información exclusiva, revela que este procedimiento no es justicia, es escarmiento preventivo, advertencia para quienes ocupen cargos públicos sin comulgar con determinadas ruedas de molino. 

De ahí la importancia de que el fiscal general resista. Su permanencia es un muro de contención frente al uso de la denuncia falsa como herramienta para descabezar instituciones incómodas. Si se deja arrastrar por el ruido y la presión, la puerta quedará abierta para que la mentira sustituya a la verdad y la acusación suplante a la prueba.

No hay redención posible para quienes cruzan estos límites, salvo el descrédito. Pero la responsabilidad, ahora, no es solo del acusado, sino del propio Estado de Derecho, que debe demostrar que aún es capaz de resistir cuando la política quiere usurpar los tribunales. Mientras no lo logren condenar, y no podrán, porque no hay base para ello, todavía queda esperanza para la decencia institucional.

JP Guillén

DEL CASO MAZÓN AL CASO FEIJOO


El discurso de esta mañana de Carlos Mazón es la suma perfecta de cinismo, victimismo y una descarada falta de vergüenza que solo puede generar bochorno en quienes aún respetan la dignidad de las víctimas. Al escucharlo, resulta imposible no recordar, cómo familiares y asociaciones de damnificados por la DANA, se han llevado las manos a la cabeza tras oír sus palabras. Sus palabras   han consistido en una recopilación de excusas, medias verdades y mentiras desmentidas reiteradamente en sede judicial sobre las advertencias de la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Desde primera hora existía alerta roja, y las imágenes prueban el grado de preocupación real, mientras Mazón insistía en negar la evidencia, limitándose a reproducir bulos para intentar exculparse y, de paso, culpar al gobierno central por sistema.

Lamentablemente, el discurso no ha tenido ningún atisbo de autocrítica, más allá de admitir errores difusos, como el de no apartar su agenda personal, ni detalle alguno sobre dónde estuvo y qué hizo en las horas críticas de la catástrofe. La alocución ha sido una versión construida más para justificarse ante la justicia que para ofrecer a la ciudadanía una mínima explicación o, lo verdaderamente urgente, una dimisión convincente. Ha preferido volver al victimismo, con menciones accesorias a las verdaderas víctimas, a las que prácticamente ha ignorado, y ha eludido cualquier referencia a una dimisión, escudándose eternamente en que todo es culpa de otros.

Pero el episodio es aún más grave por la absoluta incapacidad del PP, de Feijóo y sus barones que hasta hoy han estado protegiendo a Mazón. Su torpeza política queda al descubierto al anteponer el interés electoral a la verdad y a la situación de las víctimas. La anunciada dimisión de Mazón no aliviará la presión que pesa sobre el PP tras la gestión de la DANA,  y si lo hace será solo parcialmente, pero ni siquiera esto salva a un partido que ha demostrado preferir el cálculo electoralista y el cierre de filas, aunque signifique dejar en la estacada a quienes más han sufrido, porque lo que ha hecho Mazón ha sido echar en manos de Vox el futuro del gobierno de la Comunidad Valenciana. 

Lo que se necesita en estos momentos es valentía política, responsabilidad y respeto a la ciudadanía y a las víctimas, no este lamentable espectáculo de cinismo colectivo y cobardía institucional. Por esto, ahora ya no estamos en el caso Mazón, sino en el caso Feijoo que tiene que demostrar hasta donde existe su liderazgo o es solo de humo. ¿Qué va a hacer Feijoo con la baja médica que se ha cogido Mazón y de que se mantiene cómo presidente n funciones?


LOS SUCESORES DE MAZÓN


Según cuentan hoy los medios, los próceres provinciales del PP, después de desayunar juntos, han decidido, tras arduos debates y gestos de desaprobación bastante teatrales, lanzar a Vicente Mompó como candidato a la Generalitat en 2027. Una jugada digna de los mejores estrategas de la liga de la política de clase media. Por supuesto, este movimiento arrambla con la idea de que María José Catalá, en ejercicio de sus dotes de jefa de estudios, supervise el proceso. Pero claro: aquí nadie cuenta con el factor Mazón, cuyo entorno, siempre propenso al entusiasmo, amenaza con adelantar elecciones autonómicas, lo que, en una tierra tan dada al buen comer, supone que la paella del domingo puede estar precedida por urnas antes del arroz.

Mientras tanto, Camps, ese caballero que sólo pide congresos regionales cuando se le tira la cuerda del recuerdo, quiere ser presidente. Pero las alternativas se antojan más rocambolescas que un capítulo de una novela barata. Proponen a Mompó, ilustre por sus silencios en el CECOPI y sus pequeños esqueletos, tan familiares en los armarios de la política valenciana (no se olviden de su secretaria en Gabarda, que pasó de dietista a jefa de personal en la Diputación como quien pasa de la cerveza  al gin-tonic).

Catalá, por otro lado, según se murmura en los mentideros y grupos de WhatsApp, dejó morir a gente en Valencia, aunque se las ingenió para no le quedase barro en los zapatos. Todos, igual que figurines en el escaparate, sólo pensando en sí mismos. Psicópatas de esos que sonríen en las recepciones y devoran canapés mientras se reparten los millones destinados a la reconstrucción.

Como guinda de este pastel de intereses, el presidente de la Generalitat negocia con Feijoó su jubilación dorada, tal vez un escaño en el Senado o, puestos a soñar, una institución, recomendable que sea penitenciaria y con barrotes, bastante más merecida. Y uno, mirando la prensa de hace cuarenta y ocho horas, observa a 160 altos cargos del PP rendidos ante Mazón con vítores y palmas y, unas horas después, exigiendo su dimisión con la misma convicción con la que se aplaude al campeón del mus en el Ventorro. 

La conclusión es simple y demoledora: en el PP valenciano no se lucha por justicia ni por los ciudadanos; se pelea por el poder y la “pasta”, esa pasta pública que tan bien lubrica los engranajes de las obras y los servicios. Las víctimas han pasado un año a la sombra de Feijoó y los suyos, que han triturado el duelo con cada aplauso a Mazón y cada muestra de apoyo, que hoy ya se ven tan efímeras y volubles.

