Antes de que conozcamos el contenido de la ley de amnistía el próximo lunes, nos toca seguir viendo los ataques a las sedes del PSOE por las noches. Hoy supongo que también toca. Es la estrategia de Vox. Mañana es el turno del PP con la manifestación convocada en todas las ciudades.
Hasta hoy hemos oído hablar de tamayazo, escuchado y visto propuestas de compra de diputados socialistas, a un juez García Castellón intentando reventar el acuerdo PP-Junts, a unos miembros del CGPJ acusando de injerencia en los asuntos judiciales mientras ellos estaban haciendo política, a unos medios afines al PP retorciendo la verdad para enfadar a la gente, a algunos guardias civiles dispuestos a derramar hasta la última gota de su sangre, o a un Bendodo diciendo que, como ellos no pueden, la amnistía la va a parar Europa, gracias a Dolors Monserrat. Ni que decir tiene, que también ha habido agresiones a policía y miembros de la prensa como forma Serena y responsable de rechazar la amnistía.
Pero también tenemos las redes sociales que sufren el efecto Aznar con sus arengas.. Unas redes repletas de una inmensidad de politólogos de pacotilla, de abogados constitucionalistas por doquier, aunque la mayoría leguleyos, de, sobre todo, mucha gente con un odio visceral al otro, quizás por eso sea el grito del “a por ellos” en las manifestaciones, lo que nos demuestra que, quienes así piensan, no quieren una España de todos, sino solo la suya, que quienes pensamos de manera diferente sobramos, por eso nos llaman “ellos” y al parecer deben venir por nosotros. Ese lenguaje belicista, solo lleva a entristecer a cualquier demócrata, pero quien lo usa no lo es.
La gota que colma su vaso es que se haya alcanzado un acuerdo que desbloquea la investidura de Sánchez. Ese acuerdo entre Psoe y Junts, permite a ambos partidos mantener sus posturas dispares en cuestiones esenciales, pero representa que existe un análisis conjunto de la situación. Por mucho que no lo quiera admitir la derecha, es un avance hacia una concordia que al menos permite hablar, algo hasta ahora imposible.
Luego está el asunto del lawfare. Está claro que el PSOE no puede admitir por escrito que los jueces no fueron imparciales en su forma de juzgar el process, o que hubo desproporcionalidad en su forma de actuar. Si lo hicieron por motivos ideológicos, no es algo que pueda demostrarse con facilidad, pero comparativamente con cómo se actuó en otros casos, hace que no sea disparatado pensarlo. Pero da igual que el Psoe niegue que se vaya a producir una revisión de sentencias, porque las asociaciones judiciales ya han dado por sentada una interpretación literal, la de que sus sentencias serán revisadas, lo que ni es posible, ni el texto significa eso, y ellos lo saben. Con motivo de este párrafo del acuerdo Psoe y Junts, toda la judicatura se manifiesta muy enojada. En especial por explicitar el termino lawfare, que entienden, cuestiona su labor y les acusa de prevaricación.
Pero no han pasado ni veinticuatro horas, y ya nos demuestran la diferente vara de medir que usa esa ofendida judicatura. Ayer, ese nuevo genio del PP, llamado Miguel Tellado, afirmaba que el Tribunal Constitucional era un tribunal de parte al servicio de Pedro Sánchez. Claramente está acusando de prevaricadores a los jueces que le componen por perseguir al PP por ser amigos de Pedro Sánchez ¿no es esto precisamente lo que significa lawfare? Claro que como la misma acusación aquí parte del PP no debe ofender a los señores togados, y por eso permanecen en silencio. Quienes les dan la razón no deben recordar lo ocurrido con Podemos, o las sentencias revisadas, ni las absoluciones al PP en asuntos que, después, se han visto injustas y con sus implicados condenados. Siempre fueron imparciales al parecer.
Pero esto es con el acuerdo, que anticipa que habrá investidura. No parece molestar a la derecha que ese acuerdo también se haya alcanzado con Coalición Canaria, con Bloque Nacionalista Gallego, o con el Partido Nacionalista Vasco. Debe ser porque aquí si el acuerdo económico existe, lo pagará Sánchez de su bolsillo, y resulta que el de Catalunya lo pagaremos todos los españoles, según el PP y Vox. Claro que los acuerdos con Bildu, Esquerra, o Sumar ya se da por hecho que les molestan y son con terroristas y comunistas, por eso solo les importa escenificar su malestar por el de Junts. Si está hipérbole de reacción es por un acuerdo entre diferentes partidos, imaginaros la que nos espera con su reacción, cuando conozcamos el contenido de la ley de amnistía, que seguro deberá parecerse al apocalipsis o el fin de los tiempos, como poco, o defraudará a los sensatos agitadores.
