Cuando se navega, el capitán del barco está en el puesto de mando en el barco. Se acerca la gran marejada y el capitán toma decisiones, acertadas o erróneas, pero las toma. Lo que la tripulación no puede aceptar es que, cuando más arrecia el temporal, el capitán se encuentre en tierra.
Y si el barco naufraga y algunos marineros mueren, el capitán no puede culpar a la patrulla de salvamento marítimo. A ver si es que tú me quieres comprender, que no es tan difícil.
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