Estimado amigo:
Seguro que sabes, que desde ayer, está tramitándose una ley de amnistía, y que a partir de ahora ya no vale hablar de suposiciones. En la propuesta de ley van los contenidos que en ella se expresan, y no otros. Nos podrá gustar más o menos, pero es una propuesta de ley que deberá seguir los mismos tramites que todas las leyes que nos hemos dado los españoles en estos años de democracia.
Cuando en nuestras conversaciones familiares, de café, o en cualquier encuentro entre amigos, surge este asunto, es muy fácil que surjan disputas y que en algunos casos la visceralidad se anteponga al raciocinio. No solo se ha hablado mucho, sino que, en la mayoría de los casos, se ha especulado demasiado . Si lees el texto de la ley, que puedes encontrar en cualquier medio de información, comprobarás que en ella no se recoge ni una persecución al poder judicial, ni se otorga al independentismo todo lo que exigía. Muy al contrario, se defiende la Constitución, precisamente todo lo que se ha negado por mucha gente antes de conocer la redacción, lo que imprudentemente llevamos escuchando, desde que el primer candidato a la investidura no consiguió los apoyos necesarios para ser presidente del gobierno.
Eso no esta reñido con la necesidad de que quienes impulsan esta ley, deban explicarla muy bien, porque todos necesitamos que se nos aclaré, y se nos informe de todo lo que los ciudadanos necesitemos conocer para estar tranquilos. En el texto, nadie apuesta por romper este país como nos han contado, lo que deja en evidencia que, tras la afirmación de que esta ley rompe España, solo hay un interés electoral y no la verdad. Se pueden exponer y confrontar los argumentos a favor y en contra, pero no mentir, y en cualquier caso, será nuestro estado de derecho el que puntualice todos y cada uno de sus contenidos.
Sois muchos los amigos, en especial los de ideología conservadora, que os sentís preocupados por los acontecimientos. Y muchos los que pensáis que quienes votamos izquierdas, nos estamos dejando arrastrar abducidos por Pedro Sánchez. No sufráis por nosotros, porque ni somos tontos, ni nos hemos dado un golpe en la cabeza que nos ha quitado la capacidad de razonar. Se que lleváis razón cuando afirmáis que Sánchez dijo una cosa sobre la amnistía y luego dijo otra. No necesitamos que nos lo repitáis todos los días. Lo sabemos. Como vosotros sabéis que todos nuestros gobernantes han actuado igual que ahora Sánchez cuando lo han necesitado.
Pero sí, asumimos esta nueva situación, y lo hacemos porque lo consideramos positivo, y ello sin perder el espíritu crítico que siempre hay que tener respecto a todo lo colectivo. Sabemos que serán años complicados los venideros, que nadie tiene la patente de corso de siempre acertar, que con lo que durante años hemos visto, no será fácil fiarse del independentismo que no siempre ha actuado con responsabilidad, pero si queremos que eso cambie, también debemos cambiar nosotros y dar una oportunidad a la concordia.
España no se va a romper por esta ley. Si se puede romper por discursos incendiarios, por hacer la política en las calles y no en el parlamento, o por publicar como hoy hace un medio, las caras de los diputados/as del partido socialista, colocándolos en la diana de quienes ni respetan la democracia, ni les interesa la unidad del país. Nosotros confiamos más en la capacidad de nuestro país para encontrar un camino juntos, que esos que solo saben vestirse con la bandera cuando les interesa, pero que a la hora de contribuir con su bolsillo para el bien de todos, son los primeros en poner pie en pared, cuando no pie en los paraísos fiscales.
Nada grave va a suceder, si unos pocos no fuerzan más la situación e intentan apagar el fuego con gasolina. Las movilizaciones en las calles, son licitas, pero quienes las convocan son responsables también, de cualquier alteración del orden publico que los desaprensivos que aprovechándose de convocatorias pacificas, puedan provocar. La mejor forma de no quemarse es no acercarse al fuego.
Alguna gente es la primera vez que acude a manifestaciones, pero quienes ya las vivimos en la lucha por la democracia, sabemos que las cosas no se arreglan con frases grandilocuentes, sino con sensatez y cordura, algo que siempre ha habido en nuestra sociedad. Las algaradas las vemos en Madrid pero no en todos los lugares de España son así, sino que empieza a notarse cierto cansancio entre la gente sensata y la necesidad de pasar pagina y dejar hacer, y que actúe el sistema político que nos hemos dado.
Y no os canso más. Estad tranquilos, la situación se ve compleja, pero hemos estado en momentos peores. Hay riesgos, pero pocas cosas buenas se consiguen sin arriesgar. No va a ser fácil, ni nadie puede garantizar que todo salga bien en política, pero lo importante es que al final triunfe la democracia.
Buenos días
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