Es comprensible el escepticismo que muchos ciudadanos puedan tener con la ley de amnistía. Opinión muy respetable, pero solo tanto, como respetable debe ser la de quienes tienen clara su necesidad. Pero ese escepticismo ante una acción política, no debería ser motivo para que muchos se permitan mentir, dando por pactadas cosas que no lo han sido. Al igual que los violentos en las manifestaciones desvirtúan la buena voluntad de quienes se manifiestan pacíficamente, las afirmaciones falsas de algunos, sobre lo que dicen que se ha pactado, también son una falta de respeto y desvirtúan la oposición de esas personas que creen que la amnistía no debería aprobarse. Las mentiras nunca son respetables, y pese a esa verdad irrefutable, llevamos escuchando mentir al líder del PP tanto en los actos y debates de precampaña, como durante la campaña y después de las elecciones. Pocos ven en esto una falta de respeto a todos los españoles, aunque el tiempo acaba poniendo a cada uno en su sitio, y mentir sin freno algún día le pasará factura.
En cualquier caso, creo que el Psoe no está explicando bien su acuerdo con Junts. El acuerdo de JxCat y el PSOE alude al 'lawfare' de un modo tal vez inoportuno, probablemente imprudente y con seguridad innecesario. Además, entiendo que Junts lo tiene aún más difícil de explicar a los suyos, pero en la derecha no quiere verse así. Lo que debería ser motivo de esperanza para una mejor convivencia, se está permitiendo que la derecha lo explique y lo describa como la constatación de una división, la prueba de ese mantra de que España se rompe. Si presenta errores un documento, plantéense las correcciones, pero no vale el no porque no, sin alternativas a la situación. Nadie ha acordado un referéndum de independencia en España por muchas veces que lo repitan. Si estamos en un estado de derecho, como poco, deberíamos creer en nuestro sistema judicial, si no lo hacemos, es que estamos asumiendo que ha existido, que existe y va a seguir existiendo ese lawfare que afirman que tanto les molesta.
Otra cosa distinta, es que muchos ya se viesen de ministros o ministras en PP y Vox antes de las elecciones de julio, y ya no vayan a serlo. Parece lógico que sufran el, demostrado estos días, encabronamiento, porque el sistema constitucional sea parlamentario, y como no les sirve se enfaden con el sistema, como demuestran cada noche los de Vox, y que mañana nos hará creer el PO que es toda España la que está en contra. Nadie les puede negar su derecho a manifestarse, mucho menos su derecho al pataleo, pero si se les puede exigir que no mientan. Puede que el acuerdo Psoe-Junts suponga que hay por parte de Junts una renuncia a la unilateralidad, pero eso no quieren ni planteárselo en la derecha. Puede que ese sea el precio que Junts debe pagar por la amnistía, pero en el acuerdo solo quieren ver el afán de Sánchez por mantenerse en la Moncloa. Ambas cuestiones deberían ser puestas en valor, si hay renuncia a la unilateralidad a cambio de amnistía ¿por qué protestan?
Bildu es la consecuencia política de la renuncia de ETA a la lucha armada, pero se les desprecia por la derecha, y a la izquierda que solo hagan política le parece positivo. Hoy la derecha desprecia a Junts, aunque mañana si los necesita volverán a hablar catalán en la intimidad, por eso no se entiende que si siguen su búsqueda de la independencia, y que lo hagan por la vía de la ley, a la izquierda le parece positivo, pero a la derecha no. Tampoco a la izquierda le parece mal que, si se producen excesos judiciales, estos se corrijan. Pero nadie en la derecha quiere ver en ese acuerdo nada positivo, aunque pueda ser el principio del fin del independentismo. Sin embargo, en las redes sociales, parece que muchos militantes de Junts ya lo saben y lo dicen.
Pero la forma de arreglar la derecha nuestro país es otra diferente a la del debate. Con voces, insultos descalificaciones, animando al golpismo, y demás falacias, esa es su manera de oposición, aunque eso no nos lleva a nada bueno como país. A muchos de esa derecha rancia que tenemos, no les molesta la amnistía, lo que de verdad les molesta es que no puedan gobernar los suyos y que al no hacerlo no puedan aprovecharlo para sus bolsillos, y se permitan recortarnos derechos (ayer, por ejemplo, eso hizo Ayuso con las personas trans y LGTBi). Lo mejor que podrían hacer PP y Vox es aceptar que Sánchez ha conseguido los apoyos necesarios para su investidura, y plantear propuestas para solucionar el problema con Catalunya. Si las tienen, sería bueno conocerlas, porque lo único que están haciendo es provocar violencia en la calle sin calcular sus consecuencias.
Si no tienen alternativa, si no saben cuál es la solución, nos demuestran que siguen anclados en el pasado y que no quieren que nada cambie, porque así, a ellos, les va muy bien. Mañana esperan su nuevo día de gloria. Esperemos que sin violencia.
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