martes, 12 de mayo de 2020

Diario del coronavirus 116

Buenos días.
Ayer vivimos el primer día de desescalada por parte de más de la mitad de habitantes de nuestro país. Fue un día repleto de noticias, la mayoría relacionadas con la pandemia, pero muchas de ellas cargadas de otros componentes no menos llamativos. Repasemos.
En Madrid se empezaron a repartir las, cuestionadas por los sanitarios, mascarillas FFP2. Para muchos técnicos en la materia, no reúnen las características de ese tipo de mascarilla, y podrían ser unas falsas FFP2. A su reparto en farmacias, se le añade el problema de que muchas personas no disponen de tarjeta sanitaria y hace que el reparto, aparte de dificultarlo, puede invitar a la picaresca.
La presidenta Ayuso cada día se supera a sí misma. Hoy ha descubierto, ella sola, que la "D" del acrónimo Covid-19, significa "diciembre", olvidando que ese acrónimo está en inglés y el significado de la D es "disease" traducido "enfermedad". Pero no se ha quedado ahí. También afirma que en el hospital de IFEMA los pacientes se han curado mejor por tener los techos altos. Y nosotros sin saberlo.
También, al "pobrecito" de don Marcos de Quinto, diputado regional de la Comunidad, no se le ha ocurrido otra manera de demostrar su cortesía parlamentaria, que llamando a Pablo Iglesias "payaso". Merecido tiene el zasca que se ha llevado, por menospreciar una hermosa profesión como es la de clown.
Ya empiezan a acompañarnos en primera línea, que no a sustituirnos , los abogados a los sanitarios. Familiares de personas mayores residentes en centros de mayores de la Comunidad, se han querellado contra Ayuso, contra su Consejero de Sanidad, y contra los directores de 10 centros geriátricos. Y para que nadie se sienta envidioso de los de enfrente, también los familiares de 3.200 fallecidos durante la pandemia, se han querellado contra todo el gobierno del Estado. Gobierno central que también fue noticia ayer, por haber suscrito un acuerdo con sindicatos y patronal para prolongar los ERTE hasta finales de junio.
Ayer conocimos el motivo para no pasar a la fase 1 de desescalada, una parte de la Comunidad Valenciana. Parece ser que en esa Comunidad solo se le realizó la PCR al 23 % de los pacientes sospechosos de presentar infección por Covid-19, lo que según el Ministerio es una cifra muy baja. Castilla y León, mediante un correo, le pedía a su personal, que trasladasen a pacientes aunque no dispusiesen de guantes, con lo que se acredita la falta material de protección para sus sanitarios. Y en Canarias, tras las escandalosas imágenes de un avión de pasajeros hacinados, su gobierno ha solicitado a Fomento que intervenga. Pero por si acaso el Ministerio se retrasa, ya hay denuncia de la Guardia Civil contra la compañía privatizada Iberia, propietaria de la aeronave.
En el panorama internacional, nos encontramos con un Reino Unido que ya ha superado los 32.000 fallecidos por la pandemia; con la noticia de que Rusia se convierte en el tercer país del mundo con más casos detectados; y con un rebrote de contagios, en Alemania y Corea del Sur, hasta ahora los países modelo de gestión de la pandemia.
Esas son las noticias colaterales, porque mientras esto sucede, muchos han vivido el primer día de desescalada. Las noticias sobre como se ha desarrollado nos muestran un comportamiento mayoritariamente responsable, pero con los desaprensivos de cada día y de cada lugar. Algunos grupos no saben como llamar la atención y han decidido hacerlo saltándose las normas y poniéndonos en riesgo a los demás. Si alguien está molesto con esas actitudes somos los sanitarios, pero ya sabemos que el infantilismo que padecen algunos, es una enfermedad de difícil curación por nuestra parte, y que solo encuentra remedio seguro en las Fuerzas de Seguridad y en los jueces. ¡Ah! y sobre todo si el tratamiento se les administra por el bolsillo.
Con estos personajes irresponsables, poca responsabilidad se les puede exigir a sus representantes, si por ellos se sienten representados. Muchos parecen creer, que aquí hay que llegar el primero a la fase final de la desescalada, olvidando que la marcha atrás es un riesgo real, y en vidas y económicamente mucho más dañino que ir despacio. Es difícil de entender, la importancia que dan algunos a desescalar una semana antes, a hacerlo una después. La diferencia entre ambas situaciones puede ser un número importante de vidas humanas, lo que debería importarles sobre todo lo demás. Claro que para alguno es mucho pedir.
No es un buen ejemplo el de unos representantes públicos, planteando la desescalada como una dicotomía entre salud o economía, ni como una cuestión de que llegar cuanto antes es mejor. Ahí tenemos lo que está sucediendo en China, Corea, Alemania o Dinamarca, y nadie ahora parece querer aprender de ellos y ponerlos de ejemplo, como hasta ayer hacían. Pues son los mismos países a los que se les ha alabado su gestión, así que si la nuestra ha sido peor, ya deberían saber la que nos espera. Pues ni así.
En una situación como esta, solo pueden tener prisa los ignorantes y los egoístas. O ignoran las consecuencias de la pandemia, y del dolor que pueden causar a los demás; o su egoísmo es enfermizo y les hace anteponer su bolsillo a la salud de los demás.
Es martes, un día más para reclamar a todos prudencia.
Buenos días

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