martes, 17 de diciembre de 2024

El poema "Médico Rural

El poema "Médico Rural (Poema 65)" de Hernán Urbina Joiro es ampliamente considerado como uno de los mejores homenajes poéticos a la profesión del médico rural. Escrito en 1989 durante su experiencia como médico rural en Valledupar, Colombia, este poema destaca por su profunda sensibilidad y reconocimiento a la labor de estos profesionales que enfrentan desafíos extremos para salvar vidas en contextos adversos.
El poema retrata al médico rural como un ser multifacético: obstetra, internista, psicólogo y amigo, que lleva esperanza en lugar de medicinas y enfrenta no solo enfermedades, sino también amenazas como la violencia y el desamparo. A través de versos emotivos, Urbina Joiro exalta la dedicación, sacrificio y humanidad de estos médicos, mientras reflexiona sobre la ingratitud y los peligros que muchas veces enfrentan:
"Multiplica, multiplica tu experticia, médico cabal... persiste, persiste que aún dicen que la gratitud existe."
Este poema no solo es un tributo a los médicos rurales, sino también un llamado a valorar su trabajo en comunidades vulnerables.
POEMA COMPLETO Médico rural (Poema 65, 1989) A Germán Vargas Lobo
Improbable exigencia que hay que hacer probable:
Médico rural especialista,
obstetra afable,
internista,
oculista,
psicólogo insondable,
amigo de quien los amigos evitan,
víctima expiatoria de los que el odio invade,
que lleva en el maletín palabras buenas, no boticas,
en la receta esperanza a quien dejó la esperanza,
que vive el prodigio de atender nacimientos donde nació un día
y el tremor de confirmar la muerte de quien lo quiso en su casa.
Trasnochador,
amenazado,
madrugador,
asesinado,
viajero,
prisionero
del hospital,
son muchos,
todos en uno,
Médico rural.
Frente al consultorio hay caminos cubiertos
de arenas y montes,
gentes con sus sueños maltrechos
que acunan al aire, bajo remedos de techo
a niños, niñas, mujeres y hombres.
Centro Rosita Dávila de Cuello,
a su frente hay otro pueblo
con penar que en mi consulta no esconde.
No son los más enfermos,
desde arriba, desde los cerros,
envían el peor azote,
secuestros,
extorsión, desasosiego,
una guerra se vislumbra entre terribles guerreros.
Una y otra vez a la puerta llaman.
¡Vamos a ver! ¡Arriba, a la camilla!
Ummm. La mirada cansada,
la piel en las costillas,
palpitares en manadas,
un abdomen que grita.
Ahora, su boca abra:
«¡Ah!». Ummm, tiene miles de palabras atascadas en gavilla.
Multiplica,
multiplica
tu experticia,
médico cabal,
regala
tu gran semblanza,
médico leal,
persiste,
persiste
que aún dicen que la gratitud existe,
Médico rural.

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