La presentación del candidato del PP a las
Elecciones al Parlamento europeo tuvo lugar en Toledo. Fue un acto en el que no se presentó ninguna propuesta del programa electoral, pero
en el que si se volvió a utilizar la herencia recibida y el miedo a “si no gana el PP”, como
grandes argumentos de la campaña que iniciaban. Según los halagos que le hizo el
presidente del Gobierno, cada vez que veamos a Arias Cañete, todos los
españoles sin excepción debemos hacerle la ola entre vítores y aplausos, ya que
según Rajoy, es ”el mejor candidato que
se podía elegir para ganar y trabajar con crédito en Europa por resolver los
problemas de los españoles”.
No es
raro que se destaquen los valores de un
candidato por parte del presidente de su partido, y que se ensalcen sus logros en política
(que seguro los tuvo en su etapa como parlamentario europeo). Pero de ahí a intentar disfrazar a un personaje
maniqueo como inmaculado y adalid de la honestidad, hay un largo trecho. La
primera muestra de que Arias Cañete no es tan decente como Rajoy lo pinta, y de
que el candidato acostumbra a actuar en política
saltándose cualquier regla que pueda resultarle incomoda, lo demuestra al hacer
su primer mitin electoral desde la mesa del Consejo de Ministros en Moncloa. Aprovecharse
de su cargo y del lugar desde el que hablaba para hacer campaña y presumir de
su experiencia es una falta de ética, y
hacerlo con una frase demostrativa del pensamiento cuartelero del personaje:
"He hecho mucha mili en la garita de la Unión Europea", es además de
mal gusto.
Tendrá
que ser el electorado quien el 25 de mayo le juzgue y le demuestre su confianza
en que resolverá los problemas de España en la UE, pero desde luego su ya larga trayectoria en política no augura que sea
el perfil de alguien que atiende a las necesidades de nuestro país. Cañete
simboliza lo peor del PP, un partido que no ha dudado en emplear la mentira
sistemática, y en el que encaja perfectamente, y son muchos los asuntos,
frases y decisiones que hacen pensar que no
resolverá nada distinto a aquello en lo que él no tenga un interés personal.
Como
responsable del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha sido el ministro de las subvenciones, del
untamiento empresarial y de las regulaciones anticompetitivas, que ha
beneficiado a las grandes explotaciones, mientras se hundía el pequeño
agricultor, amén de mostrar desprecio por
las iniciativas de protección ambiental. Para un país que ve en la corrupción y
en la clase política dos de sus grandes problemas, conocer al personaje hace
que esa imagen de “lo mejor posible” que el PP trata de vender diste bastante
de lo que necesitamos para mejorar la calidad de nuestra democracia.
Han sido muchos los episodios en su gestión donde apareció el tufo
del tráfico de influencias: colocó a su cuñado como presidente de la
Sociedad Estatal de Caución Agraria y a su hija en la Comisión Nacional de los
Mercados y Competencia (CNMC); favoreció a compañeros de partido al contratar
como directivo en TRAGSA al yerno del diputado del PP Gabino Puche o como
gerente de TRAGSA-Madrid al exalcalde del PP en El Escorial, y todo ello
mientras la empresa acometía el mayor ERE de su historia,
Arias Cañete está acostumbrado a moverse entre las
incompatibilidades de su cargo y sus intereses personales.
Ejemplos son que su esposa fue
investigada por recibir ayudas de la PAC en una operación de posible
ingeniería financiera; que mientras
ocupaba cargos públicos como concejal del Ayuntamiento de Jerez, senador
por Cádiz, parlamentario europeo y ministro de Agricultura sus empresas recibieron 251 millones de ayudas; que ocultó al Parlamento Europeo que era consejero de una
empresa agraria; que se
publicó que administró empresas situadas en paraísos fiscales; que estuvo relacionado con el llamado caso de los DNI
falsos uno de los mayores fraudes fiscales (blanqueo de más de 2.000
millones de dinero negro generado por industrias del sector agropecuario); o
que .siendo portavoz de Agricultura no
informó a la Cámara europea sobre sus intereses en un asunto en que intervino
saltándose el reglamento de esa cámara.
Es el ministro del gobierno que más patrimonio ha
declarado: 1.731.949,03 euros, con más de un millón de euros en inmuebles y el de
resto de bienes muchos procedentes de herencia familiar. Es propietario de un 2,5% de participaciones en la
petrolera Dúcar S.L, con vinculaciones al Estado, aunque la Ley de
Conflictos de Intereses obliga a inhibirse al alto cargo que haya dirigido una
empresa en los dos años anteriores a su toma de posesión, con independencia del
porcentaje de acciones que tenga. No es
precisamente un ejemplo de los españoles afectados por la crisis.
Arias
Cañete está en política desde joven y ha ocupado cargos públicos desde tiempo
inmemorial. En su curriculum figuran
frases que definen su carácter y su forma de entender la sociedad: de chabacanería en Jumilla 2000 sobre el Plan
Hidrológico Nacional: "No, salir, sale por cojones....Porque el Plan
Hidrológico o sale en esta legislatura o no sale nunca, tenemos mayoría y esta
vez sale por narices... va a ser un paseo militar."; en Jaén, dio una
muestra de machismo al
afirmar "El regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho
cuidado, que le pueden perder a uno"; muestra
su xenofobia al achacar a los extranjeros el colapso en las urgencias, o al proponer
regular el uso del velo islámico; de
señorito andaluz en frases como "Aquellos camareros
maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un no sé qué, mi
tostada con crema, la mía con manteca colorada de cerdo, y a mí uno de
boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme
eficacia".
En
materia medio ambiental también ha protagonizado algunos episodios sonados como
cuando Bruselas tuvo que frenar su
intento de ampliar la caza del Lobo ibérico, o cuando rechazó el texto de Sanidad que advertía sobre el
riesgo del plomo de caza, o cuando en
el peor verano de incendios de la última década en España (Canarias,
Andalucía, Castilla La Mancha, Galicia y Alicante), él estaba en los toros con la excusa de acompañar
al Rey. Y por si lo anterior es poco, valga como colofón su reforma de la Ley de Costas que alarga las
concesiones y autoriza nuevos usos en primera línea.
Arias
Cañete es la antítesis de la descentralización
europea cada vez más necesaria para los países del sur como el
nuestro, y uno de los protagonistas del
reformismo liberalizador que nos ha traído los recortes al
estado del bienestar. Que de él se diga
que "se mueve como pez en el agua en las instituciones europeas", solo viene a acreditar su vacío ideológico en lo social, indispensable
para ser alguien en la actual UE, y que
es un verdadero político profesional europeo del grupo de los que tienen
pocos escrupulosos.
Es
conocido su interés por la industria del
automóvil y el sector del juego, donde también tiene intereses, pero su
gran mérito es haber sabido capear las tormentas como un corcho que siempre
flota. No sé si un político que es
conocido no por su buena gestión, sino porque se ducha con agua fría, se come
los yogures caducados, y también come insectos: “Fritos y pequeñitos no son
desagradables”, es lo que
nuestro país necesita ahora. En cualquier caso, esperemos que no practique
el canibalismo con los ciudadanos españoles desde Bruselas, lo que con este
personaje no es descartable.
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