domingo, 6 de agosto de 2023

Los ladrones van a la oficina

Puede que esté equivocado, pero no creo que a la izquierda le sirva de nada lanzar mensajes en busca del voto útil, por lo negativo que pueda representar un gobierno PP-Vox. Útil es de utilizar, de utilización, y tengo la sensación de que la gente está harta de ser utilizada.
La gente quiere que se la escuche, que se le pregunte lo que quiere, porque es la única manera de que se implique en conseguir un objetivo. Si no se hace así, los objetivos y metas, los sentirán como que son de los partidos o de los candidatos, pero no como de ellos.

El PP ha asumido la responsabilidad de blanquear definitivamente a Vox y ya no podrá desentenderse de una decisión que, además de las consecuencias que puede tener para la convivencia en el país, causa enorme preocupación en una Europa inquieta por el ascenso de la ultraderecha.

Feijóo culpabiliza al PSOE de su pacto con Vox en la Comunitat Valenciana. Ya no necesitan culpar a Venezuela, aunque no quiero darles ideas.
Vox es tan “reaccionario” como lo era cuando Borja Sémper lo tildó de esta manera. Lo que ha cambiado es que el PP no tiene problema en pactar con la extrema derecha para acaparar el máximo poder.

El gallego presidente del PP y candidato a presidente del Gobierno, está en todo su derecho de intentar gobernar todas las instituciones que pueda, y pagar el precio que Vox le pida, aunque esas maniobras impliquen el blanqueamiento de la extrema derecha por parte del PP.
Pero dicho lo anterior, eso viene a documentar a Feijoo como un incongruente o, sencillamente, como un mentiroso. Y es así porque hoy ha justificado su acuerdo en la Comunidad Valenciana en el hecho de que “mucha gente ha votado a la extrema derecha”. Solo le parece importante que Vox tiene muchos votos en Valencia.
Este es el señor que preside un partido que lleva toda la legislatura que ahora acaba, criticando el acuerdo Psoe-UP para el gobierno de coalición, como si a Podemos no lo hubiese votado mucha gente en las anteriores elecciones generales (más que a Vox) y Feijóo siempre se ha mostrado indignado, cínica e incongruentemente, porque el PSOE llegase a un acuerdo con UP. Lo mismo es aplicable a ERC o Bildu que también son votados por mucha gente.
Pero el colmo de los colmos es que se permita dar lecciones de legitimidad democrática cuando está considerando que un voto suyo vale más que el del otro. Eso no es propio de un demócrata, sino de alguien que se cree único en la posesión de la verdad. Le ocurre como tantos y tantos dictadores y reyezuelos que ha habido en la historia, que solo saben gobernar para los suyos. Eso le ocurre a este genio de Feijoo, y si llega al gobierno nos hará falta armarnos de paciencia para soportar su idea de democracia.


Hay una anécdota muy famosa que, discúlpenme, voy a repetir. Un banderillero de Juan Belmonte llegó a gobernador civil en Huelva. Preguntado el maestro por esta peripecia, acertó a responder: «¿Qué cómo se llega de banderillero a gobernador? Degenerando, degenerando».
J.j. Sánchez
La elección de un torero para liderar la gestión del área de Cultura de la Generalitat Valenciana (daría igual si en lugar de un matador de toros fuera un concursante de MasterChef) ha llenado de espanto y desconcierto a una buena parte de la ciudadanía y en particular a esa parte de la ciudadanía que no se ha sentido concernida, ni siquiera aludida, ante cada una de las lentas transformaciones del ámbito cultural que iban significando, precisamente, las condiciones de posibilidad de una designación así.

Un equipo de Neuroinmuno-Reparación del Hospital de Parapléjicos de Toledo ha descrito por primera vez la presencia de células mieloides supresoras en el cerebro de pacientes con esclerosis múltiple. Estas son las encargadas de controlar la inflamación y favorecer mecanismos de reparación del sistema nervioso, lo que es "esperanzador" para predecir y tratar sus efectos.


He visto en redes, comentarios sobre la tuberculosis en las vacas, en los que se afirma que no pueden contagiarse a los humanos. No es cierto, porque las personas en contacto directo como ganaderos o veterinarios pueden contagiarse. Otra cosa es que no se contagien por comer la carne o beber la leche, no porque no pueda ocurrir, sino por que en nuestro país, esto no sucede por dos razones: una, que no pueden llevarse vacas infectadas al matadero; y otra, que la pasteurización de la leche y el cocinado de la carne consiguen destruir a la bacteria, sensible a altas temperaturas

De nada vale meter el miedo en el cuerpo con lo que nos puede venir. Es más útil publicar a los cuatro vientos el tipo de políticas que nos aplicaría un gobierno estatal PP-Vox.
Hay que publicar y hacer saber lo que se está haciendo en Castilla y León, en Madrid, y en muchos lugares. Estamos hablando de una auténtica vuelta al pasado, del imperio de los valores más retrógrados y contrarios al bienestar de los más desfavorecidos.
No es cuestión de meter a la gente el miedo en el cuerpo, sino de hablarles de realidades que ya las tenemos ahí.

El presidente de Andalucía, el modosito y y moderado Juanma Moreno, mantiene todavía abierto —y financiado— el teléfono contra la "violencia intrafamiliar" que le impuso la extrema derecha cuando necesitó de ella para gobernar en esa región. Ahora que no necesita de Vox, tras su holgada, y siempre recordada por los medios afines, mayoría absoluta del pasado año, Moreno sigue con esta línea de atención telefónica abierta aunque cuesta unos 70.000 euros anuales a los bolsillos andaluces y apenas reciba dos llamadas diarias.
Ni los moderados del PP necesitan de Vox para creerse sus políticas de ultraderecha a pies juntillas, se bastan ellos solitos

A nuestro país le golpeó la pandemia como a todos. Pero golpeó a la economía española de manera mucho más dura que a otras, aunque nadie en este tiempo habló de la herencia recibida.
Ahora nuestra economía se ha recuperado, y además, este periodo de ajustes se ha acometido protegiendo a las empresas y a las personas (3,6 millones de trabajadores en ERTE en el peor momento). Hoy crece más que Alemania, Francia e Italia, nuestra inflación es la mitad de la de esos países. Nunca hemos tenido tantos trabajadores cotizando.
No querer verlo, no solo es parte del cainismo patrio, sino el fruto de una manipulación mediática empeñada en negar la verdad, todo les parece válido para poner el gobierno del estado en manos de la más rancia derecha de Europa. Hoy se quejan del adelanto electoral a julio, y de no haber convocado estas elecciones, esos mismos estarían las veinticuatro horas del día exigiendo la convocatoria. Es el negacionismo perpetuo a todo de una derecha disfrazada de amable, que dibuja su llegada al poder como un “verano azul” , aunque en realidad bien podría llamarse como otra serie televisiva: “los ladrones van a la oficina “

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Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...