La democracia
es el más perfecto de los imperfectos sistemas de gobierno, pero si dejamos
que se descomponga, su descredito puede
llamar a la puerta de algún salva patrias. Su descomposición viene de la corrupción, y un país no es corrupto de
por sí, lo hacemos corrupto sus ciudadanos, ya sean políticos, empresarios,
banqueros o ciudadanos anónimos.
Esta mañana he oído la entrevista que en la SER hacían a la Vicesecretaria
General de mi partido. Aún compartiendo
parte del contenido de sus respuestas, en otros contenidos he llegado a pensar que defendía lo
indefendible, sobre todo en referencia al asunto Ponferrada.
Hago este comentario,
porque siempre pensé que la mejor
defensa es un buen ataque, y sin querer dar lecciones a la Vicesecretaria,
creo que se ha limitado a la defensa del
Secretario de Organización, sin tan
siquiera citar, que hasta la moción de censura, el PP ha estado gobernando gracias al apoyo del acosador que ahora
tanto les preocupa, que el acoso se
produjo militando acosador y acosada en el PP, y que si el acosador está en la Corporación ponferradina es porque los ciudadanos así lo quisieron.
No es el “y tú más”, es la verdad.
Elena Valenciano no ha
andado rápida de reflejos, porque si quería
defender podía haber utilizado esa connivencia hasta ahora del acosador con
el PP, que seguro es algo digno de
reseñarse en un momento en que parece que para el PP y medios afines, lo de Bárcenas
es un chiste de sobremesa, y lo único grave, que lo es, es esto.
Al regresar a casa del
trabajo, he encontrado a un antiguo
compañero de partido. La situación política ha salido en la conversación, y
me manifestaba haber escuchado también la
entrevista de esta mañana. Su comentario textual ha sido “después de oír esta mañana la entrevista,
cada vez estoy más convencido de que acerté dándome de baja del partido, porque
ya ni somos socialistas, ni obreros, ni nada”. Daba igual mi argumentario
en su descarga, se reafirmaba en lo expresado. Yo me he ido a casa con un bajón de moral.
No me siento identificado con algunas actuaciones de mi partido, pero
asumo ser coparticipe de sus consecuencias, no es la primera vez que afirmo mi percepción, de que se ha perdido el rumbo, el proyecto
socialista, y puede que en ocasiones como esta, hasta la ética. A pesar de ello, no arrojo mi carnet.
Cuando critico a mi partido, que nadie interprete en esto un apoyo al PP porque
en ese partido se ha carecido siempre de rumbo, de proyecto, y de la ética no
saben su significado. No hago un ataque
a mi partido, sino a quienes provocan que estemos perdiendo nuestras señas de
identidad.
No
sé si para cambiar el rumbo que hoy llevamos, tendremos que obtener un
resultado más pésimo que en las últimas elecciones generales, pero si se pone el empeño que parece
que ponemos, actuaciones como las ultimas nos llevaran a conseguirlo. A mí me duele pero no me iré de sus filas.
Quizás sea necesario repetir a nuestros dirigentes,
para que no lo olviden, que los votantes
de izquierda rechazamos con mucha más fuerza los errores propios que los
votantes de la derecha. Pero tampoco
los ciudadanos que asisten a esta degradación de la política deberían olvidar que en la derecha añaden
gasolina a los errores de la izquierda, mientras arrojan agua sobre los suyos
para apagar el incendio.
Van celebrados dos bloques de la Conferencia Política, con
una mínima repercusión mediática en comparación con cualquier resbalón que sufra
un socialista al entrar en su casa. Mientras eso sea así, de nada nos valdrán las aportaciones, ni
los debates, ni la democracia interna, de cara a la opinión pública. Pero
mucho menos se percibirá ese trabajo si
ante errores nuestros no somos radicales, no en pedir disculpas, sino en asumir responsabilidades. Si no lo
hacemos, sobra preguntarnos porque pese
al desgaste del PP no mejora nuestra expectativa de voto. Ya vale de hacernos
trampas jugando al solitario.
Poca gente puede tener
tanta experiencia política, capacidad de trabajo y de convencimiento, como el
actual Secretario General. Pero eso no es óbice para que la primera obligación de un dirigente político sea ganar las elecciones,
y nuestro Secretario no lo ha conseguido y es difícil que en la actual
situación lo consiga. De la Conferencia puede salir el mejor proyecto y el mejor modelo de partido, pero tampoco eso tendrá el apoyo mayoritario si
quienes lo presentan no tiene absoluta confianza no dentro del partido, sino
entre los ciudadanos.
Empiezan
a soplar vientos de Congreso Extraordinario y cambios en las direcciones. Eso en lugar de abatirnos a los socialistas de base, debería servirnos de
estimulo para pensar que algo mejor es posible, y que depende de nosotros,
pero no podemos arrojar la toalla en el camino hasta ese proceso. Por eso, creo
que vienen a colación unos versos de
Mario Benedetti, titulados como esta entrada “No te rindas” y que dedicó al
evocarlos a todos mis compañeros y compañeras socialistas, y que dicen así:
“No te
rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero”.
Es necesario que alguna de las reflexiones que se exponen en el texto se cumplan a modo de profecía.
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