Buen domingo


AL POC HONORABLE LE ENSEÑARON QUE SE PUEDE SER ASÍ Y NO PASA NADA


Mazón mira la plaza, quieto como quien sabe que su mundo, debajo del maquillaje, lleva una inmensa cicatriz. Se queda al margen, en la orilla de los saludos y los aplausos que van de un lado a otro. Es testigo de un duelo con muchas flores, y su poca memoria, donde el mármol pesa más que la compasión, le hace sentir que su dolor es tan tibio que se lo llevará el viento antes de que caiga la noche. 

El que vio alcaldes bebiendo agua de spa mientras el pueblo tragaba sirenas. Que vio hospitales de millones de monedas y de cero caricias, féretros cerrados con prisa y papeles oficiales que sólo sirven para llenar cajones. Que vio descendientes de naufragios que todavía aplauden al capitán culpable, y a trabajadores que regalan su mañana a quien les quitó el sueño. Que vio principios rendidos ante la limosna del poder, a ebrios proclamando la patria desde la barra y a devotos repartiendo cruces sin acordarse de lo que significa su peso. Se pregunta ¿por qué él va a tener que asumir lo que otros nunca asumieron?

Pero de él se puede esperar todo. Lo que me asombra es la facilidad de la gente para aplaudir disfraces, para darle la llave del redil al mismo lobo y llamarlo pastor. Y yo, que escribo esto, comparto el escalofrío. Porque en la sala de despiece donde se cuentan cuerpos como cifras, todavía queda quien se resiste al olvido. 

Y mientras, su jefe solo le mira.


El extraño caso del bulo institucional y un silencio cómplice

En Halloween: El extraño caso del bulo institucional y un silencio cómplice

En Andalucía, como en esas novelas negras en las que uno termina sospechando hasta del apuntador, ha estallado una de esas polémicas tan auténticas que podrían titularse “El enigmático caso del protocolo fantasma y las cifras voladoras” Porque caso hay. Y aunque todos quieren que pensemos que se trata de un malentendido administrativo, cuando uno rasca aparece el inexplicable arte de la ocultación, elevado a la categoría de deporte autonómico.

Cuenta la Junta de Andalucía, con la seriedad que requeriría el anuncio de la invención de la tortilla sin huevo, que los errores en los cribados de cáncer de mama obedecen a una “directriz” de esas que no existen. Sí, una directriz tan real como los unicornios: invisible, escurridiza y posiblemente redactada a lápiz en una servilleta de un bar cualquiera, pero mientras tanto, las cifras de mujeres afectadas van y vienen como las olas en la playa: hoy son muchas, mañana no tantas, pasado mañana depende de quién pregunte y del calor que haga.

Pero lo que definitivamente roza el surrealismo, es el silencio sepulcral que guardan los médicos. Médicos que, dicho sea de paso, llevan años aguantando temporales de protocolos cambiantes, recortes y acusaciones de todo tipo, pero que, llegado el momento de hablar alto y claro, optan por el espagueti western ese que grababan en Almería y su desierto: mirada al horizonte, giro lacónico y respetuoso silencio de los mudos. ¿Esperan, acaso, que el misterio se resuelva solo o es el temor a que el protocolo fantasma los lleve a ellos también a un limbo administrativo?

Así las cosas, lo único que aquí es clara y transparente es la opacidad; lo único constante, es el cambio de cifras; y lo único audible, el silencio de los facultativos mezclado con el silbido del viento en los pasillos del Servicio Andaluz de Salud. Hasta el detective más tonto entendería, que cuando la explicación no aparece, quizás es que hay gato encerrado. O una manada de gatos. O, sencillamente, nadie quiere abrir la puerta, por miedo a que al hacerlo vaya a saltar algo inesperado.

Quizá algún día, dentro de muchos años, una comisión de expertos, de ésos que nunca faltan cuando el cadáver ya está frío para hacerle la autopsia, dictamine qué es lo que ocurrió realmente. Hasta entonces, quienes deberían hablar callan, los responsables se pierden en tecnicismos, y los ciudadanos, como de costumbre, contemplan boquiabiertos el espectáculo, preguntándose si esto ha sido un error administrativo, una broma, o una nueva edición de otro de esos absurdos nacionales tan nuestros.

Buen sábado

LA VELA


A la mujer nadie le había explicado nunca la importancia de guardar los mejores momentos, los olores, o las formas de las sombras de la chimenea sobre el techo. Tal vez por eso cuando abrió el cajón de la cocina, se dio cuenta de que había dedicado buena parte de su vida a guardar los tiques del supermercado, los recibos de la luz, manuales caducados de electrodomésticos, pilas gastadas y mondadientes. Siempre estuvo convencida de que la felicidad residía en el fondo de aquel cajón.
Sin embargo, una tarde de viernes cómo hoy, el viento se colaba por las rendijas de la ventana del salón de su vivienda. Se encontraba haciendo café con la misma destreza con la que sus antiguos hacían espuertas de esparto. Fue justo en ese instante, cuando la luz de la vela que había encendido para alumbrarse empezó a dar vaivenes por el viento, y sobre la pared amarillenta proyectaba sombras siniestras, espectrales, que estuvo a punto de llamar a Cuarto Milenio ante las extrañas figuras que vio.
Para asegurarse de que no estaba soñando, se fue a mirarse en el espejo del vestíbulo, ese que siempre le mostraba fiel sus cambiantes estados de ánimo, y que conocía sus miles de intentos fallidos esperando una respuesta a la pregunta de si el espejo conocía alguien más triste que ella. Ver su propia silueta le hizo gracia, y olvidó las sombras, y se conformó con repasar las arrugas en su cara y buscar el recuerdo de su rostro cuando las huellas de los años aún no habían llegado.
Se volvió a su mecedora e intentó recordar, a qué olía su infancia, cómo su perfume de chica joven, pero se lo impidió el olor del café humeante de la cafetera que empezaba a bullir en el fuego de butano de la cocina. Pero si recordó el timbre de voz de su madre, la respiración sorda de su padre en la siesta, y aquella luna que dibujó en una servilleta un día en que creyó estar enamorada del vecino que se había ido a vivir fuera y ese día regresó. Pero se enfadó al recordar aquel poema que le escribió, y que acabó en la lavadora en el bolsillo de sus vaqueros.
Pensó que mientras amara sería eterna, o al menos no moriría demasiado pronto, nunca antes de que su cuerpo caducara del todo. Pensó que igual por vivir sola, la vida le daría una prórroga, un tiempo extra como en los partidos de futbol. Pero la llama de la vela dio su último bandazo y luego se apagó. Ella cruzó los dedos, y pidió que la eternidad, durase un poco más, que no la apagase también el viento que se colaba en su salón.

