Sesión de control en el Senado. Tocaba hablar de presupuestos, pero en Génova se han preguntado ¿para qué? Si a Federico y a Él Mundo lo que les mola es la leña, y los asuntos de estado se la refanfinflan. Pues leña al mono ha dicho don Albertiño.
Feijóo ha tirado por la borda, y en poco tiempo, aquella imagen de hombre moderado, templado, inteligente y capaz de encabezar un proyecto de derecha democrática que nos vendieron cundo vino a Madrid. El tirón mediático se lo han cambiado por recibir tirones desde Lis medios. La astucia que se le presuponía brilla por su ausencia. El poder que decían que ejercía en su partido hoy es humo. Ya estamos ante Casado 2 o Casado Segunda parte.
Hoy se ha colocado casi sin darse cuenta, donde quieren los que manejan las cuerdas de la marioneta lectora señorita Ayuso. Sin percatarse le han puesto a jugar con ella una partida en un juego en el que él es un novato y la maestra es ella. Se mire por donde se mire, en ese terreno, la chulapa es imbatible.
¿Aguantará Albertiño hasta las generales, ante la ambición de la señora y su séquito, dispuesta a explotar a la más mínima oportunidad que se le presente para subir otro escalón?
Cuando van pasando los años, debemos mantener nuestras convicciones contra viento y marea. Si no lo hacemos y actuamos como las veletas, según nos soplan los vientos de la vida, debemos reflexionar por si eso se debe a puro egoísmo o a hipocresía. Ser coherentes nos hace respetables , y ser veletas o hipócritas nos convierte en despreciables.
Decir inmoral es quedarse corto. El espectáculo bochornoso de ayer tarde en el Congreso de los Diputados por parte de una señora diputada (las dos cosas cuestionables aunque deja muy claro que pertenece a la bancada de la ultraderecha) es un ataque personal, que no político, a la ministra de Igualdad. Sus frases lapidarias son una vergüenza e inaceptables en una democracia.
Estos personajes fascistas, que siguen sin aceptar lo que suponen los mecanismos de la democracia, sin asumir que las mayorías son tan legitimas como las minorías, y que los gobiernos se conforman por los apoyos con los que se eligen en el Parlamento, no pueden dedicarse a vomitar insultos y exabruptos en la cámara donde todos los españoles estamos representados. Son insultos por mujer, joven, y que ejerce un cargo público. Estas formas de agresión, ponen en riesgo la propia democracia en la que se amparan para tener voz, y pueden y buscan alterar la convivencia de todos.
Pero eso no parece importarles, inmersos en una carrera por arrasar todo lo que no sea de los suyos. Todo es parte una estrategia para destruir la democracia. Esta es la ultraderecha a la que en muchos países se aísla por el riesgo que supone aceptarla como democrática.
Lo de ayer es una muestra de indecencia política en su máxima expresión.
Día contra la Violencia de Género.
Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar ese día el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y Maria Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
La violencia contra las mujeres es un fenómeno tanto estructural como individual en nuestra sociedad. Es derivada de la desigualdad de poder entre hombres y mujeres, y el resultado de una falsa idea de superioridad masculina. Esa violencia tiene como finalidad la dominación y el control social. Es una violencia ideológica y está por todas partes. No es natural en los hombres sino una conducta aprendida, además de ser tolerada socialmente y difícil de advertir. Afecta a todas las mujeres aunque en grado diferente.
Toca desterrarla de nuestra sociedad, pero todos los esfuerzos que se hacen para conseguirlo parecen poco.
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