Algo deberemos estar haciendo bien en el sistema sanitario para que los tumores se hayan convertido en la primera causa de muerte en España. El control de los factores de riesgo cardiovascular (tabaco, hipertensión, diabetes, dislipemias, obesidad, inactividad física, alimentación y otros) empieza a dar sus frutos.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2023, de los fallecimientos ocurridos, un 26,6% de los estuvieron relacionados con algún tipo de cáncer, y es la primera vez que esta enfermedad supera en defunciones a las dolencias del sistema circulatorio. Esto implica una mejor detección y las muertes relacionadas con tumores han aumentado un 0,2% mientras se han reducido un 5,3% las vinculadas a problemas cardiovasculares.
El cáncer de pulmón y bronquios sigue siendo el más frecuente sin variaciones respecto a 2022; le sigue el cáncer de colon con un 2,3% menos de fallecidos; el de páncreas con un 1,7% más de muertes y el de mama, aunque este último es el tipo de cáncer que más descenso de mortalidad registra respecto a 2022: un 3,9%.
Por sexo, en los hombres las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte seguidas del cáncer de bronquios y pulmón y de las afecciones cerebrovasculares. Entre las mujeres, en primer lugar está la demencia), seguida de las enfermedades cerebrovasculares y de la insuficiencia cardíaca.
La lucha continúa, y la investigación en nuevos tratamientos es imprescindible.
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