Portavoz

Es increíble escuchar a la portavoz del grupo parlamentario popular cómo siendo una representante de los ciudadanos, esta señora puede interpretar el auto del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente cómo lo hace. No buscan conocer la verdad, solo eliminar al rival cueste lo que cueste.
Léanse el auto donde el juez expone su tesis para pedir que se investigue. Según ese auto del magistrado, Ábalos y Koldo García podrían haber utilizado el sistema interno de reintegros y pagos en metálico del PSOE para blanquear comisiones o fondos de origen ilícito. El juez plantea que el mecanismo de compensaciones en efectivo del partido, al no verificar con rigor si los gastos para los que se solicita por los investigados que les fueran compensados, correspondían realmente a pagos previos efectuados por sus solicitantes, al no comprobar la trazabilidad del dinero, por lo que quiere que se compruebe que si con ese mecanismo, se pudieron servir para introducir en la contabilidad del partido dinero procedente de actividades presuntamente delictivas, dándole así apariencia legal. El procedimiento no comprobaba si los gastos reclamados habían sido efectivamente pagados antes ni si quien pedía el reintegro era quien había realizado el gasto.
En resumen, la hipótesis central de Puente es que el circuito de pagos en efectivo del PSOE podría haber sido utilizado por Ábalos y Koldo para dar cobertura o “blanquear” comisiones ilícitas, aprovechando los puntos débiles de control interno sobre esos fondos.
De donde se saca esta señora que es porque sospecha financiación ilegal. Lo que sospecha es que han engañado hasta a los contables. Lo que ya ha dejado de ser sospecha sino certeza es que son capaces absolutamente de todo. Si esto es siendo oposición ¿qué no harían estando en el gobierno? Pues esta claro de lo que son capaces: decir que el 11 M fue ETA, que el Prestige eran nos hilillos, que Mazón es el salvador de Valencia y las víctimas murieron por fastidiar al PP, que en las residencias de Madrid 7291 internos se murieron por su propia voluntad, que las mamografías no comprobadas es por culpa de las pacientes o de lso médicos.

SEMANA NEGRA DE ALBERTO EL INUTIL, UN LIDERAZGO DE SALDO.


Esta ha sido, sin lugar a dudas, una semana negra para el Partido Popular, teñida de errores, despropósitos y una incapacidad galopante para asumir responsabilidades que haría sonrojar a cualquiera que tuviera un gramo de decencia. Han tenido que asistir a la muerte de tres morlacos, tres, de la ganadería popular. 

Uno: Feijoo y sus acólitos decidieron desafiar a Sánchez en el Senado como quien se lanza a una partida de póker sin saber jugar: prometieron juzgado y justicia, pero solo cosecharon vergüenza y titulares sobre las gafas del presidente, porque los medios afines acabaron pareciendo anuncios de ópticas, y ni la verdad ni la mentira tenían hueco para pasar por registro. Solo faltó que el escudero popular se quitara el pantalón como el protagonista despistado de una novela, frente a senadores que, lejos de ser brillantes, parecían extras de policiacas americanas, torpes y sobreactuados. ¿Resultado? Sánchez sigue en su silla, Feijoo buscando el manual del perfecto opositor y los demás preguntando por la puerta de salida.

Dos: En el funeral de Estado por las víctimas de la DANA, lo que debería haber sido respeto terminó en bochorno: Mazón, personaje digno de una farsa bufa, fue increpado y rechazado por las familias en duelo, y el PP demostró que no sabe distinguir elegancia y decencia de electoralismo. Que el partido se aferre a Mazón no por principios, sino por cálculos electorales, es de un cinismo que resulta irónico, pero aquí solo deja amargura: impresentable, torpe y blindado por una maquinaria incapaz de hacerle dimitir porque “no conviene” a las cuentas de la casta. Feijoo, capitán del barco, ni dirige ni decide; como buen personaje secundario, se esconde bajo la gorra y sueña con temporales que arrastren sus propios problemas hasta aguas más profundas.

Tres: Las mamografías en Andalucía ya son un escándalo público, pero el gobierno regional ha optado por la versión cutre del “aquí no ha pasado nada”. El consejero aparece ante los medios sin información, echando balones fuera como quien intenta esconder la miga de pan bajo la alfombra, culpando a gerencias hospitalarias mientras los médicos guardan un prudente y resignado silencio como buenos figurantes de fondo, testigos mudos de la incapacidad política, y todos mirando de soslayo a Bonilla, el verdadero y único responsable de este desaguisado.

Por encima de escuderos torpes, consejeros mudos y políticos a la deriva, está Feijoo, que ha demostrado carecer de autoridad, liderazgo y la mínima capacidad para pilotar la nave sin encallar en cada jornada negra. 

A estas alturas, a sus votantes solo les cabe esperar, que alguien le recomiende retirarse a esa playa privada de su chalet, y que comparta paseos con sus amigos en yate, lejos del hielo político y los temporales mediáticos, porque la semana que termina es, sin duda, la prueba irrefutable de que el Partido Popular, bajo su mando, ha alcanzado cotas de ridículo que ni el más pérfido Sánchez podría adornar más a su favor. 

