El nivel del PP valenciano es de cum laude: Zaplana, Camps, Barbera, Mazón. Pero Mazón está en una carrera desenfrenada por aparecer como el más dañino de todos.
El membrete de la carta pone "Agencia de Seguridad y Emergencias". Aparte de para decir que ellos no tienen ninguna responsabilidad sobre la seguridad de los valencianos en caso de emergencias ¿Para qué se supone que sirve esa Agencia?
Difícil entender como la Generalitat otorga unos permisos que contradicen la ley de rango estatal, ni entendible que haya trabajadores dispuestos a arriesgar su vida en esa situación de alerta roja. Al final los supermercados no podrán repartir, y trabajo ha comunicado que denunciará este asunto. Supongo que no habrá ningún empleado que piense, que por ahogarse con salvoconducto, le van a subir la pensión de viudedad, aunque ya no se sabe que pensar del personal. Si la Generalitat emite un salvoconducto para trabajadores de reparto de las empresas de alimentación los está poniendo en riesgo evidente. Es la economía liberal que permite a los ricos ser más ricos cada vez, haga sol, llueva o diluvie.
Pero esto, nos puede hacer intuir uno de los motivos por los que la alerta no se emitió en su momento el 29 de octubre ¡Quien paga manda en la Comunidad Valenciana! Deben importar las empresas y sus beneficios, más que las vidas humanas. Ahora solo falta que nos enteremos que, con esos beneficios, luego se financian algunos partidos y así ya hacemos la cuadratura del círculo.
A pesar de que a todos ojos ese salvoconducto, es una barbaridad, y que debería suponer que a pesar de más de doscientos fallecidos, aún n o aprenden, sorprende que en las redes aún veamos muchos defensores de esa decisión porque las empresas están para ganar dinero y los trabajadores para trabajar si quieren cobrar un sueldo. Una pregunta sencillita: si algún trabajador muere ¿Quién paga? ¿la Generalitat? ¿el PP? ¿Vox? ¿la empresa del supermercado? o ¿todos con nuestros impuestos?
Claro que no les preocupa que eso pueda ocurrir, están tranquilos, porque si muere algún trabajador la culpa es de Teresa Ribera.
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