Una ola de calor tras otra. Eso ahora, porque antes aprendimos lo que era una dana, hemos vivido inundaciones y soportado sequías. Hoy nuestros embalses no llegan al 40% de su capacidad. En eso se está convirtiendo nuestro día a día. Nos está azotando lo que todos deberíamos considerar como la mayor amenaza de la humanidad, pero seguimos sin querer enterarnos de la dimensión del problema. La mitad de la sociedad respondemos en las encuestas que el problema del clima nos preocupa, pero cuando la pregunta es ¿cuáles son los problemas más importantes que tenemos? nunca aparece el clima entre los más señalados.
Busquemos explicaciones. ¡Es que como no lo dicen así de clarito las televisiones y los medios informativos! Está claro que si no nos dicen en la cadena favorita que es un problema grave, nos imaginamos que ese problema no existe, y que es solo un invento de cuatro bolivarianos o rojos que están contra el PP o Vox. Tenemos incluso partidos que lo niegan, pero también los hay en la izquierda que en esto ejercen de medio pensionistas y no lo proclaman con la intensidad debida Y otros partidos que le otorgan la importancia que tiene, pero que no consiguen transmitir su mensaje al ciudadano de a pie.
Son muchos los preocupados por la inflación, por el IPC o por las banalidades de las portadas de revistas del corazón, todo sirve para olvidar que la humanidad se enfrenta a una autentica emergencia que pone en riesgo a toda la especie humana. No hay que rascar mucho para constatar que la idiotez humana es inmensa. Que aunque hay cosas que nos hacen cambiar por miedo, pero puede que el miedo al desastre no sirva para aprender cuando hay más miedo a los problemas en la economía.
Nos han convencido de que la libertad es solo de quienes se la pueden pagar. Y no es así. Olvidamos que los mayores beneficiarios de nuestros silencios son los responsables de la situación. ¿Tan difícil resulta entender que no podemos sobrevivir solos? porque en lugar de asumirlo y cooperar, intentamos acabar con los demás, para ver si a la hora de repartir tocamos a más. Ya sé que no se pueden pedir sacrificios por nuestro planeta a los que tienen que sacrificarse cada día para poder comer. Pero esos mismos no pueden seguir alimentando a un sistema que se basa solo en el crecimiento en un planeta con recursos limitados Eso no puede ser nunca asumible desde la lógica. Eso es el sistema capitalista, solo crecimiento. Y el crecimiento ha desbordado a la humanidad como si de un rio se tratase. Si seguimos creciendo nos toca vivir la falta de agua, el hambre, más incendios, sequias,
Pensad por un momento, de repetirse las elecciones ¿habremos aprendido algo sobre el cambio climático? ¿Influirá la falta de lluvia o estos calores extremos desconocidos, en el sentido de nuestro voto? Seguramente en esa campaña electoral seguiríamos escuchando las mentiras e idioteces ya escuchadas, y de nada valdría que un programa electoral pusiese en primer plano la emergencia del clima como objetivo prioritario de su política.
Puede que alguien no lo vea claro, o no quiera verlo, pero los oligopolios y los poderes facticos impedirán avanzar cualquier propuesta respetuosa con el planeta que implique no seguir con este crecimiento irracional. Por eso necesitamos presionar sobre su inmovilismo ante este problema, y por eso necesitamos una agenda contra la emergencia climática, y el decrecimeinto, después del no crecimiento, deben estar incluidos en ella.
¿Tiene arreglo esta situación? Difícilmente, porque solo los ciudadanos solo avanzamos protestando en la calle, y son muchas las materias que requieren de esa protesta masiva para conseguir mover algo, el inmovilismo en el que reposan esos poderes. En una sociedad tan polarizada como la nuestra, un debate en serio sobre el clima parece impensable. Pero hay que hacerlo, porque debería empezar a preocuparnos el futuro de nuestros hijos y nietos, y eso si que no deberíamos polarizado. Son los hijos y nietos de un polo y de otro, y del tercio de la humanidad que permanece callado e impasible, como si no fuese con ellos, viendo como los otros dos tercios se tiran los trastos a la cabeza, porque esto va con todos.
No vale la excusa de la ignorancia, tampoco justificar la situación porque sean muchos los individuos impermeables a la cruda realidad. La democracia es la mejor forma de gobernarnos, pero en este tema, cambian los presidentes, pero permanecen los mismos poderes elección tras elección, y esos poderes solo cambiaran su estrategia si obtienen un beneficio de ello. No hay democracia en la lucha contra el cambio climático.
Las calles protestando no benefician a esos poderes, la paz social si. Por si aún no te has dado cuenta, la amenaza climática también amenazará la paz social. Tu paz social.
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