Los últimos años han sido “temporada de rebajas” en las Comunidades Autónomas, según ironizan distintos expertos. Una política de bajadas de impuestos y de bonificaciones bajo la premisa de que la pérdida de ingresos sería compensada por un mayor crecimiento de la actividad económica, más inversión y más creación de puestos de trabajo que no se ha cumplido en buena parte de los casos, según reflejan los datos, y que chocan con las exigencias de “ajustes” que han regresado desde la Comisión Europea con las nuevas reglas fiscales.
A pesar de eso, presumen de gestionar bien lo público. Ellos rebajan para que papá Estado cubra sus necesidades, y luego quejarse de que el Estado cobra muchos impuestos. Indecente.
Destaca el caso de Andalucía, el único territorio donde desciende la recaudación de todos los tributos cedidos por el Estado tras apuntarse a las bajadas de impuestos espoleadas por el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Una carrera sin frenos a ver quien los baja más.
Había una orden de la Jueza decana de la Audiencia de Madrid que restringía el acceso a los medios de comunicación al Juzgado de Instrucción número 41. Solo estaban autorizados cuatro redactores de las agencias de noticias. Pero eso a los ultras les importaba un bledo y se colaron como ayudantes de una acusación popular. Sacaron el móvil y a hacer fotos y videos para alimentar su carroña. La investigada carece de derechos para ellos, como cualquier ciudadano que no sea de su cuerda. En este caso es una persecución política de libro.
Un Juez rodeado de fanáticos ultraderechistas que se saltán a cara descubierta todas las normas habidas y por haber, persiguiendo a la mujer del presidente de la manera más cutre y evidente ¿Cómo se titula la película? El estado de derecho hispano es una m. No la misma M que la de M, Rajoy, pero pariente de aquella.
Demasiadas preguntas sin respuesta hoy. ¿Qué más líneas deben cruzar para que el sistema democrático y el Estado de Derecho digan ya basta? ¿dónde está el límite? ¿dónde estaban las medidas de seguridad, Guardia civil, policía, vigilantes? ¿se han recogido los datos o visado las imágenes? Se está implantando en nuestro país la cultura del miedo a todo, la que permite al poderoso convertir a los señalados por el en esclavos sin derechos. La actitud de las fuerzas de seguridad en este caso, no haciendo nada por impedir el incumplimiento de las instrucciones judiciales, causa vergüenza ajena. Permiten con su silencio y con su omisión, la ignominia, la desfachatez, la corrupción, la actuación con descaro de los promotores y constructores de estos shows.
Mientras, la parte sensata de la justicia (que la hay) calla, y con su silencio permite que no exista una forma legal de impedir estas vulneraciones de derechos. ¿No son conscientes de que esto genera odio y separa a los ciudadanos? ¿No consideran que todo esto es convencernos de que somos desiguales ante la ley? Pregunten si hoy alguien piensa que la justicia es igual para todos. ¿Cómo han accedido a esa zona del juzgado y hacerlo de manera ilegal? ¿La Audiencia de Madrid les va a denunciar? ¿Se van a exigir responsabilidades a los encargados de la seguridad? ¿Pondremos el semáforo cunado ya hayan arrollado al niño?, o lo que es lo mismo, ¿vamos a esperar a que entre un majara y acabe agrediendo a alguien dentro de la Audiencia?
Señores del PSOE, aquellos polvos trajeron estos lodos. Demasiado electoralismo en Ferraz cuando no se vio lawfare en el acoso contra Iglesias y Montero, o contra Mónica Oltra, y no se hizo nada. Ahora van por Begoña Gómez y por el hermano de Sánchez y ya están convencidos de que pueden hacer y decir lo que les venga en gana. ¿Dónde está la militancia socialista? No digo que devuelva el ojo por ojo, pero si que no estaría demás que mostrasen en sus sedes el respaldo, porque no se ataca solo a Begoña Gómez sino a la dignidad de todos los progresistas y del Psoe en particular.
Hoy la derecha y la ultraderecha se sienten impunes, consideran que tienen como derechos vulnerar las garantías procesales y vulnerar las medidas de seguridad impuestas por la Juez Decana, convencidas de que no les va a pasar nada de nada por hacerlo. Que nadie actúe hoy contra ellos es ayudarles a que su basura se esparza sin control, y consideren España su cortijo. Un día nos acordaremos del error de hoy permitírselo, incluidos los propios jueces, tanto los que hoy callan como los que les aplauden y les ríen las gracias.
Al tiempo.
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