Buen viernes.


Comparecencia

Para no perder el tiempo  

cinco horas de comparecencia,  

Sánchez en el Senado,  

cinco horas en la frontera de lo absurdo.

No era un debate,  

era montería.  

No era análisis,  

era cacería descompuesta por el PP,  

cacería torpe  

de tiros que no saben volar,  

ni hieren,  

ni preguntan: solo ladran.

Ataques como dientes apretados,  

preguntas sesgadas,  

faltos de rigor,  

sobrados de furia.  

Faltaba inteligencia,  

faltaba trabajo,  

faltaba respeto:  

de lo institucional, ni las migajas.

No eran senadores,  

eran tertulianos disfrazados de corbata,  

preguntando lo que ya sabían,  

respondiendo lo que nadie preguntó,  

acusando sin pruebas,  

disfrazando discursos de juicio.

Y así,  

en la cacería inútil,  

Feijóo cierra la puerta al fracaso  

y busca consuelo  

al pie frío y ciego de los tribunales.

¿A qué juegan?

Los colegios de médicos se envuelven en la bandera de la “defensa de la sanidad” con un fervor súbito y selectivo, especialmente cuando lo que está en juego es su propia cuota de poder. Convocan huelgas, fletan autobuses y proclaman su compromiso con la causa común… pero esa causa, curiosamente, termina justo donde empiezan los intereses corporativos.  

Mientras alzan pancartas frente al Ministerio, guardan un silencio sepulcral ante temas donde de verdad se juega la salud de la gente: los cribados de cáncer, la transparencia de los datos o los derechos de los pacientes. Cuando se trata de los ciudadanos, desaparece la épica. No hay manifiestos ni desplazamientos masivos; solo un prudente mutismo institucional.  

Así, su discurso “por la sanidad” revela su núcleo de hipocresía: defienden la sanidad, sí, pero solo la porción que les garantiza despacho, representación y poder. Para el resto, esa sanidad que se sufre y se espera en las consultas y en los hospitales, ya no quedan autobuses, ni siquiera palabras.  

¿A qué juegan? ¿Les parece creíble su postura?


Cribados

Juanma Moreno y la crisis de los cribados de cáncer de mama en Andalucía. No ha sido precisamente modélica su gestión del escándalo. Hoy Moreno reconoció derivaciones, y atribuyó la crisis a las 2.000 mujeres con mamografías sospechosas no notificadas a tiempo. En Andalucía hay una crítica unánime y dura hacia Juanma Moreno y el PP por la gestión de la crisis de los cribados de cáncer. 

En este asunto sobra hipocresía y manipulación política, y debería acordarse cómo durante la pandemia el propio PP lanzó ataques al Gobierno central mientras que ahora denuncia “violencia” contra los médicos, y entonces, cómo la crítica era suya no debía existir esa “violencia”.  Esta crisis no es casual, sino parte de una estrategia para degradar lo público y favorecer la sanidad privada. Es parte de una política deliberada de privatización encubierta y no quieren ver una falta de responsabilidad política pese al daño causado a pacientes.  

Este asunto es una prueba de cómo Moreno, en el estilo “trumpista” y una gestión populista y superficial, más centrada en gestos simbólicos que en fortalecer los servicios públicos.  Se le pueden reprochar desde mentiras, a una degradación de la sanidad y un desprecio hacia la ciudadanía.  Y cómo una norma ya del PP, Moreno utiliza el discurso victimista para encubrir una gestión fallida. 

La Fiscalía reclama a la Junta que le informe sobre los fallos en los cribados del cáncer. Y este domingo se prevé una manifestación de las afectadas ante el Palacio de San Telmo, reflejando el fuerte desgaste político que esta crisis está generando al Gobierno andaluz.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Castilla-La Mancha, entre las estadísticas y la retórica



El relato oficial siempre suele empezar de manera parecida, con un aire de solemnidad y promesa de tiempos mejores. Un consejero sonriente, un PowerPoint con gráficos ascendentes y una retahíla de adjetivos tan vigorosos como vacíos: “recuperación”, “fortaleza”, “compromiso”. Pero llega el informe AROPE 2025 y la realidad, sin manera de esconderla, le desbarata el decorado. 

Resulta que el 34,2 % de los castellanomanchegos vive en riesgo de pobreza o exclusión social, algo así como unos 719 000 individuos, para que la cifra no se pierda entre las buenas intenciones, lo cual no son precisamente cuatro gatos ni una minucia estadística. La región, tan dada a compararse con la media nacional, solo logra superar a Andalucía, y no precisamente en desarrollo.

La fotografía que ofrece el estudio no necesita que uno sea estadístico para entenderla: la pobreza relativa sube, la escasez de empleo se acentúa y la carencia material sigue igual de firme que las ruinas de uno de esos castillos calatravos de nuestra geografía. Entre los menores de edad, el 41 % está en riesgo de pobreza, y en el medio rural, donde aún se confía en que la siembra o la política algún día den fruto, el 36 % de las personas vive al borde de ella. Las mujeres para variar, por supuesto, salen peor paradas: 2,1 puntos más de vulnerabilidad, porque el progreso, cuando llega, suele venir siempre con un reparto desigual.

Todo esto sucede mientras la renta media, 12 357 €, nos mantiene a Castilla-La Mancha entre las últimas comunidades del país. El índice de Gini, ese termómetro de desigualdades del que nadie se acuerda en los mítines, revela que el 20 % más rico gana casi cinco veces más que el 20 % más pobre. Trabajar no garantiza nada, salvo llegar a casa cansado, y tener hijos o vivir en el medio rural sigue siendo, al menos estadísticamente, una mala idea si uno pretende llegar a fin de mes con dignidad. Y si eso aún es poco, el asunto de la vivienda añade una dosis de ironía más al mostrar como el 7,2 % de los hogares dedica más del 40 % de su renta a pagarla, y el 19,5 % ni siquiera puede calentarla en invierno. Nadie duda de la buena voluntad de las instituciones, pero la calefacción necesita combustible.

Y luego está ese salvavidas que representa el Estado con sus transferencias públicas (pensiones, subsidios, ayudas y ese Ingreso Mínimo Vital que suena a milagro social), que logran reducir la pobreza del 50,3 % al 27,4 %. Sin ellas, más de la mitad de la región viviría bajo el umbral de la pobreza. Y aun así, solo un 5,4 % percibe ayudas de garantía de renta, y un 4,5 %, prestaciones familiares. Lo que deja a Castilla-La Mancha en la parte baja del ranking nacional, segunda tras Andalucía, justo en ese punto donde coinciden, solidaridad con límites presupuestarios y paciencia ciudadana.

El gasto público social asciende al 60,9 % del presupuesto regional: un esfuerzo encomiable, digno de titular. Pero los resultados, son obstinados, empeñados en demostrar que algo falla entre el dinero que sale de las arcas y la mejora que debería llegar a los hogares. Tal vez porque los mecanismos redistributivos son como las carreteras secundarias de Albacete: largos, con baches y de dudosa eficacia.
Al final, el informe deja un mensaje que ni la Junta ni los titulares querrán subrayar: una cosa es el optimismo político y otra, la realidad social. En los despachos se habla de “los presupuestos más sociales de la historia”, pero en las casas sin calefacción, los discursos suenan igual que los radiadores fríos, que suelen estar llenos de aire.

Y aquí es donde la retórica se desarma sola. Resulta inevitable preguntarse cómo encaja esta radiografía con un gobierno que se define de izquierda, que se proclama progresista, comprometido, al menos en teoría, con la justicia social y la redistribución, y que, sin embargo, permite que el ascensor social siga averiado, corriendo el riesgo de parecer más un contable de las carencias que un arquitecto de las soluciones. Porque tal vez lo más duro no sea la desigualdad, sino la resignación institucional con que se la observa, entre memorias de gestión y ruedas de prensa.

La medicina de precisión si, una medicina de privilegiados, no.

La noticia sobre la mejora en el tratamiento del cáncer de vejiga mediante una biopsia líquida es una de esas señales alentadoras que, como médico de familia, invitan a reflexionar sobre lo mucho que está cambiando el modo en que entendemos y abordamos la enfermedad oncológica. Durante décadas, la práctica médica se ha sostenido en un equilibrio difícil entre la prudencia y la agresividad terapéutica. Tratar para no dejar escapar el cáncer, pero sin someter al paciente a tratamientos innecesarios o devastadores. Pero este avance me sugiere una reflexión.

Un estudio presentado en Berlín y publicado en The New England Journal of Medicine da un paso crucial en esa dirección: la prueba de ADN tumoral circulante permite identificar, tras una cirugía de cáncer de vejiga, a los pacientes que aún conservan la enfermedad residual ,aunque las pruebas radiológicas no lo muestren. En otras palabras, la ciencia comienza a oír lo que antes no podíamos ni ver.

Para los que trabajamos en atención primaria, esta línea de investigación tiene una repercusión ético indiscutible. Cada día acompañamos a pacientes que temen una recaída, que se enfrentan a tratamientos duros  de llevar y que, al mismo tiempo, necesitan saber qué resultado esperan de su cuerpo y de la medicina. Una prueba como esta ofrece la posibilidad de evitar tratamientos innecesarios a quienes no los necesitan y de intensificarlos allí donde el riesgo es real. Esto permite dar a cada persona el tratamiento que necesita, ni más ni menos.

Puede parecer que tales avances pertenecen a un mundo lejano y distante, a grandes congresos y revistas científicas que poco implican al médico rural que atendemos a un paciente con hematuria o a un anciano al que se le han realizado unos estudios de control. Pero no es así. Cada vez que una investigación como esta logra individualizar el tratamiento, cambia también nuestra manera de acompañamiento a estos pacientes. Porque personalizar el tratamiento no solo es una cuestión que afecté solo al laboratorio, sino también a la planificación del seguimiento, en la esperanza que puede ofrecerse al paciente con un dato sólido en la mano.

Siempre nos surgen las mismas dudas. ¿Cuánto tardarán estas pruebas en estar disponibles en la sanidad pública? ¿Se aplicarán en centros pequeños o quedarán restringidos a los grandes hospitales oncológicos? Como médico de familia, me preocupa que la velocidad de la innovación no vaya acompañada de una distribución equitativa. La medicina de precisión, si no se cuida, corre el riesgo de convertirse en una medicina de privilegiados. Y la justicia sanitaria exige que estos avances, como la biopsia líquida, acaben llegando con la misma naturalidad con que pedimos hoy una analítica rutinaria.

Este ensayo sobre el uso de atezolizumab guiado por ADN tumoral me recuerda que la medicina avanza cuando la biología molecular, la tecnología y la clínica se entienden entre ellas. Pero también cuando esos avances se traducen en una mayor confianza para el paciente. Si logramos incorporar estas herramientas sin perder la dimensión humana de la medicina de familia, entonces sí que la medicina del futuro será verdaderamente personalizada, no solo por sus algoritmos sino por su utilización en todos los niveles.

Desde una consulta de medicina rural, donde la ciencia llega a veces más despacio pero siempre es bienvenida, esta noticia no solo nos habla de un tumor de vejiga, también de un nuevo modo de entender lo que significa curar, que no es otra cosa que entender mejor la vida de un paciente que intenta seguir adelante.



Cuando Albacete enseñó a España a defender a los consumidores

El trigésimo quinto aniversario del Consorcio Provincial de Consumo de Albacete, hoy denominado Servicio Provincial de Atención Ciudadana y Consumo de Albacete, debería invitar a reflexionar sobre el valor de una iniciativa que, en su día, fue pionera y hoy representa un modelo consolidado de servicio público al ciudadano. 

