Parece que hay quien piensa que los servicios públicos son gratis o se financian por la ciencia infusa. Que cuando vamos al médico, o nos atienden en un hospital, todo es gratis. Pues no es así. Los servicios tienen un coste que se afronta con nuestros impuestos, y quienes hablan de no pagar impuestos, en realidad lo que están diciendo es que, si ellos gobernasen, no tendríamos esos servicios si no tenemos recursos económicos para pagárnoslos.
Pero no solo es la sanidad. Otro ejemplo. Una matrícula universitaria completa, para tu hijo o tu hija, o para ti mismo, está en torno a los 10.000€. ¿Cuántas familias españolas podrían permitírtelo? Pocos.
Que en nuestro país podamos acceder a estos servicios es lo que denominamos como justicia social, esa misma política que Milei y Vox se preguntan para qué sirve, y que proponen que desaparezca. Igual merecería la pena que algunos pensaran en esto antes de decir alegremente, que quienes proponen quitar los impuestos llevan razón.
Claro que siempre puedes elegir la otra opción, morirte a la puerta del hospital porque no puedes pagarlo, o que tus hijos tengan que dedicarse a lo que le ofrezcan como trabajo y al salario que le den, porque no ha podido tener ningún estudio.
No es tan difícil entender lo que significa ese modelo de país para quienes no tenemos recursos de sobra. Pero allá cada cual con lo que vota. Los argentinos ya lo están aprendiendo y deprisita.
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