Decimos que se ha levantado una cortina de humo, cuando un tema banal se convierte en asunto central para desviar la atención que deba prestarse a algo más importante. También tenemos la desinformación, las verdades a medias, los bulos puros y duros. Su gravedad es directamente proporcional al poder de la fuente de la que parte. Pero sobre todo son una demostración de que hay falta de integridad, de dignidad, de ética. Si eso son los instrumentos que se utilizan para alcanzar el poder, estaremos hablando de la mentira como arma, pero decir la verdad para alguien que ocupa un cargo público no puede ser una opción, sino su obligación. De una información precisa y veraz depende que tengamos calidad democrática.
Después de dos campañas electorales en las que ha imperado la mentira. La tergiversación y la manipulación, parece que no ah sido suficiente para que en el PP se den cuenta que así no irán a ningún lado. Toca mentir diciendo que la ley dice que debe gobernar el que más votos recibe. Toca mentir diciendo que se negocia un gobierno pagando con financiación pública los votos que puedan apoyarla. Se miente con el tema de que un candidato no puede irse de vacaciones. Se miente diciendo que veranear en Marruecos es una provocación a los ciudadanos. Se miente sobre la estrategia de donde Sánchez ha ido de vacaciones. Da igual el tema, se miente y se vuelve a mentir. Parece como que no hemos tenido unas elecciones y que seguimos en el acoso y derribo perpetuo. Luego vendrán las matizaciones y justificaciones porque se les ha malinterpretado, pero continúan con su chirimiri, que parece que no es lluvia, pero que poco a poco te cala hasta los huesos. Solo se intenta alterar la realidad, y vamos a tener todavía semanas en las que nos tocará escuchar tanta inmundicia que puede que nos cansemos de desmentir todos los bulos. Es llegar al gobierno por agotamiento ciudadano.
Las mentiras no vienen de otro planeta, vienen del MAR.
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