sábado, 19 de agosto de 2023

ESTO ACABA DE EMPEZAR; Y ALGUNO YA SE EQUIVOCA


Si la cara es el espejo del alma, Gamarra y Feijoo esta mañana, debían tener el alma junto a la caldera de Pedro Botero. Estaban sofocados por el calor que desprendía el resultado de la votación.
No nos equivoquemos porque nada está hecho. Que hoy se haya constituido la mesa del Congreso con mayoría progresista, allana el camino, pero no significa que no persista el riesgo de una repetición electoral. Pero si demuestra que las posibilidades de que pueda alcanzar la investidura Feijoo, se han ido por los desagües del hemiciclo. Y por si aún no lo tenían claro en el PP, no haber cedido un puesto en la mesa a Vox, ha hecho que Abascal se cabree, y que Armengol pudiese ser Presidenta del Congreso, incluso sin los votos de Junts. Sin embargo, esos votos han ayudado a que sea más evidente la soledad del PP.
Todo empieza ahora, toca negociar para alcanzar un gobierno progresista y está muy claro que el camino no será fácil. Una cosa es que queden muchas negociaciones tortuosas, tiras y aflojas, y otra que desde dentro de tu casa en la izquierda, alguien parezca molesto por el acuerdo alcanzado hoy. ¿Se ha vulnerado alguna ley? No. Entonces ¿a que vienen estos comentarios realizados por Page?: “Puigdemont tiene el mando a distancia”, “la legislatura va a ser complicada por no decir que no va empezar", "Puigdemont no se apea del referendum". ¿Alguna de estas cuestiones han surgido hoy? O ¿es que hoy había alcachofas a las que decirlo? Todo lo que afirma lo sabemos desde el día siguiente al 23J. Todo será por ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro.
Ha comentado que estamos en un mercado o una feria donde se venden y compran alianzas. Que se abre ahora "la feria o el mercado", en alusión a las conversaciones políticas para el reparto de cargos que conllevan las posibles alianzas. Sus comentarios dan a entender que Page no confía en nada, ni en la legislación española, ni en los jueces, ni en los demás poderes del Estado que obligan a su cumplimiento, ni en los diputados que nos representan a todos, ni en su partido tampoco. Solo esa falta de confianza en todo el sistema puede hacerle pensar que se va a formar un Gobierno en libertad condicional.
No debería olvidar que esto es una democracia. Que, si el resultado del 23 J es diabólico, hemos sido los españoles con nuestros votos los que lo hemos hecho diabólico. Que, si nos tiene a todos en vilo, es porque la ciudadanía española es tan diversa como el resultado del 23J demuestra. En lugar de quejarse hoy, ayer podría haberse implicado más en la campaña electoral para que su partido hubiese obtenido un resultado mejor. Podría haber valorado, si al exigir la presencia de determinadas personas fieles a él en las listas de las provincias de CLM, era la estrategia más adecuada para un mejor resultado. El resultado es el que es, ni bueno ni malo, saberlo gestionar es lo que convierte a los políticos en buenos o malos, nunca es cuestionable el resultado..
Dice estar preocupado porque se permitan las lenguas cooficiales en nuestro Parlamento, no porque no sean constitucionales, sino porque se puedan utilizar como arma arrojadiza. Curiosa esa preocupación, para que no le preocupe que la bandera de todos sea arma arrojadiza utilizada por la derecha, porque sobre eso se calla y no se queja. Hoy nadie ha hablado de autodeterminación, solo Page, para decir que no puede haberla, menudo descubrimiento nos ha hecho. Igual por él se ha enterado hoy Puigdemont que no debía saberlo.
¿A quién se dirige con su queja? ¿A mantener su perfil diferente dentro del Psoe? Hay un cuento infantil en el que un niño acariciaba al gato mientras esperaba que se comiese al ratón al que temía miedo, pero al gato no le gustaba cazar ratones, y cuando apareció el ratón el gato se tumbo panza arriba y el niño salió corriendo asustado. Es lo mismo que le ha pasado a Feijoo con Sánchez, que el gato Abascal no se lo ha comido, y Feijoo ha tenido que salir corriendo. El gato “aparato del PSOE” tampoco se ha comido a Sánchez esta vez, y no es que antes no intentase cazarlo.
Todos podemos quejarnos, pero hacerlo desde dentro del propio partido que está negociando la investidura, además de poco constructivo puede parecer incluso miserable, propio de desagradecidos. Si no gusta el rumbo que lleva el barco, se baja uno, aunque deba seguir nadando hasta la orilla y corra el riesgo de ahogarse y desaparecer. Si no se quiere abandonar el barco, al menos se da la cara, aun a riesgo de que te la crucen. No se sigue en el barco porque es cómodo que te lleva a puerto, y más cómodo que nadar. Si no se hace una de esas dos cosas, se estará medrando. Pocos amigos se crea uno, quedándose solo con lo que le gusta, y rechazando lo que no. Bueno, si se los puede crear, pero en el contrario, en el PP. Igual es porque al actuar así piensan que les hace su campaña.
A nadie le agradan los que son maestros en poner palos en las ruedas. Gustan más quienes se dedican a aquello que se les ha encomendado, como por ejemplo a desarrollar socialmente su comunidad. Puede ser hasta licito plantear la independencia si no le conceden los recursos que tu comunidad necesita. Pero jugar a la ambigüedad es más propio de personajes de la vieja España en blanco y negro, la de los políticos que se preparan frases hechas por si les preguntan, los políticos que parecen discretos hasta que un día pierden la discreción y hasta se gustan a sí mismos. A algunos se les sube a la cabeza y ese día intentan levantar el vuelo solos, convencidos de que son un ave, pero olvidando que son aves pero gallinas, de corto vuelo.
Algunos socialistas parece, por cómo se expresan, que hubieran dormido mejor si PP y Vox hubiesen alcanzado la mayoría absoluta, convencidos de que entonces se acordarían de que ellos existen, sin pensar que con el solo hecho de pensarlo ya están cayendo en sus propias contradicciones socialistas. Todos tenemos derecho a pensar y defender lo que mejor nos parezca, pero eso no nos exime de recibir críticas como esta. Prefiero a los socialistas españoles antes que a los nacionalistas castellanos.
Aunque quieran convencernos de lo contrario, esto no va de preguntarse ¿nos lanzamos por el precipicio? Y la respuesta deba ser “Que decida Puigdemont”. Esto es una democracia, en la que hay que defender a los españoles, y en la que no es necesario defender un imperio inexistente. El resultado electoral ha creado una situación perversa, que nos disgusta a muchos, que puede parecernos insoportable, pero es el resultado de algo que se llama democracia parlamentaria, y toca acostumbrarse. No asumirlo, puede hasta ser ofensivo. Y quienes más responsabilidad tienen, son los que antes deben creer en los mecanismos de la democracia, con sus aciertos y errores.

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