ADIÓS A CALLEJA
Ayer el coronavirus nos ha quitado a una de esas plumas que me gustaba leer en eldiario.es. El periodista y columnista de eldiario.es, José María Calleja, natural de León, ha fallecido a los 64 años. Muy conocido por su participación en diferentes programas de televisión, era doctor en Ciencias de la Información y ejercía como profesor de Periodismo en la Universidad Carlos III. Desde aquí mi reconocimiento a su trabajo y mi más sincero pésame a su familia y a eldiario.es, donde era uno de mis columnistas de referencia.
Pero toca seguir. El magistrado Joaquim Bosch, en una entrevista hoy, afirmaba que “El gobierno no puede impedir las criticas, pero el estado de derecho a través del sistema judicial tiene que tener la capacidad de resolver estas cuestiones e implementar instrumentos para desenmascarar a los que mienten". También opina que existe demasiada crispación en el ambiente, que sería bueno relajar.
Esa relajación debería ser una necesidad de todos, un deseo colectivo de rebajar una tensión que no conduce a nada. Que ayer Sánchez y Casado “acuerden”, no es algo que ocurra todos los días. Hacerlo con tanto muerto y tanto miedo, era una obligación exigible, aunque solo fuese para demostrar su responsabilidad personal como cabezas visibles de los dos grandes partidos.
No es un acuerdo para repicar las campanas, pero algo es algo. Han alcanzado un máximo común divisor, consistente en el reforzamiento del sistema sanitario, tener una posición común ante la Unión Europea, dar apoyo a las empresas y activar medidas de protección social a las familias. Era imposible que el presidente del PP le dijera que no a esos asuntos propuestos por el presidente del gobierno.
Se sabe que continúa la desconfianza en su relación, pero algo es algo. Veremos si ese entendimiento de ayer, llega hasta la próxima petición de prorrogar del estado de alarma hasta el 9 de mayo. Nada invita al optimismo, porque un acuerdo de mínimos no es sinónimo de lealtad institucional, que es lo que este país necesita ahora.
En plena pandemia, y cuando todo señala que empezamos a estar controlando su devastación, aunque sea mínimamente, es momento de aparcar las disputas políticas y de dejarse dirigir por los técnicos, no solo el gobierno en su actuación, sino todo el país con toda la oposición. Si se miran los comportamientos anteriores, más que un acuerdo de paz, suena a una tregua, porque siguen en las trincheras. Si queremos que todo se sosiegue, lo que le exigimos a los políticos, debemos empezar por ponerlo en práctica los ciudadanos.
A José María Calleja le hubiese gustado ver ese acercamiento, que defendía. Que la tierra le sea leve.
Comienza un miércoles en el que los datos de la pandemia, deberían ser mejores que ayer. A ver si es verdad. Buenos días.
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