domingo, 6 de agosto de 2023

La que se avecina

La que se avecina
Según el PP, el meollo de la cuestión para su recurso al TC contra la reforma del código penal, es que en esa reforma se introducen temas que no tienen relación con la ley que se va a reformar. Lo extraño es que se extrañen porque eso lo llevan haciendo todas las administraciones de este país desde hace años.
Y es que sus propios gobernantes lo han hecho en el Parlamento y en todas las CCAA donde han gobernado, claro que entonces les parecía legal y ahora les parece ilegal. Sin ir más lejos, el propio Feijoo en sus años de presidente de Galicia ha reformado en la Ley de Presupuestos hasta cerca de doscientas leyes y ahí están las hemerotecas para comprobarlo. Lo mismo se ha hecho por gobiernos socialistas centrales y autonómicos. Es un método habitual en nuestra historia democrática.
Pero que el PP mienta, también en esto, ya no debería sorprender a nadie. No solo mienten gobernando porque si están en la oposición, entonces la mentira se convierte en su única norma de actuación. Gobierno, CCAA, Diputaciones y Ayuntamientos recogen en sus planos sobradas pruebas de lo que afirmó. Y nada hace pensar que eso pueda cambiar algún día y menos si, a pesar de mentir, su partido sigue recibiendo unos votos que nunca cuestionan nada de lo que sus dirigentes dicen. Es su manera de hacer política.
También son capaces de aliarse con determinados magistrados y conseguir disfrazar la injusticia de justicia. Ahí están las absoluciones de políticos que se lo han llevado calentito pero a los que cuando les pillan resulta que ha prescrito el delito, o no sabe o no contesta, o simplemente algún amigo hace una interpretación sui generis o torticera de la ley con tal de dejarles campar por sus fueros, y todos conocemos una larga lista de nombres con los que esto ha ocurrido. Nunca es posible ver actuar a la justicia con dureza, si al hacerlo cuestiona los intereses de ese partido.
Adiós Casado adiós. Pero con Feijóo no ha cambiado nada. Es más de lo mismo. Está continuando con la manera de actuar de la derecha de siempre, apoyado en los poderes fácticos de siempre, la banca, la iglesia, la cúpula empresarial, o los medios de manipulación (que no dé información) afines cuando no propios.
Pero no solo la mentira y una justicia domesticada según sus intereses, son su gran baza para perpetuarse en esas formas poco democráticas. La principal es tener como rival a una izquierda siempre dividida y a la gresca, y que cuando llegan los periodos electorales imitan a esa derecha y se preocupan más de pillar cada uno su cacho, que por solucionar los problemas de la gente. Con esa manera de actuar, al final la izquierda acaba convirtiendo a sus partidos en auténticos yacimientos de abstencionistas. Claro que en la derecha también se discute y hay división, para muestra la avaricia de Ayuso eliminando a Casado e intentando hacer lo mismo con Feijoo, pero cuando llegan las elecciones se convierten en la eterna Fuenteovejuna, y todos a una.
Y en ese escenario con una derecha mentirosa, una justicia sumisa e ideológica, y una izquierda dividida y que parece avisada y por ello acelerada, los ciudadanos no tenemos ni idea de la que se nos avecina el lunes. Porque este próximo lunes se juegan muchas cosas para tener confianza en que nuestro sistema democrático funciona. Y quien debe mover ficha no es precisamente inspirador de tranquilidad. Tenemos al señor G. Trevijano , ese jurista de la URJC relacionado con el máster de Cifuentes, que fue nombrado para el TC en 2013 por Rajoy y con su mandato vencido hace seis meses tendrá que usar su voto de calidad para imponer lo que pide el PP. Y por si eso no es bastante, antes en el CGPJ, Enrique Arnaldo, ese magnífico jurista profesor de las FAES y envuelto en temas económicos, digamos turbios, y propuesto por el PP es el ponente en el recurso. Ambos son una garantía de neutralidad según los señores de Génova 13. Pero precisamente ese es suficientemente motivo para cuestionar su imparcialidad.
Y mientras los poderes facticos hacen sus jugadas, la cúpula empresarial se niega a acordar subidas salariales acordes a la inflación que soportamos, la banca multiplica sus beneficios y la señora Ayuso recomienda dar propina a los camareros mejor que subirles el sueldo, las navidades se acercan, y en estos días de fraternidad, paradójicamente vemos que de nuevo estamos en las dos Españas, esas de las que una de ellas ha de darte el corazón.
La diferencia entre ambas es que una de ellas siempre quiere imponer su ideología a la otra, a la fuerza si es necesario,si cno lo consigue en las urnas como pasa ahora. Siempre ha sido así y nuestra historia está llena de levantamientos militares y hasta enfrentamientos civiles. Y el Borbón en la Zarzuela, calentito, que esto no parece ir con él.
El lunes veremos la que se nos avecina. Esperemos que triunfe el estado de derecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAMBIO DE FASE

Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...