Al final será verdad que este país nuestro de cada día es diferente a los demás. Mientras Trump se va de rositas después de calentar los ánimos para asaltar el Capitolio, aquí en España eso sería terrorismo porque ya todo puede ser terrorismo.
Menudo escándalo está liando el señor juez TRESENUNO. Solo busca dilatar el proceso de la ley de amnistía cuanto esté en su mano, en lugar de dejar que se apruebe y luego ver su legitimidad o no. Que al señor juez no le gusta la amnistía no es algo nuevo, porque lo dijo el mismo en Orense en un acto organizado por Julio Ariza, uno de los fundadores de Vox y amigo del señor juez.
Una vez que así se ha manifestado, la imparcialidad del señor juez no solo queda en entredicho, sino que brilla por su ausencia, y si fuera coherente debería apartarse de cualquier asunto que afecte a personas que pudieran estar relacionadas con la amnistía. Sin embargo, su actividad está muy lejos de esa coherencia, y todos sus pasos intentan frenar a la mayoría parlamentaria del Congreso de los Diputados. Pero lo más grave es que todo se le está tolerando al señor juez, y cada día monta su espectáculo particular guiado por una rabia y un odio impropios de un juez. La ecuación de, justicia es igual a absoluta imparcialidad, el señor juez la ha echado por tierra.
Puede que esta forma de actuar del señor juez, tenga relación con la no renovación del CGPJ, órgano que debería llamarle la atención por cómo está actuando. Pero es que si hay miembros de la judicatura que se sienten impunes, como si sobre sus personas concurriesen los tres poderes del Estado, sus compañeros como el juez TRESENUNO, siempre pueden caer en la tentación de creer que su criterio está por encima de las decisiones del legislativo. Porque lo miremos de un ángulo o de otro, el señor juez TRESENUNO se permite montar su particular guerra contra el Ejecutivo y el Legislativo, por considerar que el único con poder legítimo es él. No es necesario ser jurista para pensar que esto es una prevaricación consumada por un verdadero golpista, empeñado en meter en la cárcel a cualquiera que no piense como él. Parece que el señor juez TRESENUNO dispone de delitos a la carta según sus necesidades del momento.
El señor juez TRESENUNO está retorciendo la ley de manera obscena, para adaptar cada uno de sus autos según se modifique la proposición de ley. No es tolerable que los jueces, funcionarios no elegidos por el pueblo, tengan un poder absoluto para frenar las iniciativas de un gobierno elegido por el pueblo. El Poder judicial debe dejar que las iniciativas de los otros poderes se materialicen y luego juzgar su contenido, y si vulneran la ley, sentenciar en contra, pero nunca puede ponerse la venda sin la herida, porque al hacerlo así se está actuando contra el propio Estado de Derecho, contra la independencia de poderes, y no respetando las normas de convivencia democrática que todos nos hemos dado.
Si lo que ahora está haciendo el señor juez TRESENUNO, al considerar que todas las manifestaciones donde se produzca violencia podrán ser juzgadas como terrorismo, ese mismo juez u otro que se crea esa premisa, debería empezar por imputar a los organizadores de las protestas en Ferraz contra la amnistía, y siguiendo ese mismo hilo argumental, resulta que como hubo más de cuarenta policías heridos, deberá procesar por terrorismo al PP y a Vox que las auspiciaron. Es que según la teoría del señor juez TRESENUNO, Feijoo y Abascal violaron los derechos humanos, y Ortega Smith sería el brazo armado.
Visto todo lo que estamos viendo, es difícil creerse que el Lawfare no existe en España, aunque cuando se cite ese término los señores de las togas se escandalicen. Quizás este escenario, sería el momento oportuno para el gobierno de decir, que si redacta la ley de amnistía por capítulos, solo es para impedir el sabotaje continuado de personajes que inventan delitos falsos contra todo el que no respire como a ellos les gusta. Puede que la estrategia del señor juez sea poner nervioso al nacionalismo para que presione al gobierno, esta ceda, y eso sirva de munición a la oposición.
También podemos elucubrar y pensar que, si al final Puigdemont se queda fuera de la amnistía, el señor juez le estaría haciendo un favor al gobierno y una putada a Puigdemont y a Feijoo, porque sin amnistía Feijoo ya no tendría con quien pactar, mientras que no nos debería extrañar que PP y Junts pactasen al día siguiente de que Puigdemont tuviera su amnistía.
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