lunes, 4 de noviembre de 2013

!Salud y Republica!

Hoy me han confirmado que, aunque en calidad de observador, el próximo fin de semana, acudiré a la Conferencia Política del PSOE, mi partido. Creo que tenemos la oportunidad de hacer lo que se quedo pendiente en el Congreso de Sevilla: debatir sobre las ideas y realizar las propuestas que necesita nuestro país para los próximos años. Pero eso sí, con la esperanza de que esas propuestas e ideas conecten con la ciudadanía y obtengan su respaldo. Ojala lo consigamos, porque todos y todas, socialistas o no, lo necesitamos para recuperar un optimismo perdido respecto al futuro de la sociedad española.
Que el PSOE no está en su mejor momento es evidente, pero eso no le convierte en el PP, por mucho que algunas voces desde la autodenominada izquierda autentica así lo proclamen, y por mucho que se afanen en denostar todos los intentos de muchos de acercar orillas dentro de la izquierda.
Pero si mala es esa  cerrazón de algunos de fuera en impedir cualquier acercamiento, igual de negativas para la unidad de la izquierda resultan actitudes internas en el PSOE de cierre de filas a ultranza alrededor del Secretario General. Quienes temen a las voces que no compartimos sus postulados, parecen no ser conscientes del flaco favor que le hacen a una organización que siempre ha tenido a gala haber sido abierta y democrática.
Si queremos recuperar el terreno perdido para las próximas elecciones, los cambios que hay que abordar tanto organizativos como programáticos, son verdaderos retos que suponen un “darnos la vuelta como a un calcetín”. No es cuestión de cambiar para ganar, sino de ganar para cambiar el rumbo actual del país. Por eso quiero asistir, para convencerme de que ese cambio interno es posible. No sé si podré hablar o no, aunque he realizado enmiendas al documento marco, pero si no puedo, escucharé.
Espero que de esta Conferencia surjan compromisos de regeneración ética de la política, de transparencia, de igualdad, de una manera de gestionar mejor el sistema económico. Pero algo importante sería alcanzar el compromiso de que de una vez por todas se permita a las bases del partido expresarse libremente en aspectos como el laicismo, la republica, o elección de candidatos tanto orgánicos como electorales. Eso me importa más que la fecha de las primarias.
Sin embargo, hoy leía unos comentarios, que me hacen temer que la Conferencia corre el riesgo de convertirse en oportunidad perdida. Eran redundantes sobre la necesidad de abrir el partido a la sociedad, una idea que en los más de treinta años de democracia, la hemos expuesto en varias ocasiones. Por eso y por quien los hacía, me hace pensar que realmente este partido ha permanecido años cerrado y de espaldas a la sociedad, y entre otras muchas causas de esa situación, esta la actitud de algunos dirigentes enrocados para permanecer, que han olvidado que generosidad y solidaridad son hermanas.
No sé si es una revolución lo que los socialistas necesitamos, o nos bastaría con una renovación. En cualquier caso tenemos la oportunidad en la Conferencia de devolver este partido a los principios del socialismo, y darnos cuenta que desde la socialdemocracia hemos llegado a los filtreos con el liberalismo, y así nos ha ido.
El próximo fin de semana, este partido tiene la oportunidad de recuperar el viejo saludo: salud y republica. Muchos mantenemos la esperanza de que lo haga.

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