No hubo invasión de los extraterrestres con el nombramiento de Sánchez como presidente. A parte de ese pequeño detalle, de lo demás, es el único culpable de todo lo malo imaginable para la derecha, la derechita y la derechona.
Desde las elecciones generales han pasado más de tres años, pero da igual el tiempo transcurrido, porque la derecha nunca aceptó el resultado. Y mucho menos acepta verse gobernada por una coalición del PSOE con UP. No admitieron nunca que el bipartidismo era ya pasado. Intentaron impedir un gobierno de la izquierda por tierra mar y aire, incluso desde dentro de las tripas del socialismo.
Una vez confirmado el gobierno todo ha valido en una lucha sucia, que lastra nuestra democracia. Han usado incluso a los muertos de la pandemia como arma política como antes se hizo con los de ETA. Han sido capaces de culpar de del la causa de una pandemia mundial a la manifestación del 8 M. Según cuentan, aquí en España es solo donde no se ha sabido gestionar la pandemia, mientras que fuera todos han tenido gestores envidiables. Han hablado de la necesidad de dar golpes a este gobierno y se sigue hablando de esos golpes. Han hablado de que era necesaria, como única solución, un gobierno de concentración y acabar con la coalición. Mientras sacaban a sus sirvientas a hacer ruido con las cacerolas en un barrio rico de Madrid, por orden del señorito que para eso las tiene como esclavas, ellos movían los hilos entre los poderes fácticos. Era la escenificación de una protesta del pueblo llano contra la gestión de la pandemia, eso sí, en los barrios ricos de la capital. Pero mientras eso ocurría, moría gente en las residencias, ellos callaban, y los jueces miraban para otro lado. Lo grave no lo ven, pero mientras se procesa por lo nimio.
No han importado soflamas de militares clamando por fusilar a 26 millones de rojos por wasaps, porque solo eran bromas u ocurrencias. Hemos sabido de envíos de cartas con balas en Madrid, que han caído en el olvido sin nadie responsable. Sufrimos una huelga de autónomos del transporte, diciéndose camioneros asalariados, buscando provocar el desabastecimiento y que la indignación llevara a la gente a las calles. Se ha perpetuado el secuestro del poder judicial para así bloquear cualquier iniciativa legislativa y bloquear la acción legislativa del gobierno.
Pero sobre todo, su gran mérito, es que han logrado que mucha gente piense que en las próximas elecciones debe decidir entre la derecha o el caos, porque este es un gobierno ilegitimo al que hay que echar. Da igual si la gestión económica es acertada, a ellos que se autocalifican de grandes gestores de la economía, ahora lo único que les importa es la ilegitimidad del gobierno. Por si eso no se lo cree la gente, ahora inventan que el gobierno es ilegitimo porque hace cosas que no iban en su programa electoral., como si todos hubiésemos olvidado que meternos en la guerra de Iraq o rescatar la banca, iba en su programa pero es que no lo leímos. Todo para lograr su gran objetivo: convencernos de que este es un gobierno ilegitimo
Y esto no ha acabado aún porque va a continuar la violencia política que estamos viviendo en los últimos meses. Ahora buscan la bendición en Bruselas a lo que son incumplimientos de la Carta Magna, y mientras intentan desmontar cualquier avance social al precio que sea. Como en Europa ya no es admisible un golpe militar, lo intentan dar por medio de los jueces afines, y lo magnifican en los medios a su servicio. Y si en esa maniobra pueden utilizar a algún socialista, miel sobre hojuelas. Y, aun mejor, si consiguen que desde dentro del socialismo alguien quiera romper la baraja.
Sueñan con volver al atado y bien atado, porque siguen creyéndose los dueños de su cortijo llamado España, y de que la democracia solo es útil cuando ellos gobiernan. Todo vale cuando los ciudadanos no importan. El juego limpio importa aún menos.
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