En Los Cuernos de don Friolera, Valle Inclán retrata una España de principios del siglo pasado, en la que critica los prejuicios morales de la pérdida del honor por "los cuernos", provocando en el público risas crueles sobre la tradición machista de los españoles. Lo de Tellado es igual de esperpéntico , solo que cambiando el machismo por el cinismo pero con mucha más crueldad.
Porque resulta muy cínico que el personaje que Alberto se trajo de Galicia y colocó de “perro portas” en Génova 13, sea capaz de acusar sin pruebas. Nada de eso me impide reconocer el enorme daño que el caso Koldo hace a la credibilidad de la izquierda. Lo que casos idénticos no hacen el mismo daño a la derecha con la que la ciudadanía es más permisiva y la prensa. Tellado es la reencarnación del dicho de que el ladrón está convencido de que todos son de su condición.
A este nuevo Torquemada no le importa mentir: “El Gobierno de Baleares presidido por Armengol está siendo investigado por la Justicia por comprar mascarillas en la pandemia” Falso: ni la Fiscalía ni el juez han abierto una investigación en ese sentido; “solo reclamó la estafa a los tres años coincidiendo con el cambio de Gobierno en las Islas Baleares”. Falso: la reclama en marzo de 2023, y las elecciones se celebraron el 28 de mayo.
Cuando miente no es contra Armengol, intenta un disparo por elevación, a ver si le da al presidente: “el presidente debe dar también explicaciones” “afecta a su partido, a su Gobierno y a su entorno más cercano, a su mujer”. A este paso, en unos días, hasta el guardaespaldas de Sánchez tendrá responsabilidad política por no dejar que le ocurra algo. Y es que, se ponga como se ponga Tellado, grite más o menos, lo niegue una vez o quinientas, debe admitir que no hay diferencias entre el caso Koldo y otras estafas durante la pandemia. Por ejemplo, las decenas de millones al Ayuntamiento de Madrid que está en la vía judicial, aunque el alcalde no deba dimitir. Porque si le hacemos caso a sus argumentos, el primo del alcalde de Madrid, o Ayuso amiga de la empresa adjudicataria de la comisión de su hermano fueron colaboradores necesarios. Ojalá la fiscalía europea interviniera en todas esas adjudicaciones, no solo en una, porque cuestiona su imparcialidad.
Pero acusar sin pruebas ya parece no importar su uso como arma política, porque hace tiempo que ya se han traspasado todas esas líneas que obligan a usar en política la decencia y la ética. Un ejemplo muy claro de eso es como intentan meter en todo esto a la mujer de Sánchez sin que exista nada en que basar esa acusación gratuita. Si uno se pregunta ¿qué ocurriría, si la izquierda acusara a la mujer de Feijoo de saber a qué se dedicaba el marinero dorado?, o de que como es empresaria se reúne y hace negocios con algún narco gallego. Se levantarían las togas del CGPJ para exigir justicia. La izquierda lo podría hacer porque dispone de las mismas pruebas que el PP para acusar a la mujer de Sánchez: de ninguna. Se aprovechan de saber que nadie caerá tan bajo como ellos.
Piensa la respuesta tu que sueles leer este muro: si todo es tan evidente como dicen, ¿por qué rechazan una investigación global de todos los abusos que hayan podido producirse durante la pandemia? La respuesta es muy sencilla: porque no les interesa que sepamos la verdad, solo que caiga el gobierno.
Lo del vocero Tellado recuerda esa escena de película, donde el ladrón grita “ al ladrón, al ladrón, al ladrón” para que la gente mire para otro lado.
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