No me importa que muchos opinen que hablar de Ayuso es hacerle propaganda a esta señora. Llevan razón, pero también sirve para demostrar que hoy el PP tiene al frente a un pelele, y que es la rama aznariana, la que maneja los hilos, sin necesidad de comparecer ante las urnas. Necesariamente hoy casi todos los medios hablan o escriben de la visita del argentino ultra para que la madrileña ultra le cuelgue la medallita.
Milei no ha perdido la ocasión para propagar su teoría ultraliberal que nada tiene que ver con la realidad que vivimos en Europa. Según la madrileña el argentino ya ha triunfado en su país, porque lo que opinan los argentinos de a pie, le importa un bledo. Ella tiene bastante con creerse la lideresa de la política exterior madrileña, aunque se salte al hacerlo la ley que promovió el Gobierno de Rajoy para impedir la acción exterior de la Generalitat. No se si reiremos o ella llorará cuando algún gobierno independentista condecore a un maduro cualquiera si está en el gobierno nuestra derecha patriótica. Será un descojono ver a Ayuso exigiendo el 155 por traidores a su España. Somos los antípodas de Australia, pero aquí también funciona el bumerán. La señora piensa que España es solo suya, que la conquistaron un 18 de julio de 1936, y que por eso es innecesario cumplir una ley que obliga a los presidentes autonómicos a coordinar cualquier decisión de este tipo con el Ministerio de Exteriores.
Ayuso parece vivir en una realidad paralela al mundo real, cuando afirma que en Argentina “los precios empiezan a contenerse” o que ya “está en el mapa internacional” que es “justo ahora cuando la nación argentina está resurgiendo con fuerza y se habla de ella por todas partes”. Debe desconocer, que después de varios meses de gobierno, la realidad es que en ese país solo ha conseguido reducir la inflación al 3,5% mensual pese a un plan de austeridad bestial, que ha hundido el consumo y la industria, pero sobre todo ha provocado un aumento de la pobreza, cuyas consecuencias pueden ser previsibles como vimos hace unos días en las calles de Buenos Aire. Hoy daba algunos datos Rafael Narbona: al llegar al poder los recortes se cebaron en los más débiles: recortó las jubilaciones y las pensiones un 38%, bajó los salarios públicos un 27%, eliminó el 64% de los subsidios y redujo un 86% los presupuestos de obras públicas. Estas medidas han disparado la pobreza, que ha pasado del 49,5% al 57,4%, y han reducido el consumo casi un 20%. Gloriosa política la suya.
Milei confunde impuestos con humanismo. Se cobran impuestos, pero con ellos se financian la sanidad, educación o pensiones, elementos de equilibrio social de los que se benefician todos. Confunde derechos con privilegios, pero no considera privilegios los que disfruta una parte de la población que vive del sudor del resto. Defienden, ambos personajes, un capitalismo nos ha sentenciado a muerte a quienes no pertenecemos a esas elites. Son adictos al dinero y no soportan la abstinencia. En España tieen el campo abonado ese modelo con la indigencia intelectual que fomenta el modelo mediático autocrático que tenemos instaurado.
Después hay cosas que en el acto de ayer chirrían. Milei dice “Quizás no la del político directamente, quizás es la de un hermano, la de la pareja o lo que fuera. Y el que quiera entender que entienda”. Oyendo la frase Ayuso sonreía, pero muchos nos acordamos de su hermano y de su novio el defraudador fiscal de 300.000 euros. Pero ella lo debió escuchar solo referido a Sánchez.
El montaje mediático de ayer, con saludos desde el balcón, gritos de libertad, libertad, y demás elogios a la pareja, vienen a poner negro sobre blanco de que Milei está obsesionado con ser una figura internacional (pero sólo le apoyan los que ya piensan como él), y que la ignorancia de IDA es tan inmensa que no sabe ni lo que está haciendo, porque hay quien escribe el guion y ella lo ejecuta sin preguntar para que. Madrid tiene su propio monstruo ultraderechista, y no necesita importar al monstruo argentino para que nos demos cuenta de que ella ya lo es.
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