Son las once de la mañana. Escribo antes de que, en las televisiones, comentaristas a sueldo nos convenzan de que más de media España habrá salido a la calle contra la amnistía. Leerán un manifiesto contra la amnistía y a favor de la igualdad.
El PP apuesta por la calle, no por el parlamentarismo. Manifestación con todos juntos. Vox se ha sumado aunque al PP no le hace ninguna gracia. Juntos desde quienes estén convencidos de que no se debe conceder la amnistía, junto con quienes simplemente consideran ilegítimo cualquier gobierno o poder que no se ejerza por los suyos (nosotros somos los otros), con los que consideran que defienden al neoliberalismo de los recortes públicos, las ventajas fiscales, o sus rentas, junto a militantes de partidos de extrema derecha alrededor de Vox, de ideologías franquistas o neonazis, auténticos antisistema, que consideran que tanto la Constitución, como la monarquía, como la división de poderes, como la policía deben ser combatidos porque lo que realmente consideran es que debe desaparecer la democracia, y mucho más la democracia parlamentaria, que parece que no sabían que la nuestra lo es.
Todos juntos, pero quienes más tienen que perder al acudir a estas manifestaciones siempre son los primeros. El PP está cediendo la iniciativa a Vox y esos grupúsculos, y con las televisiones transmitiendo en directo sus barbaridades, les está cediendo el protagonismo y la imagen final es la de que toda la derecha española es radical. Luego tenemos el acompañamiento en esas protestas por parte de jueces no imparciales y que hacen injerencias en campos de decisión que no les corresponde, sin olvidarnos de la señora Ayuso que es punto y aparte. Y mucho peor es la estrategia de quienes tratan de disfrazar estas protestas como si de un nuevo 15 M se tratase, el pueblo que habla de manera espontánea, que son los mismos que antes nos decían que no había que vacunarse y que todo era una conspiración, mostrando un disfraz de progresistas cuando la realidad es que su ideología es de lo más reaccionario. Para deslegitimar al adversario se dicen auténticas barbaridades.
Pero repito algo que afirme ayer. El Psoe no está explicando bien el porqué de la amnistía. En Ferraz no están convencidos de sus bondades, más bien lo están de su necesidad. Hubiera sido menos complicado explicar que con el resultado del 23J les obliga a ello. Lo hizo el PP cuando cedió todo lo que Pujol le pidió por sus votos. Es más simple, pero por eso más fácil de entender. Otra cosa que deberían explicar es que esa situación es mejor que tener en el gobierno a los que cada noche rodean Ferraz. Todos entendemos que la derecha no ha aceptado no alcanzar el poder, que considere que los acuerdos a los que pueda llegan Psoe con otros partidos, legítimos, pero eso no justifica que puedan hacer cualquier cosa para evitar ese gobierno.
Pero, aunque la manifestación de esta mañana nos la vendan como un éxito, lo cierto y real es que los equilibrios para condenar la violencia callejera que se está viendo obligado a hacer el PP, dejan claro el difícil equilibrio en el que tienen que vivir, porque pretenden defender a la vez a los manifestantes y a la policía. Lo que no quieren ver es que si ellos aspiran a gobernar un día, está amnistía les pondrá mucho más fácil gobernar, porque se quiera o no, se debe iniciar la renovación del pacto territorial para acomodar las diversas posiciones, y eso es absolutamente necesario, lo haga el nuevo gobierno o el siguiente. Esa es la bondad de este acuerdo entre siete formaciones políticas.
Y ahora a manifestarse, que es un derecho, pero eso no va a cambiar el resultado de las elecciones, ni que nuestro sistema sea parlamentario, y el resultado es el que es. No asumirlo, si es de golpistas, porque las cosas se valorar en función de sus efectos, y aquí ni se conoce el texto de la amnistía, pero ya se está en contra. Irracionalidad en un estado de derecho, dotado con los instrumentos jurídicos para ser racional. No se entiende.
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