CGPJ. TODO VALE POR MORIR EN LA POLTRONA

CGPJ. TODO VALE POR MORIR EN LA POLTRONA

Acaba de finalizar la reunión, y los vocales conservadores del CGPJ no han logrado imponer a sus dos candidatos para el Tribunal Constitucional, y han certificado su veto al magistrado elegido por los progresistas. Ninguno de los aspirantes propuestos ha alcanzado los 11 votos necesarios. A pesar de que el plazo legal venció el 13 de septiembre, es la primera vez que el pleno se reúne para votar a los dos magistrados que le corresponde nombrar para el TC. Todo según el guion escrito previamente para asegurar que el bloqueo continúa.

Hace tiempo que estoy convencido, que la Justicia no es igual para todos. Después de lo de ayer, mi convencimiento es, además, que no se puede confiar en ella. Hace unos días leía que, judicializar la política tiene como consecuencia politizar la justicia y me preguntaba ¿es que no estaba ya politizada antes? Porque que el Tribunal Constitucional se haya convertido en un nuevo parlamento nacional, abre la puerta a que lo sucedido ayer vuelva a suceder, y eso es la demostración de que es política pura y dura.

Dice nuestra Constitución que “Las Cortes Generales son inviolables”. Lo de ayer la desmiente, ¿o tal vez solo es sea abuso? Como depende de la interpretación del juez… Desde hoy, se abre la puerta a que lo ocurrido ocurra de nuevo, y que los elegidos para el TC se impongan sobre los elegidos por los ciudadanos, no para cumplir su labor y decidir a posteriori sobre la constitucionalidad de una ley, sino para que puedan hacerlo antes. Estamos ante un hecho que demuestra el enorme déficit democrático que sufrimos.

Es que las cosas de una sociedad de mercado empiezan por el dinero y terminan por el dinero. Eso explica que Pedro José González-Trevijano, un ejemplar servidor público, que le debe al PP desde hace años un sueldo que alcanza más de 13.000 euros al mes, ante todo es humano ¿Quién se abstendría permitiendo que le quiten ese salario? El desprestigio profesional y ético no puede contar ante semejante bolsa mensual. Tanto marear la perdiz que el gobierno se olvidó que la pela es la pela.

Porque está claro, que el Gobierno pecó de ingenuo al confiar en quien no es de fiar. Primero lo hizo con Casado y ahora con Feijóo y con los jueces. Miles de excusas del PP con las que han conseguido entre otras cosas cambiar la dirección de la televisión pública (hoy con informativos que nada tienen que envidiar a las de las privadas), con el camelo de que renovarían el CGPJ, pero al final el brazo de FAES es alargado.

Que lo cuenten como quieran y que lo crean los que todo se creen. Lo único cierto es que si el PP hubiera cumplido los procedimientos y plazos establecidos por ley, el CGPJ llevaría renovado cuatro años, o si el sector conservador del CGPJ hubiera cumplido con su obligación legal proponiendo a sus candidatos al TC hace casi cuatro meses, no estaríamos donde estamos. Si la reforma de la sedición o de la malversación eran inconstitucionales, el TC lo habría dicho. Pero el partido defensor de los jueces, y los propios jueces, no se fían de los jueces y ambos a la vez han establecido un bloqueo sin alternativas. Cuando hay un cáncer, las metástasis invaden todo el cuerpo.

¿Se tomarán medidas para que esto no vuelva a suceder? Esperemos que sí, porque el espectáculo que estamos dando como democracia occidental es de traca, sobre todo, de ver que el partido campeón de la corrupción se sigue burlando del estado de derecho con artimañas.

¿Y si, España el año que viene reelige a este Gobierno? Entonces la justificación será que no sabemos votar bien. Mientras tanto, en una democracia hay que aceptar el juego normal de las instituciones. Si no lo hacemos, se estará llamando al caos, pero acatar no significa conformarse y el gobierno debe mover ficha para sacarles de las poltronas.