Francia tiene una ley contra los bulos desde 2018. Se denomina “ley contra la manipulación de la información” o “ley intox” y se aplica a todas las webs con más de cinco millones de visitantes únicos al mes. Pone como condición para perseguir las falsedades que el bulo debe ser “masivamente difundido”, “manifiesto”, y “conducir a alterar la paz pública o la sinceridad de un escrutinio”. No se aplica la norma a columnas de opinión ni a la parodia.
Allí las falsedades se regulan y aquí le llamamos intento de perseguir la libertad de expresión e información. Hasta en esto se ve lo que significa “manipular la información “
Ayuso llama "Hijo de puta" a Sánchez en el Congreso. En el PP se hacen hasta camisetas. Feijóo le ríe la gracia y reparte cestas de fruta. Hoy piden la dimisión de Puente por ofender según ellos a Milei.
El cristal con que se mira les hace ver solo lo que quieren.
La libertad de expresión es un bien imprescindible en una democracia, porque en ella descansa el ejercicio de las otras libertades. Se equivocan los periodistas y medios que se creen que la libertad de expresión es suya. Es de los ciudadanos y no tienen derecho a engañarnos amparándose en su libertad de expresión. Cuando lo hacen pervierten y adulteran el debate público y se convierten en instrumentos ideológicos
Aznar, sobre Pedro Sánchez: «Hace falta ser un gran farsante para engañar y mentir a todo un país».
Siempre habla el ciego en la puerta del tuerto. Desmemoriado desde 2003
No gustan en la derecha las protestas universitarias por la paz en Gaza. Tienen claro donde está el dinero y su apoyo es a ese bando. Pero eso no impide que la gente buena en todo el mundo desee que se acabe esta masacre. Ver los cadaveres de niños no debe causarles ningún dolor de conciencia, porque para eso es necesario tener conciencia.
Empezaron las universidades estadounidenses, le siguieron las francesas y también las nuestras. Pero esto no es solo una cuestión para universitarios, deberíamos estar todos en la calle ecigiendo el final de este desastre. Exigiendo que se acaben los envíos de armas al ejército israelí. Exigiendo que termine esta masacre en los hospitales palestinos.
Es bueno que nos preocupemos por Ucrania, pero también Gaza. Cuando sepaños las cifras reales de muertos nos avergonzaremos de haber seguido callados. Y mucho más deberíamos avergonzarnos de conciudadanos que solo pueden estar preocupados por la amnistía y que, cegados por su ideología, ven en exigir la paz solo un apoyo a Hamas. Si Hamas son terroristas, porque masacran a inocentes. ¿Cómo calificamos entonces al ejército israelí que masacra a niños? ¿Y a quienes le apoyan como les calificamos? ¿Cómplices de terroristas?
Horror de mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario