Feijoo se ha pasado un año de mentira tras mentira. Le fue bien en marzo y creyó que había abierto las aguas del mar rojo para que pasará su ejercito. Pero el malvado Sánchez (psicópata para Jiménez Losantos), le cambio el paso y convocó las Generales al día siguiente de haber obtenido un mal resultado en municipales y autonómicas. AL hacerlo así, le robó al PP el discurso de desgaste del "váyase señor Sánchez" que tenían preparado para machacar todo el verano en todos sus medios afines.
Pero a ese cambio, Feijoo no respondió con inteligencia. No cambio de estrategia, sino que siguió con la mentira por bandera. Y eso que le pillaron en el debate cara a cara, pero como si nada. Le pilló una periodista en una televisión pública, y el como el que escucha llover. No le importaba y siguió mentira tras mentira. Ahora era el pucherazo en el voto por correo. Luego era el pago por el uso de las autopistas. En su partido, lo veían todo tan claro para arrasar, que podían decir la barbaridad que se les ocurriese, que siempre habría un tonto útil que al escucharla les votaría.
Alguien se dio cuenta de que la cosa no les iba tan bien como todos creían. Debieron decirle "Alberto, que se te ve el plumero, no te quemes tú, que se queme otro por ti" y entonces se encargó la tarea de mentir a otra parte del aparato. González Pons y Serrano fueron designados para esos menesteres de azote de los infieles y predicadores para bobos. Estos continuaron con ataques a la televisión publica donde ningún candidato con dignidad debía acudir. Nos dijeron que no se iban a poder constituir las mesas y que habría una abstención desmedida por convocar elecciones en verano. El mismo día de las elecciones, Pons y Serrano acusaron al gobierno de incendiar un túnel ferroviario y no poner los medios para desplazamientos alternativos para así impedir acudir a votar. Y se podría seguir.
Cuarenta y ocho horas después, en Génova ya no se acuerdan de nada de eso. Todas sus plegarias son para que corramos un tupido velo, y solo pensemos en que ellos son la lista más votada. Quieren que olvidemos que con esa forma de entender la política, se ha cuestionado la solvencia democrática de nuestro país, pero eso ni lo ven, porque para el PP, solo se cuestiona a las instituciones cuando se intenta formar gobierno con parlamentarios que pertenecen a partidos tan constitucionales como el suyo, ni más ni menos que el suyo, pese a que el suyo es el único condenado por corrupción.
El argumento de que gobierne la lista más votada es tan falaz, como el cumplimiento que ese partido ha hecho de ese principio donde a tenido a bien (ayuntamiento de Madrid y Carmena, Comunidad de Madrid y Gabilondo; o Castilla León o Murcia donde Mañueco y López Miras, perdedores, son presidentes. . En realidad su principio es algo más complejo: "que gobierne la lista más votada si es la mía, sino lo es, se pueden tejer alianzas". Y si no convencen a nadie con ese argumento, tienen otro, (como los hermanos Marx), el de que el partido al que solo votan los que son como Txapote, se abstenga para que ellos gobiernen, porque son los del partido al que votan solo los decentes y amantes de la patria.
Mira que el batacazo ha sido grande, fundamentalmente por sus mentiras, pero a pesar de eso, parece que Feijoo aún no ha aprendido que con mentiras no se va a ningún lado. Feijoo ya el domingo por la noche sabía que sus posibilidades eran cero, y a pesar de saberlo mintió. Ha vuelto a mentir ayer , al decir que iba a negociar la investidura, sabiendo que el PNV le iba a decir que con el PP ni se sienta, y que de negociar se olvide. Pero aún siendo grave lo de mentir por sistema, es mucho más alarmante, que un candidato a presidente de España pueda plantearse, que puede ser presidente del gobierno sin tener el apoyo parlamentario para gobernar, por mucho que sea la suya la lista más votada.
Es de primero de Constitución, pero el sigue.
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