Lo que comenzó en 1990 como un pequeño proyecto provincial orientado a la defensa de los derechos del consumidor, se ha transformado en un sistema eficaz y cercano que atiende a 75 municipios, muchos de ellos rurales, salvando con su estructura desigualdades históricas en el acceso a la protección y la información.

Resulta fácil valorar los aciertos con el paso del tiempo, pero conviene recordar que en los primeros años de la década de 1990 hablar de políticas de consumo en el ámbito local era casi una osadía. La creación del Consorcio Provincial de Consumo de Albacete supuso apostar por una idea avanzada: que los derechos de los consumidores formaban parte esencial de la justicia social y de la igualdad entre territorios. Fue una iniciativa que entendió el consumo no como un simple acto económico, sino como un ejercicio de ciudadanía.

Tres décadas y media después, las políticas de consumo se han convertido en una pieza estructural del Estado del bienestar. Gracias a ellas, la mediación ha sustituido al conflicto, la transparencia ha ganado terreno a la opacidad comercial y la educación al consumidor se ha integrado en la cultura cívica. El Consorcio albacetense ha sido ejemplo de esta evolución, destacando por su profesionalización, su atención personalizada y su capacidad de innovación: el servicio de telepresencia, que permite la atención directa mediante videollamada, ha reducido la brecha digital en las zonas rurales y colocado a la provincia en la vanguardia de la administración cercana e inclusiva.

El tiempo ha confirmado lo que algunos intuimos hace 35 años: que la defensa del consumidor era, en realidad, una defensa de nuestra democracia. Cada reclamación atendida, cada conflicto resuelto o cada euro recuperado en favor de los ciudadanos (más de 1,5 millones solo en 2024), son el testimonio  del impacto real de esta política pública. Cuando los responsables de la Diputación provincial en aquellos momentos apostamos por su creación intentábamos ver más allá de la simple coyuntura administrativa y creo que se supo anticipar una necesidad social que hoy resulta incuestionable.

El reconocimiento nacional que este año ha recibido el Consorcio, el Premio José María Roncero al Mejor Proyecto de Protección del Consumidor, además de su inclusión entre las Mejores Prácticas en materia de Consumo de 2022 por el Gobierno regional, es algo más que una distinción institucional: es una validación colectiva, una forma de decir que la constancia, la innovación y la sensibilidad social dan frutos. La entidad, hoy integrada en el Consorcio de Atención Ciudadana, demuestra que una gestión basada en la proximidad y la equidad territorial puede ser también sinónimo de modernidad y de eficacia.

En definitiva, este aniversario no celebra solo una fecha, sino una convicción: la de que los derechos de los consumidores son una parte esencial del progreso social. Y que, en Albacete, hace 35 años, hubo quienes comprendieron que protegerlos era construir una provincia más justa, más consciente y humana.



Los datos clínicos no pertenecen a ningún gobierno, son de todos.

Negativa de las CCAA del PP a facilitar al Ministerio los datos de los cribados de Cancer. Los datos clínicos no pertenecen a ningún gobierno, son de todos. Todo les vale para hacer oposición, hasta tu salud.

El Gobierno central ha solicitado información sobre cribados de cáncer de mama, cérvix y colorrectal a todas las CCAA. Las regiones gobernadas por el PP han respondido con un rechazo coordinado, utilizando argumentos idénticos y frases literalmente repetidas en sus cartas de respuesta.

Madrid, marcó el patrón de respuesta que replicaron Valencia y Galicia. Todas las comunidades del PP justifican su negativa alegando que tienen "programas consolidados, basados en la evidencia científica y con resultados equiparables o superiores a los estándares europeos". No es una coincidencia, puesto que fuentes del PP reconocen que los consejeros han coordinado sus respuestas, aunque niegan directrices desde la dirección nacional.

Las comunidades autonómicas esgrimen que los cribados son competencia exclusiva suya y critican que el Ministerio no haya desarrollado el sistema informático necesario para recopilar los datos solicitados. Aprovechan también para reprochar al Gobierno la falta de médicos, financiación insuficiente y la ausencia de un Estatuto Marco para sanitarios. Dicho en lenguaje de la calle, mezclan churras con merinas para no responder lo que le solicitan.

Andalucía ha consultado a sus servicios jurídicos antes de responder y se niega a entregar tanto los datos de cribados como los informes sobre la crisis de cribados erróneos. Las víctimas han acusado al Gobierno andaluz de manipular historiales médicos para cambiar la palabra "sospechoso" por "probablemente benigno".

La ministra Mónica García interpreta la negativa del PP como una admisión implícita de que "los datos son malos" y critica la falta de transparencia. El Gobierno acudirá a los tribunales si las comunidades no responden en el plazo de veinte días.

El Gobierno de España dispone de mecanismos legales y administrativos para actuar ante esta negativa. Estos mecanismos se basan en tres normas principales: la Ley 40/2015 del Régimen Jurídico del Sector Público, la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud y la Ley 14/1986 General de Sanidad.

La Ley 40/2015, artículos 140 a 144, impone un deber de colaboración y auxilio entre administraciones públicas. Esto incluye la obligación de facilitar “información, datos, documentos o medios probatorios” que una administración necesite para ejercer sus competencias. Si la negativa persiste estamos ante un conflicto de competencias que debe dirimir el Tribunal Constitucional.

La Ley 14/1986 General de Sanidad y la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud atribuyen al Estado la coordinación general del sistema sanitario, garantizando la igualdad y calidad básica de los servicios en todo el territorio.  El artículo 53 de la Ley 16/2003 obliga a las comunidades a suministrar información sanitaria al sistema de información estatal, gestionado por el Ministerio de Sanidad, para asegurar la coordinación y evaluación del Sistema Nacional de Salud.

