Difícil es encontrar solución a tanto dislate. Hoy he tenido que hacer cola para llegar a casa del trabajo. Un piquete de agricultores tractorizados protestaba en mitad de la carretera. Había más banderas que tractores. Algunos tractores de los que había valen cuatro veces lo que un coche, y gastan bastante más combustible. Pero sus conductores decían que no podían pagar el precio del gasoil. No entiendo entonces porque tienen ese modelo, salvo que sean dueños de muchas tierras. Pero allá cada cual con su forma de pensar y su forma de gestionar su casa.
Mientras esperaba poder pasar, yo pensaba que sus quejas podrían estar justificadas por la situación que soporta la agricultura que no está ni pagada ni agradecida para los jornaleros. Pero no eran jornaleros, sino agricultores cuya situación no es la misma que la de otros que también se dedican a la agricultura.
Protestaban por la sequía, por los normas ecologistas, por los políticos del gobierno, por las pocas ayudas que ellos reciben, y el mucho papeleo para cobrarlas. Todo era culpa del gobierno, de un tal Sánchez que se dedica a tirar los pantanos que hizo San Franco, según un manifestante le decía a un policía.
Como la espera se prolongaba, me he puesto a pensar que la sequía no era culpa de ningún político, y si que estaba causada por el cambió climático del que llevan años quejándose los ecologistas, exigiendo las mismas medidas de las que ahora estos agricultores se quejan. Es ver el mundo al revés, si no se entiende, que las medidas para la sostenibilidad son precisamente para luchar, entre otros, contra el problema es la sequía.
Siempre hay motivos para quejarse de los políticos, sobretodo de los corruptos. Pero no parece muy lógico echarles en cara que no les den a ellos las soluciones que esos políticos no tienen en sus manos. Exíjanles lo que puedan darles, pero no pueden pedirse peras al olmo. Y mucho menos quienes se han callado cuando los olmos eran otros, porque entonces los agricultores tenían las mismas carencias que hoy, pero no les pedían esas mismas peras a aquellos olmos. Las piden hoy.
Un señor con un tractor enorme, se quejaba de que la policía no le dejaba llegar al centro, y le decía que a eso él tenía derecho. El policía le ha dicho que derecho si, pero que lo que no tenía era permiso para manifestarse. Según él ,no necesitaba permiso de nadie para hacer lo que le “salía de los cojones” y “estaba hasta los güevos de que los policías ahora fueran unos rojos de mierda”.
Todas las ayudas son pocas para ellos agricultores, pero ni yo ni otros muchos sectores, recibimos ayudas, sino que pagamos los impuestos para que ellos y otros las puedan recibir. Y si, es cierto que es mucha la burocracia y el papeleo, pero ninguna ayuda europea se percibe por nadie en Europa sin burocracia y papeleo. Ellos deben creerse diferentes.
Lo que tampoco entiendo es, como esos agricultores, no protestan primero contra quienes realmente les están arruinando, que son las mafias que se dedican, no a producir alimentos, sino a distribuirlos. A esos señores, que muchos de ellos son el sostén económico de los partidos de derecha que ahora dicen defender con ellos el campo, nunca les protestan, sino que si hace falta les rinden pleitesía.
Tampoco entiendo que con los precios que esas mafias les pagan en origen, realmente miserables, no se den cuenta de que, si aún sobreviven, es gracias a las subvenciones de la PAC, que serán escasas, pero que rigurosamente las cobran cada año si justifican la ayuda. Es contra esas ayudas contra lo que dicen estar protestando.
Había aparcado en el arcén, un camionero cabreado por la retención. Este le echaba la culpa a Sánchez por no darles todo lo que piden a los agricultores y afirmaba que por eso, estos se vean obligados a cortar la carretera y tenga que ser él quien pague los cabreos de los agricultores. Todo es por culpa de Sánchez. Aquí me he acordado del pobre Manolete, al que Sánchez corneó en la plaza de Linares.
No protestan ni contra las petroleras que les suben el gasoil, ni las químicas que les suben los fertilizantes, ni las eléctricas que les suben la energía, ni los bancos que les encarecen los préstamos, ni contra las grandes distribuidoras que les esquilman. Lo hacen contra el gobierno que les quiere subir los impuestos a esas grandes empresas para ayudar a los combustibles o pagar servicios públicos. Y la solución que piensan que deben reclamar es recibir más ayudas, seguramente para poder pagar todas esas subidas. Verdaderamente propio de genios.
Espero que sigan ejerciendo su derecho a la protesta y , como estamos en España, esperemos que no se dé el caso de una persona que infartada no pueda llegar, o llegue tarde, a un hospital a causa de los cortes de carreteras. Lo digo porque con el nuevo concepto de terrorismo, igual Garcia Castellón los procesa por terroristas. Estamos en España, donde según la teoría de algunos jueces eso es terrorismo, algo que es compartido por los defensores del agro, PP y Vox.
Como decía al principio, todo es un dislate.
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