lunes, 31 de marzo de 2025

El kit de supervivencia

Lo de salir a comprar y que te ocupen tu casa ya ha pasado a un segundo plano. El problema de verdad de hoy es que nos van a atacar. El problema anterior lo solventaron Desokupa y Securitas Direct, y este de ahora lo vamos a solventar con inversiones en defensa y seguridad. Lo sabemos desde hace unos días, porque la Comisión Europea nos ha presentado un plan para que todos los países de la Unión, nos preparemos ante posibles emergencias como guerras, pandemias, desastres naturales o cualquier ataque. En este plan se incluyen medidas para que los hogares europeos puedan subsistir durante 72 horas sin ninguna ayuda externa. Debemos almacenar bienes esenciales como agua, alimentos, medicamentos y herramientas básicas. Todo ello va aderezado de campañas educativas en escuelas y empresas para fomentar la preparación ante crisis. El mensaje es “prepárense que vienen”, y ha provocado la inquietud e incluso miedo propio de todo lo que nos genera incertidumbre. Trump, el aliado de Europa, nos ha convencido en poco más de un mes de la urgente necesidad de un “rearme europeo”. Los infectólogos del momento COVID 19, han sido sustituidos en las tertulias televisivas por expertos en conflictos bélicos, que nos convencen de que la paz pasa por rascarnos el bolsillo. Medidas que deberían ser intrínsecas a una sociedad avanzada, cómo mejorar la coordinación entre entidades civiles y militares para gestionar emergencias, una vez más no estaban a punto, de nuevo se convierten en algo urgente. Siempre atendemos lo urgente, aplazamos lo importante y olvidamos lo fundamental. Pero mientras se decide en que modelo de defensa se debe invertir, parece que lo que necesitamos “ya” es el kit de supervivencia. Hasta la comisaria europea se ha empleado a fondo y nos ha grabado un video en el que mete en su bolso todo lo que consideran imprescindible para sobrevivir. Los artículos esenciales: barritas energéticas, filtros de agua, linternas, velas, botiquines de primeros auxilios y herramientas multiusos. La idea es que cada hogar esté preparado para afrontar una crisis con recursos básicos que permitan garantizar la seguridad y bienestar durante los primeros días críticos. Nos dicen que esto es parte de una cultura de prevención y preparación en la población europea para que pueda subsistir al menos 72 horas sin ayuda externa, y actuar con eficacia durante una crisis. Pero lo cierto es que ha sido la idea del kit de supervivencia la que ha despertado rápidamente nuestro ingenio hispano, y vemos su versión asturiana donde no faltan las fabes, la catalana con butifarra, o la castellano manchega con su lomo de orza y choricicos. Quienes deben estar frotándose las manos son los propietarios de Amazon, AliExpress y demás gigantes del comercio digital. Pero lo que me parece imperdonable es que se opte por la navaja suiza y se ningunee a la de Albacete, tradicionalmente imprescindible para la supervivencia. ¡A donde nos va a llevar el sanchismo! Comparto la necesidad de estar preparados ante pandemias, desastres naturales o interrupciones en los suministros básicos (agua, alimentos, medicamentos), algo innegable, pero en un país azotado por el cambio climático, con problemas de empleo, de acceso a la vivienda, con muchos españoles en riesgo de pobreza, listas de espera en sanidad, colegios hacinados o justicia injusta, el kit de supervivencia debería incluir otros muchos elementos. En estos tiempos modernos propongo un kit personalizado. Que contenga por ejemplo: un empleo para los parados; una pensión igual al salario mínimo profesional para por jubilados/as y viudas que la perciben por debajo; un salario para jóvenes que les permita independizarse de sus padres; un tope al precio de los alimentos básicos que los hagan accesibles para todos; un alquiler asequible para todos; una medida que permita adquirir vivienda a familias que no puedan; una sanidad pública sin deterioro; colegios públicos de calidad; tolerancia con la inmigración que busca un futuro mejor cuidando a nuestros mayores, atendiendo bares y restaurantes, construyen edificios o trabajando nuestros campos; respeto a la naturaleza que frene el cambio climático; un sistema judicial que haga justicia; un ejército con medios para defendernos de amenazas externas y realizar tareas humanitarias. Creo que ese sería un kit de supervivencia estupendo, y que si se dotara de él a todos los ciudadanos europeos nos garantizaría, pese a los Trump y Putin de turno, la supervivencia de todo el viejo continente, no solo 72 horas, sino mucho más tiempo. Pero eso sí, como el kit tenemos que comprarlo, es imprescindible que lleve una navaja de Albacete, esa que nunca se debe regalar ni siquiera a un amigo, sino que debe venderse, a un precio simbólico para que no se corte la amistad. Amistad, el único elemento imprescindible en cualquier kit de supervivencia que se precie, para sobre vivir en este mundo de locos.

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