Si una comunidad autónoma persiste en no remitir los datos, el Gobierno puede formular un requerimiento de cumplimiento con base en el artículo 44 de la Ley 29/1998, previo a un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo. Si se estima una violación del orden constitucional competencial, puede interponer un conflicto positivo de competencias ante el Tribunal Constitucional. En último término, y si el incumplimiento compromete el funcionamiento básico del sistema sanitario, podría llegar a aplicarse la disposición del artículo 155 de la Constitución, que permite adoptar medidas para obligar al cumplimiento de las obligaciones constitucionales o legales.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) es el instrumento legal previsto para coordinar las actuaciones sanitarias del Estado y las comunidades. Si las autonomías se niegan a colaborar, el Ministerio debería convocar un pleno extraordinario del CISNS para exigir formalmente los datos o promover acuerdos vinculantes.

Por lo tanto, el Gobierno puede exigir por ley la información solicitada, requerir formalmente su entrega, acudir a los tribunales incluso al Constitucional si las comunidades persisten en su negativa, y usar los órganos de cooperación interterritorial como vía previa o complementaria de presión institucional.

Entre los pacientes afectados lo que hay es una reacción casi unánime de indignación y crítica hacia el PPP por su negativa a entregar los datos de los cribados oncológicos.  La mayoría ven en esta actitud una ocultación de información, manipulación de datos, una actuación con negligencia sanitaria puesto que se anteponen intereses partidistas a la salud pública.

El  Ministerio de Sanidad tiene la obligación de defender la sanidad pública. No puede aplicar el art 155 al carecer de mayoría en el Senado, y por lo tanto la vía es Supremo y Constitucional. Políticamente esta situación genera alarma y desconfianza entre usuarios que deben temer por la transparencia, la calidad de los diagnósticos y los derechos de los pacientes.

En mi opinión esta es claramente una practica mafiosa puesto que consiste en usar la intimidación, el silencio, la corrupción o las relaciones de poder para obtener ventajas o mantener el control sobre un entorno político, económico o institucional


Promesa con bata blanca

Promesa con bata blanca

Por momentos, Castilla-La Mancha se parece a esos personajes secundarios, que

en las novelas de aventuras pasan inadvertidos, hasta que de repente una

circunstancia, los saca del anonimato. La creación de una Unidad de Investigación

de Atención Primaria (UIAP) es, quizá, ese instante en que lo que para muchos

solo es un decorado de provincias, de repente se transforma en un verdadero

escenario. De pronto, los médicos de atención primaria, los de esos centros de

salud donde a veces nos ves con la bata gastada y la mirada cansada, podemos

convertirnos en protagonistas de nuestro propio relato científico.

La idea no carece de sustancia, porque unir el día a día del paciente en la consulta

rural con los laboratorios donde se decide el futuro de la medicina personalizada,

la tiene. Entre el fonendoscopio y la historia clínica, entre el comentario de pasillo

y la frialdad del dato, se abre un camino que promete convertir la observación

cotidiana del sanitario en conocimiento sólido. Si sale bien, Castilla-La Mancha

dejará de ser únicamente tierra de molinos y será también tierra de hipótesis

médicas verificables.

El proyecto nace en el marco de las Jornadas Cohorte IMPaCT, nombre que suena

a ópera posmoderna o aplicación para el móvil, y persigue dotar de músculo

científico al nivel asistencial más castigado por la burocracia y la ausencia de

recursos cómo es la atención primaria. Su propósito me recuerda a esas

iniciativas y programas europeos donde la innovación se pronuncia con cierta

esperanza, como si el mero hecho de invocarla bastara para que la idea

apareciera.

Es, sin duda, una buena noticia. Después de años de discursos con más rutina

que respuestas, sobre la falta de médicos y los contratos precarios, que alguien

hable de investigación suena a aire fresco en un espacio cerrado. Sin embargo,

porque en Castilla-La Mancha el “sin embargo” siempre acecha, hay que

preguntarse si esta iniciativa será autentica semilla o simple decorado, un

verdadero laboratorio de investigación o una foto institucional.

Quienes no nacimos ayer, sabemos que conviene mirar este anuncio con una

mezcla razonable de entusiasmo y otra de prudencia. Entusiasmo, porque dotar

a la Atención Primaria de herramientas científicas es apostar por un sistema más

justo, más inteligente y nuestro. Prudencia, porque ya se conocen demasiadas

inauguraciones que terminaron disueltas en esa sopa fría que es el olvido

administrativo.

Que la Unidad nazca, crezca y se sostenga dependerá menos del titular y más

del compromiso callado de aquellos que, en los pueblos y las ciudades, seguirán

viendo pacientes mientras sueñan con resultados, protocolos y publicaciones. A

ellos, y a su fe férrea en que también desde un centro de salud se puede cambiar

el mundo, habría que dedicar este impulso.

Porque sí, hay motivos para el optimismo: que se investigue desde abajo, desde

la consulta, es revolucionario. Pero también hay razones para el escepticismo:

toda revolución empieza con palabras hermosas, y las palabras, ya se sabe, son

tan escurridizas que a veces se evaporan antes de encontrar el papel del decreto

o los números que la concretan en el presupuesto.

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid, ha intensificado su discurso contra el derecho al aborto, alineándose con las posiciones más conservadoras del ámbito político y religioso. En artículos y entrevistas recientes, el cardiólogo niega que el aborto sea un derecho, lo considera una “aberración jurídica” y defiende la existencia de un supuesto “síndrome postaborto”, pese a su falta de base científica.  

También rechaza el registro de objetores de conciencia, al que califica de “listas negras”, alegando que vulnera derechos fundamentales, aunque fuentes jurídicas sostienen que sus argumentos carecen de validez legal y reflejan únicamente su ideología. El propio colegio de médicos ha adoptado oficialmente su postura, publicando un comunicado que denuncia el registro como una “amenaza directa” para los médicos.  

Este señor ha participado durante años en foros ultracatólicos y actos provida, defendiendo que la medicina debe proteger “la vida desde la concepción hasta la muerte” y que constitucionalizar el aborto sería un “sinsentido”. Su posición, ampliamente criticada por juristas y profesionales sanitarios, refuerza la deriva ideológica de una institución que, bajo su presidencia, ha pasado de la neutralidad profesional a una clara militancia antiabortista.  Y, por si quedara alguna duda, parece que en el colegio de médicos, la ciencia sólo importa… cuando coincide con el catecismo.

