Don Feijoo es difícil de superar por los demás

Don Feijoo es difícil de superar por los demás, pero él se supera un día sí y el siguiente también. Ayer en una sola comparecencia dice primero: “Comparezco por culpa de Vox, no de Sánchez”; y a los pocos minutos afirma: “Comparezco por culpa de Sánchez, no de Vox”. Solo un genio es capaz de tanto en tan poco tiempo.

Al rato nos suelta esta frase literal: “El señor Sánchez ha conseguido que en los titulares de hoy no se ve a su mujer sentada en el banquillo respondiendo a un juez”. Vale, entonces quiere decirnos que ni del novio de Ayuso, ni de Nacho Cano, ni de la Stasi del tiempo de M punto Rajoy, ¿tampoco se habla hoy gracias a Sánchez?

Solo cabe preguntarse ¿para cuándo la suya? Este señor es un miserable, un mezquino, un cínico. Está demostrando ser un tipo sin escrúpulos, lejos del político moderado que trataron de vendernos cuando le trajeron a Madrid. No sé si él se dará cuenta, pero está degradando la política al actuar como un trilero, siendo mentiroso, mostrándose como un inepto, y confirmándose como un funambulista de la política capaz de decir blanco o negro sin ningún criterio.

Antes de abrir la boca, este señor debería imaginarse como se sentiría él, sí a cada hora de cada día, se estuviera hablando de sus relaciones con el narcotráfico, de los desayunos que le hacían a la mujer en el yate del narco, de sus propiedades que no se corresponden con su sueldo, etc. Esto no es hacer oposición. Cuando se ejerce la oposición se piensa en el país, no en crear un caos y provocar enfrentamientos. Un hombre de estado no es esto. ¿No hay nadie en su partido que le diga, que alguien que pretende ser presidente del gobierno no puede caer tan bajo?

Puede no gustar el actual gobierno o su presidente, pero si esta es la alternativa que nos ofrecen, es para pensárselo si este es el aspirante Y luego criticamos los despistes de Biden, cuando pretenden meternos por los ojos a un hibrido político entre Biden y Milei, y la ciencia dice que los animales híbridos son estériles. Para mear y no echar gotas.