Diario del coronavirus 119

Seré breve esta mañana.

Quien debería ser la más interesada en la Comunidad más afectada, en que las medidas del estado de alarma se cumplan, se permite animar a la protesta callejera, en lugar de exigir ese cumplimiento.

Quien criticaba a otros presidentes, por encabezar manifestaciones reivindicativas tan fuera de la ley como las de una zona del barrio madrileño de Salamanca, entonces le parecían hasta merecedores de cárcel. Igual si se mira al espejo se aplicaba un 155.

Impensable que una economía se reactive con las UCIs llenas. Arriesgar vidas de manera caprichosa no tiene sentido, y se está haciendo. No estamos ante un chulo, al que se responde con otra chulería mayor, o con una foto en portada, sino ante un virus al que se responde con recursos sanitarios, prudencia y responsabilidad.

Un responsable público dedica sus desvelos a las personas que pasan hambre por la pandemia, o que viven en viviendas sin las mínimas condiciones de salubridad. Posiblemente una comunidad pueda ayudar más de manera directa, implantando políticas para abordar estos problemas, que dejarlo todo en manos del voluntarismo de asociaciones. No hacer nada desde el gobierno, ante las necesidades de un país, es de lo que se ha acusado al gobierno de Venezuela ¿o me equivoco?

Un gobernante debe ser consciente de que se le elige para gestionar los intereses de todos, y no para alcanzar sus sueños personales. Si se jura o promete un cargo, se deben cumplir las obligaciones juradas o prometidas. Entre esas obligaciones nunca puede estar el incitar los peores instintos de venganza entre los ciudadanos.

Y sobre todo, un cargo público debe tener meridianamente claro, que las leyes están para cumplirlas, y que las Fuerzas de Seguridad están para garantizar que se cumplen. Si no es así, ni tiene sentido dotarnos de leyes, ni tiene sentido tener fuerzas de seguridad.

.Aunque es aplicable aquí, allí, y más allá, pongamos que hablo de Madrid, donde se retuercen los datos para justificar pasar a la siguiente fase, o se alienta a la ultra derecha en su vulneración de la libertad de manifestación y en el incumplimiento de las medidas de distanciamiento físico en la pandemia.

Buenos días. Es San Isidro.