domingo, 6 de agosto de 2023

15 de diciembre 2022

Ayer en este muro citaba la palabra de moda "golpe" Hoy asistimos a uno. Los jueces conservadores se refugian en las trincheras para prolongar el bloqueo del PP a la reforma del Poder Judicial y así evitar la renovación de los magistrados del Tribunal Constitucional. Son los apoliticos e independientes actuando como activistas en una campaña política. Intentan frenar la propuesta del gobierno que cambia las mayorías y así poder renovar el Constitucional. Una vergüenza antidemocratica que los jueces intenten decidir sobre lo que puede o no votar el legislativo. Es una intromisión del judicial en el legislativo. Por lo menos, los jueces que tienen su mandato caducado deberían ausentarse de esa votación, pero me temo que todo vale ya.
Los jueces pueden determinar que lo que se legisla no se ajusta a la Constitución, pero lo que no pueden hacer es impedir que el Parlamento que representa al pueblo, legisle lo que por mayoría decida, y eso es lo que están intentando, cercenar al legislativo. Eso es un intento de golpe, judicial, pero un intento de golpe a otro poder del Estado se mire por donde se mire y que pone a nuestra democracia en peligro. Estamos a la moda, al nivel de las repúblicas bananeras.

Fingir o falsear los sentimientos que se tienen realmente, es la hipocresía.
Cada día es más generalizada y está más arraigada, esa cualidad que para unos es virtud, y para otros, pecado.
Una lástima que la memoria de los españoles sea tan corta, que los hipócritas sean rápidamente olvidados, y las injusticias que cometen, al despertar del día siguiente nadie las recuerde.
Nos han educado y convencido, de que los intereses deben primar por encima de los derechos de las personas, de que luchar por nuestros derechos cada vez nos resulta más inútil.
Pero si no luchamos, los ciudadanos de a pie ya estamos perdidos.
La lucha siempre debe seguir si el motivo lo justifica, aunque la justicia sea ciega, sorda y muda.
Las audiencias y la alta judicatura impiden, sistemáticamente, aplicar la justicia.
O le ponemos remedio los ciudadanos con nuestro voto, o no tendremos futuro democrático.
Al tiempo.

El PP y los vocales conservadores del Poder Judicial maniobran contra la reforma que desbloquea el Constitucional. El PP pide al Constitucional, cuya renovación está bloqueada, que paralice la votación prevista para este jueves en el Congreso, mientras nueve consejeros del Poder Judicial fuerzan la celebración de un pleno extraordinario con el fin de sortear el cambio legal e imponer a sus candidatos.
Ambos movimientos, casi simultáneos, buscan desactivar la vía que ha explorado el Ejecutivo para acabar con el retraso en la renovación del tribunal de garantías, que está propiciando que ese órgano tenga una mayoría conservadora que no se corresponde con la que salió de las urnas. El cambio legal que reduce las mayorías para elegir a los miembros del Constitucional y suprime el requisito de verificación de los nuevos magistrados está todavía tramitándose en el Congreso. Pero el partido de Alberto Núñez Feijóo ni siquiera ha esperado a que esté en vigor para impugnarlo.
Estos son los defensores del Estado, los que se aferran con uñas y. dientes a mantener una mayoría en los órganos de gobierno de los jueces, que perdieron en las pasadas Elecciones Generales. Pretenden mantener a toda costa la composición elegida cuando Rajoy tenía mayoría absoluta. Siguen sin reconocer que perdieron las elecciones y que el gobierno es legitimo.
Aunque lo pinten como un ataque del gobierno a los jueces, en realidad es un ataque del PP y de los jueces a la Constitución. Es un ejemplo que lo definido como hipocresía anteriormente en este muro.

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