El presidente del colegio confunde el juramento hipocrático con el credo del catecismo. Mientras el mundo médico debate sobre evidencia científica, él prefiere citar milagros y nostalgias teológicas. No habla de salud pública, sino de moral privada; no representa a los médicos, sino a una cruzada.

Claro que lo de Madrid ya roza lo bíblico: entre políticos que ven al demonio en cada aula, obispos que opinan sobre vientres ajenos, y médicos que confunden consultas con púlpitos, da la impresión de que la capital ha cambiado su lema turístico por uno más acorde con los tiempos: *Bienvenidos al revival nacionalcatólico*, donde la ciencia se arrodilla y los derechos se confiesan.


ESTO ES ESPAÑA, ¿Qué se había creído usted?

ESTO ES ESPAÑA, ¿Qué se había creido usted?

El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido que el juicio contra el fiscal general del Estado, que comenzará el 3 de noviembre, no será retransmitido en directo ni por internet. La decisión ha sido tomada sin consulta previa a las partes implicadas.  

El Supremo argumenta que la publicidad del proceso queda garantizada mediante la presencia de 150 periodistas que podrán grabar y difundir las imágenes y el sonido a través de sus medios. Sin embargo, esta medida contrasta con otros juicios de gran relevancia  (el del *procés* o los de la Audiencia Nacional relacionados con terrorismo o corrupción) que sí fueron emitidos en streaming.  

Fuentes del Alto Tribunal justifican la decisión en la necesidad de evitar una exposición mediática excesiva y de proteger la intimidad del acusado. No obstante, la falta de consulta previa genera críticas entre juristas, que recuerdan que el anteproyecto de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal exigiría oír a todas las partes antes de decidir sobre la retransmisión de un juicio.  

Expertos y magistrados eméritos han cuestionado la postura del Supremo, tanto por no escuchar al acusado ni a las acusaciones, como por la escasez de pruebas tras meses de instrucción. El caso tiene un fuerte contenido institucional, al implicar al máximo responsable del Ministerio Público, y reabre el debate sobre la transparencia y la publicidad de los juicios cuando afectan a altos cargos del Estado.  

En cualquier caso, el tribunal asegura que el proceso será público: se permitirá captar la señal institucional de vídeo y audio, y se reserva espacio para 20 periodistas dentro de la sala, mientras otros 150 seguirán las sesiones desde dependencias habilitadas en el propio Supremo.

Parece que la transparencia judicial también tiene su propio modo “privado”: visible solo para periodistas acreditados y, por supuesto, para quien sepa leer entre líneas.

La Asociación Española contra el Cáncer

La Asociación Española contra el Cáncer trabaja desde hace 70 años para impulsar la detección precoz del cáncer, conscientes de que los programas de cribado son una pieza fundamental de la prevención porque salvan vidas y mejoran la supervivencia.
Invertimos en investigación para la detección precoz, impulsamos la garantía de la cobertura en todo el territorio nacional y campañas de sensibilización para que la participación alcance a toda la población y defendemos la transparencia de los datos de los programas de cribado para poder analizar su eficacia y calidad.
Hoy, en el día mundial del cáncer de mama acompañamos, como todos los días, a las mujeres y hombres que lo padecen y a sus familiares y nos tomamos a pecho que se mejoren los programas de cribado para mejorar la supervivencia.
Por eso pedimos:
Un sistema transparente de datos de los programas de cribados que garanticen la calidad y el alcance a toda la población.
La evaluación de todos los programas de cribados por parte de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la OMS (IARC por sus siglas en inglés) que promueve la Asociación Española contra el Cáncer.
Desde la Asociación Española contra el Cáncer solicitamos a los representantes públicos, a los responsables políticos y a la sociedad en su conjunto responsabilidad ante las personas con cáncer y sus familias y un verdadero compromiso y consenso en torno a la prevención del cáncer y la detección precoz. Tú también puedes contribuir a esta petición, haciendo difusión de estos materiales en tus redes sociales y/o en tu estado de Wassaps

FEIJOO SIGUE DANDO VOLANTAZOS

FEIJOO SIGUE DANDO VOLANTAZOS
Feijoo propone un endurecimiento de la política migratoria con medidas punitivas, lenguaje identitario y propuestas que buscan captar votantes de la extrema derecha, pero sin concretar cómo se aplicarían muchas de ellas.
Feijoo expone diez medidas que estigmatizan a los migrantes, presentando el acceso a la nacionalidad como una cuestión de mérito y condicionando la residencia al empleo y la aportación cultural. Su discurso equipara la migración con desorden y abuso de ayudas sociales, y plantea la expulsión automática por delitos graves, utilizando eslóganes falangistas y un enfoque emocional y divisivo. Prioriza la inmigración latinoamericana mediante visados por puntos, ligando el permiso de residencia al trabajo efectivo o la búsqueda activa de empleo; también restringe el acceso al Ingreso Mínimo Vital y a otras ayudas para extranjeros, aunque la mayoría de perceptores de estas ayudas son españoles y ya existen controles legales estrictos.
La postura de Feijoo carece de fundamento estadístico al vincular migración con criminalidad y desorden social, recorta derechos y apela innecesariamente al miedo, acercándose peligrosamente a los planteamientos de Vox sin innovar en la aplicación de políticas ya presentes en la legislación actual. Su propuesta prioriza el control y la restricción sobre la integración real, contribuyendo a la polarización y generando rechazo social más que soluciones concretas y eficaces

CASO FISCAL GENERAL: El Estado de Derecho debe resistir a que la política usurpe los tribunales.

CASO FISCAL GENERAL: El Estado de Derecho debe resistir a que la política usurpe los tribunales. Hay líneas rojas en democracia que deberían...