viernes, 16 de agosto de 2024

Primer efecto del acuerdo sobre la ley de amnistía

Primer efecto del acuerdo sobre la ley de amnistía: al PP se le ha frustrado, por ahora, el derribo que buscaba con tanto acoso continuado. Ahora ven que su tiempo en la oposición se alarga.
La consecuencia inmediata ha sido oírles decir, que no van a llegar a ningún acuerdo para renovar el CGPJ. Si a alguien le ha sorprendido esta reacción es que no conoce a los jefes del partido de los "españoles y mucho españoles". Nunca han querido alcanzar ese acuerdo, pero al aceptar el PSOE la mediación del comisario de justicia europeo, al PP no le quedo más remedio que sentarse a hablar, al ser suya esa propuesta de mediación. Reynders ya está hasta el gorro de tantos inconvenientes como le pone González Pons, y lo de hoy es de suponer que le ofuscará aún más.
De nuevo volvemos a la casilla de salida, y está vez no debería dilatarse la renovación, pero sabiendo que nunca son buenas consejeras las prisas . Son varias las salidas posibles, y la mejor para el sistema de separación de poderes sería que los miembros del CGPJ tuvieran vergüenza y dimitieran, pero es poco probable porque parece que le han encontrado el gusto a hacer política. Pero no parece lo más probable.
Como esta solución es casi inimaginable, puede que Europa se dé cuenta de a que juega el PP, y le llame la atención, porque fue Europa la que pidió proceder con urgencia a la renovación del CGPJ. Lo que creo sería un error, es plantearse cambiar la ley y renovarlo con mayoría simple, porque hacerlo serviría de nuevo un argumento para dar munición al PP para que continuase con su fábrica de ruido, y a su aparato mediático para hacer que mucha gente lo percibiera como una vulneración constitucional .
Si se recuerda a los ciudadanos cada día ese incumplimiento, al final la factura de la no renovación la pagará el PP por su bloqueo. No hablo de actuar así por cobardía, sino por estrategia.
Lo que tampoco debería hacerse, si llega la renovación, es conformarse con ello como si ese fuese el objetivo final. Muy al contrario, con un CGPJ renovado, debería legislarse para que el próximo Consejo fuera una representación auténtica de la sociedad española en toda su pluralidad y que se representan en las urnas. Lo inaceptable es que solo los jueces puedan elegir a los jueces, porque eso sería como, si solo los futbolistas eligiesen al entrenador, solo los actores a quien debe dirigir la película, o solo los funcionarios del Estado al gobierno.
Que el CGPJ sea proporcional a la representación que los ciudadanos deciden con sus votos es la mejor forma de profundización de la democracia en el Poder Judicial.

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