miércoles, 13 de noviembre de 2024

Raro es el día

Raro es el día en el que no encontramos en redes sociales discursos machistas, xenófobos y ultraconservadores. Y en la mayoría de los casos, como tales o disfrazados en bulos y mentiras. Pero no solo en redes sociales, también los encontramos en medios informativos teóricamente serios, tanto escritos como digitales, y en las televisiones nacionales y autonomicas que puede ver cualquiera.
Sin embargo, en esos mismos foros y medios, es muy difícil encontrar reflexiones o comentarios que busquen fortalecer los valores democráticos y de solidaridad como país. Nuestra democracia se enfrenta a la manipulación de esos medios de gran difusión, incluso a algunos jueces que ocupan puestos clave, y a toda la ultraderecha con sus odios y mentiras.
Lo que llama la atención es como la derecha, la que dice no ser ultraderecha sino democrática, se encuentra de tapada,cuando realmente está detrás de muchas de esas maniobras que buscan desgastar la democracia. La prueba de ello está en como se mueve una parte de la justicia, esa que solo actúa contra unos, mientras calla o mira hacia otro lado cando los delitos los cometen otros. Piensa en que si aún no saben quién es M punto Rajoy, al menos es para tener todos los reparos sobre su equidistancia y neutralidad.
Y cómo desde esa derecha se nos engaña con mantras, como la bajada de impuestos ¿Sabes cuánto ha supuesto la bajada del IBI de Almeida desde 2019 en Villaverde 47 euros ¿Sabes cuánto ha supuesto la bajada del IBI de Almeida desde 2019 en Goya? 1.052 euros. Eso es fomentar la desigualdad más aún. Pero lo que queda en medios y mentes es que se los han bajado.
Todo lo anterior parece cierto, pero los árboles no pueden impedirnos ver el bosque. Acabamos de ver la victoria de Trump siendo un convicto y alguien que miente más que habla. Pero no debemos enfadarnos por ese triunfo, sino preguntarnos el ¿por qué ha ganado las elecciones? La explicación puede estar en que la gente solo entiende la democracia según le va a su ombligo, porque los valores democráticos hoy solo se entienden desde la visión personal.
Por eso quizás sea muy importante la macroeconomía, pero eso no hace ganar las elecciones a la izquierda. Toca subir los salarios y facilitar el acceso a la vivienda porque si un gobierno democrático no es capaz de solucionar la vida de la gente, esa gente puede votar al mismísimo diablo, a cualquier Trump, Ayuso o Abascal si elos le aseguran que va a arreglarle sus problemas, aunque no les dicen cómo porque no lo saben.
Nada es tan desalentador como un esclavo satisfecho. Se olvida rápido de que alguien está actuando como su dueño. Pero es lo que nos ha tocado vivir en este tiempo.

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