Sánchez quiere seis debates cara a cara. Feijoo con uno cree que el asunto va despachado. El PP considera que querer debatir sobre las propuestas de los partidos es algo excéntrico. Los medios afines a la derecha achacan la idea de seis debates a nerviosismo de Sánchez. Pero lo cierto y verdad es, que la mejor manera de saber que es lo que votaremos el día 23 es saber cuál es la propuesta de cada uno en sanidad, en trabajo, en pensiones, vivienda, en educación, en igualdad, cambio climático, salarios, etc.
No tienen por qué quedarse los lideres de los demás partidos al margen, deben organizarse debates a cuatro o a cinco también, pero lo cierto es que posibilidades de alcanzar el gobierno solo se ven en los dos grandes partidos. Que Feijoo rechace tanta exposición ante el electorado, por un lado, sugiere que cree tener el partido ganado y no quiere arriesgar al ataque (para eso es el conservador), pero también debería pensar en que al hacerlo le está dando la razón a Vox cuando llaman al PP la derechita cobarde, porque huele a cobardía.
Y es que cada vez que han entrado a cuerpo a cuerpo ambos, Feijoo se ha llevado todas las tortadas que se repartían, unas veces por incapaz, otras por sus lapsus, otras por errores de bulto, y las más, por falta de manejo de datos. Entonces, desde esa óptica, tal vez se le considere prudente, pero esa prudencia implica que le importa un bledo que cada españolito de a pie sepa lo que de verdad vota el día 23 j. En democracia, debatir debería ser obligatorio, mucho más que llenar las calles de carteles con caras de candidatos pasados por el Photoshop disfrazados de angelitos de la guarda.
Todo el programa electoral del PP y Vox se resume en “derogar el sanchismo” (al final convertirán el sanchismo en una religión), pero ¿cuáles son sus propuestas? No existen al parecer. Ellos no están conformes con nada. Querían echar a Sánchez, y cuando les convoca elecciones generales para que puedan hacerlo, entonces resulta que es que hace mucho calor ese día, o es que lo hace para fastidiarles y que no puedan estar jugando al golf en Valderrama. En fin, que tampoco les parece bien que en lugar de esperar a que le exigieran elecciones ellos, se las hayan convocado y ya no pueden quejarse de no convocarlas. Pero sobre todo temen que en algunos pueblos y ciudades tendrán que retratarse de la mano de Vox antes del 23j.
Pero interpretemos eso de derogar el sanchismo y lo que significa. Supongo que empezará por pedir a la patronal, despidos masivos para volver a las cifras de paro anteriores al gobierno de coalición. También se derogará la reforma laboral y volveremos a pedirle que cree el empleo la Virgen del Rocío. Implica que se bajaran los salarios y congelarán las pensiones a la subida del 0,25%. Que los alquileres volverán a no tener limite y el propietario cobrará lo que se le figure cada año. Que servicios públicos como sanidad y educación volverán a sufrir una bajada de los recursos destinados a ellos, y de paso aprovecharan ese ahorro para bajarle los impuestos a la banca y a las grandes eléctricas. Y para no extenderme, podríamos decir resumiendo, que todo lo que se ha hecho por este gobierno, y contra lo que el PP votó “no”, será borrado de la faz de la tierra.
Y si todo eso no es su programa ¿Cuál es el motivo para no aceptar todos los debates y afirmar que cuantos mas mejor? Al final lo de la derechita cobarde va a ser cierto. Albertiño y los suyos se olvidan que debatir es ayudar a los ciudadanos a conocer lo que están eligiendo con su voto. Claro que eso implica que se quiere que los votantes sepan exactamente lo que eligen, e igual no creen que eso sea favorable a sus intereses.
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