Ruido y más ruido. Ensordecedor. La marabunta está muy nerviosa y se mueve inquieta, huele el fuego que se le aproxima. Despacio, pero ciertamente cree que se le acerca. Sienten el peligro de perder unos privilegios que hasta ahora eran suyos e intocables. Solo ha sido una rueda de prensa ofreciendo entrar en el gobierno. Una escenificación propia de maestros de los efectos especiales cinematográficos, pero el revuelo provocado se ha percibido sobredimensionadamente. Muchos deberían haberlo esperado, sobre todo los analistas como Marhuenda, Inda y otros personajes de alta alcurnia periodística, pero estaban acribillando a Sánchez.
Iglesias lanzó su órdago. Pero cometió un error. No se dio cuenta que en la mesa del casino estaba el señorito gallego en su poltrona. Experto en ciclismo, también en futbol, pero sobre todo al mus. Él es un profesional del juego, y a un profesional un órdago no lo asusta. Un profesional tiene siempre una jugada pensada de antemano. En esta ocasión también: levantar la voz y decir “Paso”. Ahí queda eso, que para el dolor de tripas, nada mejor que el caldo mariano. El resto de jugadores, no saben qué hacer. Pero está claro, alguien miente, o los dos mienten.
Nadie en Génova ha movido un dedo para investir presidente a uno de los suyos. El orgullo propio de quienes solo conocen el poder se lo impide. Se temen que un rey no puede proponer al candidato de un partido podrido de corrupción. Eso sería una vergüenza nacional, y a nivel internacional sería una vergüenza mayúscula. Lo que le faltaba a la Marca España. Si el Jefe del Estado, actúa como Jefe del Estado, lo que hará será invitar a Rajoy a marcharse. Mejor un paso atrás. Si no lo dan, el rey deberá proponer al presidente de un partido imputado para que forme gobierno. Mariano dijo, ¡Para eso cobra!
Una propuesta hecha al rey por lealtad con la Jefatura del Estado, antes que a sus destinatarios. Definición de sarcasmo: dicho irónico y cruel con el que se ridiculiza, humilla o insulta a alguien. No es una propuesta, es un sarcasmo. La humillación del contrario es para conseguir algo que tú deseas, no para demostrarle que quieres negociar. Eso sí, hagámoslo con total transparencia. Aunque una cosa sea la transparencia y otra el electoralismo.
Nos parecemos a la Italia de hace dos años con el PDI y el Movimiento 5 Estrellas de Grillo. No puede ocurrir lo que allí, que acabó con la humillación del Partido Democrático. Pero nos parecemos a Italia, y ese riesgo existe. También allí hubo demasiada escenificación. También allí uno manejaba los medios de comunicación con maestría. Es la política como espectáculo, más propio de televisiones que de un parlamento. Es el riesgo en lo desconocido.
Para que una negociación así convenza, debería preocuparse mucho de dotarse de credibilidad. Uno no puede alardear de la división interna del otro, sin reconocer la división interna propia. Una coalición siempre se basa en la confianza que no se ve por ningún lado. Sanchez tiene una ocasión de oro, no solo para ser presidente, sobre todo tiene una ocasión para llevar a su partido hacia donde su nombre indica: a la “s” de socialista, y a la “o” de obrero, lo que millones están convencidos que es lo que han votado.
Mientras en la calle, se apuesta mayoritariamente por un gobierno de izquierdas. Lo afirma una radio, aunque su estudio de opinión lo hizo antes de que se armara el gran estruendo. Todo menos que este movimiento, sea pensando posicionarse de cara a nuevas elecciones. Sería decepcionante. Sería ruido y más ruido. Tan ensordecedor como el que hace la marabunta ahora. Pero si eso ocurre, ya no estaría nerviosa ni inquieta, porque olería el fuego que abrasa otra vez la esperanza de la izquierda.
Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario