El titular de que Casado planta a Sánchez, y se marcha a un acto convocado por Diaz Ayuso, con la excusa de tener problemas de agenda es, como poco, llamativo. Indica que si la convocatoria tenía como objeto hablar para alcanzar un gran acuerdo, esa posibilidad está cada vez más lejana.
Por mucho que Sánchez se empeñe en un pacto de Estado, ni lo va a tener fácil, ni lo debería tener fácil. La derecha no se lo va a permitir, y la izquierda no debería permitírselo. Intentando reiteradamente su deseo de pacto, puede pretender transmitir que la derecha no quiere pactar, y eso podría pasar factura al PP. Pero también, sino hay pacto al final, puede generar una imagen de soledad del presidente, y que eso le pase factura a él.
A Casado solo le preocupa su partidismo y demuestra que en un momento social y económico tan difícil, es insensible a los problemas de los ciudadanos. Su gran preocupación ahora mismo, solo es frenar a Vox, para lo que ha decidido usar su mismo lenguaje, sabedor de que la línea menos dura de su partido, ya es mínima, y la derechización en las filas del PP es total.
Mejor haría Sánchez en consolidarse sobre quienes le apoyaron en la moción de censura, que en intentar convencer a su rival que ni siquiera está por reunirse. Porque si ya hay diferencias internas en el gobierno, tanto sobre como ha sido la gestión sanitaria de la pandemia por el Gobierno, como sobre la orientación económica de algunas medidas. Esa perdida de sinfonía se agravará con ese empeño de Sánchez en un acercamiento al PP, que ni el propio PP quiere. Parece que nos olvidamos de que en un gobierno de coalición, el liderazgo es compartido porque se ha pactado, y en contrapartida, en ese pacto se garantiza la estabilidad del Ejecutivo.
Lo único que puede tener claro en este momento Sánchez, es que la alianza entre PP y Vox no es tal, pero si que se produce, cuando se trata de cargarse al gobierno, y en ese objetivo no hay ninguna discrepancia entre la oposición.
Gastar fuerzas
buscando pactos en estos momentos, es inútil, y alguien debería recordarle aquello de "más vale pájaro en mano"... Hay que cuidar lo que se tiene, y hoy por hoy, Sánchez sólo tiene a UP, los demás siguen pensando solo en su horizonte electoral, y no pasa por sus cabezas, plantearse arrimar el hombro, para intentar salir juntos de una situación de la que no saldremos bien cada uno por su lado. Saldremos pero con el traje a jirones de intentar escapar por la gatera.
¿Alguien ha pensado en las consecuencias que para el conjunto del país, tendría que se rompiera la coalición de gobierno en estos momentos que atravesamos? Las mismas que tendría la dimisión del Gobierno que exige la derecha. Dejar al país como un pollo sin cabeza . Algunos pescadores sólo quieren que el río siga revuelto, y el gobierno y el país lo que necesitan es serenidad. Un fracaso en el intento de pacto, solo contribuirá a soliviantar el gallinero en el que se ha convertido la política.
Buenos días. Vamos por el viernes.
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